jueves, 29 de diciembre de 2011

¿POR QUÉ DIOS SE HA HECHO HOMBRE?

Vayamos directos a la cumbre del prólogo de Juan, que constituye el Evangelio de la tercera Misa de Navidad, llamada «del día». En el Credo hay una frase que este día se recita de rodillas: «Por nosotros los hombres y por nuestra salvación, bajó del cielo». Es la respuesta fundamental y perennemente válida a la pregunta: «¿Por qué el Verbo se hizo carne?», pero necesita ser comprendida e integrada. La cuestión de hecho reaparece bajo otra forma: ¿Y por qué se hizo hombre «por nuestra salvación»? ¿Sólo porque habíamos pecado y necesitábamos ser salvados? Un filón de la teología, inaugurado por el beato Duns Escoto, teólogo franciscano, desliga la encarnación de un vínculo demasiado exclusivo con el pecado del hombre y le asigna, como motivo primario, la gloria de Dios: «Dios decreta la encarnación del Hijo para tener a alguien, fuera de sí, que le ame de manera suma y digna de sí».
Esta respuesta, aún bellísima, no es todavía definitiva. Para la Biblia lo más importante no es, como para los filósofos griegos, que Dios sea amado, sino que Dios «ama» y ama el primero (1 Juan 4, 10.19). Dios quiso la encarnación del Hijo no tanto para tener a alguien fuera de la Trinidad que le amara de forma digna de sí, sino más bien para tener a alguien a quien amar de manera digna de sí, esto es, ¡sin medida!
En Navidad, cuando llega Jesús Niño, Dios Padre tiene a alguien a quien amar con medida infinita porque Jesús es hombre y Dios a la vez. Pero no sólo a Jesús, sino también a nosotros junto a Él. Nosotros estamos incluidos en este amor, habiéndonos convertido en miembros del cuerpo de Cristo, «hijos en el Hijo». Nos lo recuerda el mismo prólogo de Juan: «A cuantos le recibieron, les da poder para ser hijos de Dios».
Cristo, por lo tanto, bajó del cielo «por nuestra salvación», pero lo que le empujó a bajar del cielo por nuestra salvación fue el amor, nada más que el amor. Navidad es la prueba suprema de la «filantropía» de Dios como la llama la Escritura (Tito 3, 4), o sea, literalmente, de su amor por los hombres. Esta respuesta al por qué de la encarnación estaba escrita con claridad en la Escritura, por el mismo evangelista que hizo el prólogo: «Tanto amó Dios al mundo que entregó a su Hijo único, para que todo el que crea en él no perezca, sino que tenga vida eterna» (Juan 3, 16).
¿Cuál debe ser entonces nuestra respuesta al mensaje de Navidad? El canto navideño Adeste fideles dice: «A quien así nos ama ¿quién no le amará?». Se pueden hacer muchas cosas para celebrar la Navidad, pero lo más verdadero y profundo se nos sugiere de estas palabras. Un pensamiento sincero de gratitud, de conmoción y de amor por quien vino a habitar entre nosotros, es el don más exquisito que podemos llevar al Niño Jesús, el adorno más bello en torno a su pesebre.
Para ser sincero, además, el amor necesita traducirse en gestos concretos. El más sencillo y universal –cuando es limpio e inocente- es el beso. Demos por lo tanto un beso a Jesús, como se desea hacer con todos los niños recién nacidos. Pero no nos contentemos con darlo sólo a la imagen de yeso o de porcelana; démoslo a un Jesús Niño de carne y hueso. Démoslo a un pobre, a alguien que sufre, ¡y se lo habremos dado a Él! Dar un beso, en este sentido, significa dar una ayuda concreta, pero también una buena palabra, aliento, una visita, una sonrisa, y a veces, ¿por qué no?, un beso de verdad. Son las luces más bellas que podemos encender en nuestro belén.
Raniero Cantalamessa, capuchino


viernes, 23 de diciembre de 2011

NAVIDAD 2011


UNA REALIDAD QUE PUEDE SER TRANSFORMADA
El peso de los días, la evidencia de que los sistemas son tremendamente compactos, hace pensar a muchas personas que esto no hay quien lo cambie, que la realidad es así y nada la puede trasformar. Sin embargo, el anhelo que albergan muchos corazones de que otro mundo, otra economía, otra Iglesia, son posibles, da alas al sentimiento de que la realidad puede ser transformada. La encarnación es, desde ese punto de vista, un signo de que las cosas pueden cambiar si nos damos a la tarea. Una encarnación para la responsabilidad histórica y para la transformación del mundo; por muy grandilocuente que nos suene, ése es el dinamismo que brota del misterio.
La celebración del misterio de la Navidad del Señor no puede ser únicamente una regocijada contemplación del misterio. Ha de ser también el momento de recabar fuerzas para animarse a transformar el entorno en el que se mueve nuestra vida. Una transformación que ha de aportar beneficios de humanización y de espiritualidad. Es posible hacer estos trabajos de transformación sin salirse del propio ambiente.


