miércoles, 28 de diciembre de 2022

ELIGIÓ QUERERNOS

Preparar la contemplación de la Navidad es asomarse al misterio. Si todo quedara en aspectos del folclore propio de la Navidad sería un empobrecimiento. Si eso nos lleva al misterio, también sirve. El misterio de la Navidad es el misterio de una elección: elegir querer. Dios, en Jesús, ha elegido querernos. Algo de eso está en lo profundo de la Navidad.

Por eso, cada año se renueva el gozo de la Navidad porque su misterio es insondable, nunca se termina de entrar en él, siempre hay posibilidad de renovar la alegría. De ahí que, para quien entiende esto, la rutina se aleja y no impone su ley. Se percibe así, cada año, la posibilidad de revivir la alegría de una Navidad nueva.

Para vivir con profundidad el misterio de la Navidad como la elección de amar que Dios tiene en Jesús hay que ahondar un poco. Pero más que grandes argumentos teológicos, lo que necesitamos es grandeza de corazón, brillo en los ojos, quedarse deslumbrados por el amor que siempre está ahí, latiente, vibrante. Un corazón vivo y sensible, eso necesitamos.

Todo puede servirnos para asomarnos al misterio: las celebraciones, las costumbres tradicionales, la imaginación puesta al servicio de la fe. Y, para nosotros, la fraternidad es una ayuda privilegiada. Creamos como grupo, celebremos como grupo, contemplemos como grupo.

Fidel Aizpurúa

lunes, 26 de diciembre de 2022

QUÉDATE QUE LA NAVIDAD YA VIENE…

Desde la Navidad del 2019 estábamos sin celebrar el Pregón de Navidad. Teníamos muchas ganas no solo de volver a vivirlo sino también de volver a encontrarnos, sonreírnos y disfrutar juntos. Vinimos de Logroño, Zaragoza y Tudela, 45 personas entre jóvenes y animadores.

Comenzamos con un juego de acogida y un poco de café, caldo y dulces. Luego presentamos el contenido del Pregón contemplando la maravilla de que Dios se haga niño. Y después presentamos los talleres cantando con “Queveda” y Bzrp: bailamos y nos reímos con la puesta en escena.

Luego fuimos a los talleres. Tuvimos un tiempo para parar en el taller de Interioridad, mirarnos dentro y descubrir la propuesta de Jesús de acercarse, acompañarnos, crear lazos. También tuvimos un Escape Room cuyo objetivo era salvar al Niño. Salimos a la calle con un Belén viviente recordando a Francisco en Greccio y haciendo reflexionar a los viandantes sobre el Belén y qué figura le gustaría que estuviera en él. Y también estuvimos limpiando y organizando juguetes para niños cuyas familias no tienen posibilidades de ofrecérselos; Javier de Cáritas nos estuvo explicando la realidad de estas familias.

Después de recoger los talleres comimos lo que habíamos traído, ensayamos unos cantos dándolo todo y preparamos la celebración de la Eucaristía que nos presidió Gerardo Solas. Y terminamos con la foto de grupo y la canción de “Quédate que la Navidad ya viene. Que este Niño se ha ‘pasau’ mil pueblo conmigo. Que ya no quiero nada que no sea contigo” con música de Quevedo, por supuesto. Llegamos todos a casa sanos y salvos, y con mucha alegría, energía y gozo en el corazón. Gracias a todos los que lo hicisteis posible.

Javier Morala, capuchino

domingo, 25 de diciembre de 2022

DIOS CERCANO

Te creíamos distante, escondido, perdido en ese rincón último
donde están los que no quieren saber nada con las personas pecadoras.

Te creíamos tan lejos, tan en las nubes, que no nos hacemos a la idea
de que seas un Dios entre “nosotros/as”.

Pero Tú has bajado.
Tú has entrado en el mundo, que es nuestro mundo,
no sólo para visitarnos,
sino para ser de los nuestros/as,
compartiendo todo con nosotros/as,
menos nuestra condición de pecadores.

Ahora ya se te puede encontrar por nuestros caminos.
La música nos ayuda y nos alegran el día a día.
Ahora ya late tu corazón, en el hombre y en la mujer de hoy.
Seguirte es un reto en la sociedad en la que estamos actualmente.

