sábado, 6 de julio de 2013

LA VENTANA Y EL ESPEJO

Cuenta una antigua alegoría Judía, que una vez un hombre muy rico fue a pedirle un consejo a un rabino.
El rabino lo tomó de la mano, lo acercó a la ventana y le dijo: "Mira"....
El rico miró por la ventana a la calle.
El rabino le preguntó: ¿qué ves?
El hombre le respondió: "veo gente".
El rabino volvió a tomarlo de la mano y lo llevó ante un espejo y le dijo: "qué ves ahora"?
El rico le respondió: "Ahora me veo yo".
El rabino le contestó: "¿Entiendes?"... En la ventana hay vidrio y en el espejo hay vidrio. Pero el vidrio del espejo tiene un poco de plata. Y cuando hay un poco de plata uno deja de ver a la gente y comienza a verse solo a si mismo.