OS DESEAMOS UNA FELIZ NAVIDAD
LLENA DE SONRISAS, ABRAZOS Y REGALOS

martes, 20 de diciembre de 2011

UN REGALO DE PREGÓN


Llevamos ya tantos años de pregones de Navidad que parece que ya nada te va a sorprender. Pero es que este ha sido especial. No porque haya sido más espectacular que otros o haya tenido talleres más originales. Ha sido más bien el fondo que han ido dejando detalles que se han acumulado y que han convertido el día 18 de diciembre de 2011, en un día bonito, lleno de cariño, de sonrisas, de alegría, de buen ambiente, de abrazos, lleno de papel de regalo, de cinta de regalo y de muchísimos regalos, 72 personitas, entre todos los que estuvimos: los que llegaron antes o más tarde, los que estuvieron preparando los talleres o disfrutándolos, los que estuvieron todo el día o sólo por la tarde, o sólo la eucaristía. Todos fuísteis un gran regalo, cada uno añadiendo su peculariedad, su sabor, su huella.
Ya desde la mañana, la acogida fue alegre y movidita, y el café y el caldo, que al principio lo mirábais con recelo luego entraba sin sentir, calentando los cuerpos dormidos y fríos, pero vivos. Los preñados, los villancicos y sobre todo gente de sitios distintos, unos que nos conocíamos y otros no. De Tudela, ¡qué alegría! la reconquistada; de Zaragoza San Francisco, los de siempre y caras nuevas; de Zaragoza San Antonio, gente que no conocíamos pero otro regalo; de Valdefierro, gente nueva pero con una alegría y unas ganas que impregnaron todo lo que tocaban; de Logroño, esas sonrisas ya conocidas que nos encantan. 
Luego vino la presentacíón, con un poco de mensaje y con César "Sobera" que se hizo el orejas, e Irene que estuvo dignísima ante tanto público enfervorizado. Y los talleres: un millón de sentimientos, en aquel sótano, oasis de tranquilidad y sensaciones; un millón de amigos que hicimos persiguiendo a los viandantes con la palabra mágica "gratis"; un millón de ideas detrás de cada uno de los anuncios transformados; un millón de manos para convertir papeles que venden cosas en flores que se regalan.
La comida: que ambientazo. Terminamos y no nos íbamos porque estábamos muy bien. Aquí nos mezclamos otro poco y nos volvimos a ver todos juntos que también nos gusta. En la evaluación hablamos de cómo nos había ido la mañana y rápidamente pasamos a la preparación de la eucaristía.
Y en la eucaristía conseguimos convertir una gran Iglesia en un lugar acogedor; y como alguien dijo eran gestos sencillos llenos de grandes mensajes; palabras con mucho sentido y mucho que transmitir, porque la palabra REGALO tiene mucho que decirnos. Y terminamos a tiempo, que nunca más va a volver a ocurrir; habéis vivido algo único en la historia pasada y futura de Jufra, un acontecimiento aleatorio y nunca más visible por ojo humano.
Y nos quedó pendiente escribir en casa, en el papelito de dentro del regalo, qué es lo que para mi es un regalo en lo que voy viviendo... ¿está ya escrito? Para que siempre lo recordemos...
Y luego las despedidas, que no acababan, y muchas cosas más que me he dejado y que podéis añadir en los comentarios para así entre todos hacer esta crónica de este pregón ÚNICO. Muchas gracias por hacer que este día fuera tan especial, muchas gracias por participar de algo tan bonito, muchas gracias por dejar que compartamos un poquito de tu compañía y sobre todo de tu corazón. UN BESO MUY GRANDE.