Dios con nosotros, enséñanos a reconocerte, a seguirte con alegría e ilusión.
Dios con nosotros y cercano, danos un corazón de misericordia
y condúcenos a la verdadera libertad para seguirte.

jueves, 22 de diciembre de 2022

EL NIÑO QUE NACIÓ EN BELÉN

Belén, pequeña población a unos ocho kilómetros de Jerusalén de donde nadie pensaba que saldría nada bueno. Como dijo el profeta Miqueas: «Mas tú, Belén de Efratá, aunque eres la menor entre las familias de Judá, de ti me ha de salir aquel que ha de dominar en Israel, y cuyos orígenes son de antigüedad, desde los días de antaño.»(Mi. 5,2). Y desde este lugar quiero llegar a la experiencia que me lleva a escribir hoy.

Si de Belén nació un Niño que cambió la historia de la humanidad por completo, de lo pequeño, de lo que no me espero e incluso de lo que no me gusta puede nacer algo que también marque mi vida. Es curioso pararse ante el significado de que nazca un niño, que nazca de repente y en un lugar sin importancia alguna para la economía de Israel. Ni Belén era un sitio importante para nacer, ni en aquellos tiempos era importante más allá de su familia que naciese un niño y además, que naciera al abrigo de unas montañas donde pasaba desapercibido para la población. De la nada, nace el todo. De lo que no me apetece o me pasa desapercibido puede surgir un antes y un después en la vida, nada es suficientemente insignificante para que no pueda dar un gran fruto como la semilla de mostaza.

Por eso es tan importante estar atentos y vigilar. Quizá, distinto hubiera sido si este niño hubiera nacido en Jerusalén y hubiera sido hijo de reyes. Un heredero con título ya es otra cosa. Una noticia que se expande con la aprobación de los medios de comunicación y de los personajes de moda del momento, constituye otra vivencia y otra aprobación en el conjunto de la sociedad, pero ahora estamos ante lo que surge en el silencio, revestido de cotidianidad e incluso procedente de lo que tenemos casi que esconder, como es el caso de una mujer joven embarazada en secreto y el nacimiento en un establo como cualquier peregrino sin nadie que lo acoja.

Desde aquí, mi invitación para los días que quedan: ¿cuál es mi Belén de donde puede surgir la vida? ¿qué parcelas de mi vida duermen bajo las paredes del establo y están esperando la luz porque creo que no me hacen valiosa?

Y para acabar, en esta última semana, que no se nos escape el misterio que supone que todo un Dios Creador haya querido para quedarse entre nosotros hacerse como su propia criatura. ¿Querría un carpintero ser como uno de sus muñecos de madera? ¿Por qué Dios querría hacerse como uno de sus hombres?

Merece la pena celebrar y llevar la Luz a cada uno de nuestros rincones.

Ahora sí, Feliz Navidad.

Clara López

martes, 20 de diciembre de 2022

CONFLICTOS CONMIGO MISMO

¿Por qué será que solo en unas pocas épocas de nuestra vida podemos decir que no tenemos conflictos pendientes con nosotros mismos? En su gran mayoría no son grandes problemas, pero siempre hay algún asunto que otro que no nos deja en paz: alguna relación difícil o rota que vivo como herida sangrante, algo en mí que no me gusta y no puedo evitar, alguna situación del entorno o familiar que es fuente de sufrimiento para mí aunque nadie se dé cuenta, algún mal que he hecho y no tiene vuelta… Hay personas que aparentemente viven felices, como si siempre estuvieran contentos consigo mismos, sin nada que les resulte oscuro; pero a menudo resulta ser mera escapatoria para no enfrentarse con los demonios interiores y así poder sobrevivir.

Habitualmente intentamos darle cauce a eso que nos incomoda la vida. Aplicamos algunos remedios, buscamos salidas a las situaciones de dolor, abordamos los problemas con la mejor buena voluntad, etc. En muchos casos los nudos se desatan y la vida vuelve a adquirir la paz deseada. Sin embargo, en otros muchos casos no somos capaces de encontrar la salida y el problema se convierte crónico. ¿Qué hacer?