sábado, 17 de diciembre de 2011

CONVIVENCIA DE JUFRA DE TOTANA

Gracias a Silvia tenemos ya el video con las fotos de la Convivencia de noviembre en Orito. El lema fue "Operación tu vida" y las fotos más chulas son las del photocall en la sala de la moqueta. Gracias Silvia por hacerlo tan chulo y por tus palabras siempre gratificantes. Va por todos:

viernes, 16 de diciembre de 2011

CUARTO DOMINGO DE ADVIENTO

PERSONAS ERGUIDAS
Los sistemas dominantes, el pensamiento único, incluso ciertas maneras de entender y vivir el hecho religioso, pretenden que las personas les estén sometidas. Por eso no se admite la disensión, el planteamiento diferente, las posiciones distintas ante la vida. Entienden la uniformidad como el mejor modo de hacer grupo social, de hacer “comunidad”, aun a costa de que el valor personal quede oscurecido. En el fondo es cuestión de dominio, la pretensión de que el otro se doblegue al imperio. La fe cristiana quiere ser una instancia liberadora de tales situaciones.
El Adviento es un tiempo bueno para cobrar conciencia de que estamos llamados a vivir la fe en maneras erguidas, sin falsas dependencias ni humillaciones. Desde esta postura humana en toda su talla podremos celebrar el misterio de la encarnación que es la evidencia de que toda la historia está llamada a la plenitud y a la dicha.

lunes, 12 de diciembre de 2011

Y DE REGALO...

¿De qué va a ir el Pregón de Navidad de este año 2011? A ver si te enteras de algo con este video:



¿Ya te has enterado? Lo puedes decir en los comentarios...

domingo, 11 de diciembre de 2011

TERCER DOMINGO DE ADVIENTO

EN LA OTRA ORILLA
A veces decimos: hay que definirse. Más allá de las incoherencias que toda persona arrastra, uno quiere saber en qué terreno está su interlocutor. La indefinición, el estar en una parte y a la vez en su contraria, son cosas que difícilmente encajamos. Una de las preguntas más acuciantes del Evangelio es aquella que nos pide aclararnos en qué orilla estamos realmente.
El Adviento sería un tiempo bueno para animarse a pasar a la orilla de las pobrezas, para situarse en una visión más fraterna y más utópica de la comunidad humana y cristiana. Decimos que la nuestra no es época para idealismo, para novedad, para planteamientos distintos. Si nos quedamos en esta orilla del sistema que no se mueve quizá se nos haga imposible entender la encarnación, el misterio del amparo de Dios a la vida.


miércoles, 7 de diciembre de 2011

¡¡¡YA HA NACIDO!!!


Jufra-Tudela ya está entre nosotros. El lunes pasado, 5 de diciembre, dio a luz. Bueno, es verdad, fue más bien un renacer. Después de varios meses de conversaciones, eventos, llamadas de teléfono, etc, Jufra existe en Tudela (en Navarra, para los ajenos). Ya no es un deseo, una ilusión, un sueño, no. Es una realidad. Y además con muchas ganas: hay ganas de juntarnos, de volvernos a sentir como una familia, de dejar espacios para lo que no tratamos en otros lugares, de tener un momento a la semana en el que me lo dedique a mi, en el que pueda sentirme y saber "quien soy". Somos un grupo heterogéneo, de edades y de mucho más. Y queremos serlo porque hemos experimentado que es muy rico. ¡¡Estamos encantados y lo cantamos a los cuatro vientos!! Un abrazo a todo el espacio interestelar y estáis todos invitados a intentarlo en vuestros lugares y disfrutar tanto como nosotros. Un besote.

jueves, 1 de diciembre de 2011

SEGUNDO DOMINGO DE ADVIENTO

PREPÁRATE
Cuando el texto de Marcos habla de “preparar el camino”, entiende la senda larga del AT como algo previo y preparatorio. Por eso, se dibuja un camino de preparación: enmendarse, trabajar la justicia personal, vivir todo esto en los modos coactivos de la religión. Pero el mismo Evangelio sugiere otra posibilidad: Jesús tiene vocación de pueblo; por eso nos ampara y nos acoge. Así sabemos que, desde siempre, la tierra es una realidad acompañada y amparada por el amor del Padre.
No es mal tiempo el del Adviento para descubrir la maravilla del camino común de la vida y cómo la realidad de Jesús se inserta en él para desvelar su hermosura y para impulsarlo definitivamente. Para asimilar esto se requiere una mentalidad abierta y fraterna, vitalmente ecuménica. El Adviento es un camino conjunto que entronca con la senda común de la historia.