Nos debatimos entre dos extremos. Por un lado, está la conciencia de nuestra limitación y pecado. Jugar en verdad con nosotros mismos nos enseña a ser humildes. Por otro lado, está la confianza en la misericordia de Dios por encima de nuestras deficiencias insalvables. Ello nos invita a vivir sumamente agradecidos con El. Todo depende de si apoyo mi vida en el logro del ideal que espero de mí, o desde la confianza en Dios en fe. Me muevo entre las dos tendencias. Ojalá que vaya aprendiendo a vivir responsablemente intentando dar salida a mis conflictos interiores, pero sabiendo que la fuente de mi vida está en la misericordia de Dios. Ni crispación por no dar la talla, ni dejación del esfuerzo por espiritualismo. Al final, ojalá sea la misericordia quien venza al juicio.

Carta de Asís, diciembre 2022

sábado, 17 de diciembre de 2022

FRATELLI TUTTI EN IMÁGENES DE ANTONIO OTEIZA

LAS RAÍCES: Se olvida que «no existe peor alienación que experimentar que no se tienen raíces, que no se pertenece a nadie. Una tierra será fecunda, un pueblo dará fruto, y podrá engendrar el día de mañana sólo en la medida que genere relaciones de pertenencia entre sus miembros, que cree lazos de integración entre las generaciones y las distintas comunidades que la conforman; y también en la medida que rompa los círculos que aturden los sentidos alejándonos cada vez más los unos de los otros» (FT 53)

jueves, 15 de diciembre de 2022

MEMORIA

En las dos semanas anteriores de Adviento nos hemos parado ante una actitud que forma parte de lo más profundo de nuestra existencia, “el deseo” y una acción que llena de alegría nuestra vida, “celebrar” y damos esta semana un paso más y nos predisponemos ante el objeto de lo que queremos celebrar, “la memoria”. Nadie se pone a celebrar porque sí, cuando celebramos, celebramos algo y nosotros, los cristianos, hacemos “memoria”.

Está muy de moda últimamente la memoria histórica y por desgracia algunos de los temas que se han tratado en ella han dividido a la población. Ahora no, si algo nos une a los cristianos es el reconocimiento del nacimiento del Hijo de Dios y de ello hacemos memoria.

Relacionado con el término “memoria” está “memorial”, una palabra bíblica que aparece en el libro del Éxodo. Es una palabra que me parece preciosa, que conecta con algo para mí muy auténtico, porque se refiere no al mero recuerdo de la acción de Dios en el pasado, sino a la actualización en el rito de ese pasado para que otras personas puedan participar en él. De ese modo, cualquier forma de celebrar que yo tenga en estos días, cualquier rito que haga, se convertirá en un memorial del misterio del Nacimiento y podré participar de él tal cual como lo hicieron hace más de dos mil años.

Qué bien lo entendió Francisco cuando dispuso todo en Greccio frente al pesebre que preparó. Con razón lloraba y se emocionaba pues de ese modo traía hasta lo más profundo de sus entrañas el Misterio pudiendo así participar de él.

Cuando llegan estas fechas hay una tendencia a la tristeza, al desánimo y a la huida y a mí desde hace años, lo que me salva, lo que me centra es hacer real esta memoria. La Navidad no es en sí una fiesta familiar, aunque sí se celebre en familia. No es una fiesta gastronómica, aunque prefiramos cuidar durante esos días lo que comemos y menos aún es la fiesta de los regalos, aunque sea un medio de demostrarnos el cariño. Nada de eso hace la Navidad.

Si consiguiésemos poner el acento en lo único que de verdad forma parte de la Navidad que es la memoria del Nacimiento de Jesús, muchas de nuestras frustraciones no tendrían lugar o sería más fácil vencerlas. A ello os invito y me lo recuerdo a mí misma: este año DESEO CELEBRAR algo que me llevará a vivir y participar como si estuviera en Belén, un Nacimiento que hace que mi vida sea diferente, lo demás, adornos que prefiero pero que intentaré no necesitar.

Clara López

viernes, 9 de diciembre de 2022

DESEO CELEBRAR

Ya que tenemos claro que el hombre tiene deseos, hay uno especialmente peculiar y es el deseo de celebrar. Me viene a la mente el relato del evangelio donde Jesús les comunica a sus apóstoles, a sus amigos, el deseo de celebrar, en este caso, de celebrar la Pascua. Y es que Jesús también tuvo en su vida cantidad de deseos, para sí mismo y para los demás y los deseos seguro que le ayudaban a mover su mundo para cambiar y mejorar las cosas, como nosotros.

“Desear celebrar” es algo muy inherente al hombre y de ahí que forme parte de toda la historia de la humanidad, de todas las clases sociales, de todas las edades de la historia y se hace especialmente presente en algunos tiempos y días.

Tenemos tantas ganas de celebrar y nos parece tan importante que hasta en estos últimos años las celebraciones llenan nuestras publicaciones en las redes sociales y parece que no celebramos si no lo compartimos. Si no se ve, no existe, dicen algunos.

Pero el deseo de celebrar es mucho más profundo y nace de las propias entrañas del ser humano. Deseo celebrar una llegada, deseo celebrar un encuentro, deseo celebrar un año más de reunión familiar en la que estemos todos… pero hay un deseo por encima y que nos mueve desde hace muchos años y que Francisco y Clara especialmente lo entendieron: “deseo celebrar la memoria del Niño que nació en Belén y quiero contemplar de alguna manera cómo fue reclinado en el pesebre”. Y al igual que años antes Jesús pidió que se dispusiera todo para preparar la Pascua, Francisco encargó que se dispusiera todo para celebrar también esta pascua, este paso que supuso para la humanidad el nacimiento de Jesús.

Aunque este año no todo esté como te hubiera gustado…¡¡¡celebra!!! Porque por encima de las formas, está el motivo de la celebración y ese motivo sobrepasa nuestras expectativas. Por encima de la tristeza, del desencanto, de la nostalgia, de la falta de salud, no podemos negar que lo que celebramos es el Nacimiento del Hijo De Dios.

Clara López

jueves, 8 de diciembre de 2022

SOLEMNIDAD DE LA INMACULADA

Saludo de san Francisco a la bienaventurada Virgen María

Salve, Señora, santa Reina, santa Madre de Dios, María, que eres virgen hecha iglesia y elegida por el santísimo Padre del cielo, a la cual consagró Él con su santísimo amado Hijo y el Espíritu Santo Paráclito, en la cual estuvo y está toda la plenitud de la gracia y todo bien.

Salve, palacio suyo; salve, tabernáculo suyo; salve, casa suya.

Salve, vestidura suya; salve, esclava suya; salve, Madre suya y todas vosotras, santas virtudes, que sois infundidas por la gracia e iluminación del Espíritu Santo en los corazones de los fieles, para que de infieles hagáis fieles a Dios.

martes, 6 de diciembre de 2022

GRECCIO, HACE 800 AÑOS

La Familia Franciscana durante los próximos años vamos a celebrar el octavo centenario de una serie de acontecimientos que marcaron la vida de Francisco hasta su muerte. El primero de estos aniversarios es el de la Celebración de la Navidad.

El primer biógrafo de San Francisco, Tomás de Celano, describe con todo entusiasmo cómo celebró el santo la Navidad el año 1223 en un pueblo llamado Greccio.

Francisco quiso reproducir lo más fielmente posible un segundo Belén, con un buey y una mula, en una cueva, en plena naturaleza y en medio de la noche. Quiso que la gente de Greccio y los hermanos de los eremitorios más cercanos participaran de lo que allí se celebraba y que esa celebración los animara a una mayor fe y devoción. Una parte de esa celebración nocturna a cielo abierto fue precisamente, la celebración de una misa, en la que Francisco participó como diácono, leyendo el Evangelio y predicando. Su predicación no fue una predicación doctrinal, sino mímica. Lo hizo con el corazón y con las manos, con el rostro y con los gestos, con las palabras y con todo su ser. Aquella celebración fue mucho más que la representación del misterio del nacimiento del niño Jesús. De hecho, dice Celano en ese relato que la fe apagada en los corazones de muchos se despertó a una nueva vida.

La tradición popular considera a san Francisco como el “inventor de los belenes”, desde lo que vivió aquel día.

El Papa Francisco hace tres años firmó en ese mismo lugar, en Greccio, una Carta apostólica, “Admirabile signum”, sobre el significado y el valor del Belén en Navidad. Cada año, cuando llegan el tiempo navideño muchas familias se afanan por preparar el Belén. Es todo un rito que se vive con expectación, sobre todo se hay pequeños en casa. Incluso en las vacaciones de Navidad, una de las cosas que hacemos es visitar los belenes en iglesias o en lugares donde las asociaciones de belenistas nos muestran todo un arte en la creación y recreación de los mismos.

Para el Papa esta es una tradición que ayuda de manera “dulce y exigente” a trasmitir la fe de padres a hijos. “Comenzando desde la infancia y luego en cada etapa de la vida, nos educa a contemplar a Jesús, a sentir el amor de Dios por nosotros, a sentir y creer que Dios está con nosotros y que nosotros estamos con Él, todos hijos y hermanos gracias a aquel Niño Hijo de Dios y de la Virgen María. Y a sentir que en esto está la felicidad”.

Al celebrar este año la Navidad y al recordar aquella fecha de 1223, grabada en la espiritualidad franciscana, “también nosotros abramos el corazón a esta gracia sencilla, dejemos que del asombro nazca una oración humilde: nuestro “gracias” a Dios, que ha querido compartir todo con nosotros para no dejarnos nunca solos”.

Benjamín Echeverría, capuchino

jueves, 1 de diciembre de 2022

DESEO

Desear es un verbo, deseado es un adjetivo y deseo es un sustantivo y las tres palabras nos llevan a la misma realidad, una realidad que comienza en el interior de cada uno de nosotros y nos llevan a luchar cada día por algo que nos ilusiona o que creeemos que necesitamos o solamente nos apetece. Y por este impulso surgen de nosotros una cantidad enorme de distintas emociones. Yo también soy una de esas personas que se levantan cada día con un anhelo profundo, con un deseo o con varios y a lo largo de la vida he ido aprendiendo a que ni todos se pueden conseguir ni se pueden hacer realidad en el momento en el que queremos.

Cuando deseo algo material puedo pararme y pensar si de verdad puedo hacerlo realidad o me conviene pero cuando lo que deseo es algo más profundo no me queda otra que ponerme en manos de Dios y esperar y no porque Él me lo vaya a conceder, que hace mucho que dejé de creer en el Dios que concede deseos, sino porque en Él puedo esperar, con Él puedo continuar.

Lo más curioso es que últimamente, casi nada de lo que deseo se hace realidad por el camino o en el momento que lo deseo, sino que más bien viene por otros derroteros. Hace poco tiempo viví la experiencia de largos días de hospital que puedo asegurar que no deseaba para nada, pero un tiempo después tengo que confirmar que varios de mis deseos más profundos que necesitaba hacer realidad sí que se han hecho realidad pero en un tiempo y en una forma que no imaginaba.

María deseó y vio cumplida la promesa, Francisco deseó y preparó en Greccio un pesebre en el que hizo posible una noche la adoración del misterio más grande que tuvimos en la Tierra.

Sigamos deseando, sigamos haciendo realidad nuestros propios deseos y los de los demás pero no olvidemos que desear no es lo mismo que conseguir; en el desear va incluido el confiar y el esperar, actitudes esenciales para este tiempo de Adviento.

Clara López

martes, 29 de noviembre de 2022

CUATRO LARGAS SEMANAS DE ESPERA

Empezamos cuatro largas semanas de espera. Esperar. ¿Queda alguien que sepa esperar sin desesperar? Vivimos en una sociedad de una inmediatez patológica.

Cuatro largas semanas que llamamos Adviento, del latín adventus: “llegada”. Llegar. Otro verbo al que pedimos datos concretos: día, hora, medio de transporte, estación, terminal, datos climáticos, coordenadas GPS, equipaje… ¡Así no!

Se supone que estamos esperando a alguien que va a llegar, que se toma su tiempo dejando que nos preparemos para que no haya confusiones y, como ya pasó hace mucho, muchísimo, tiempo… “cuando menos lo esperaban, llegó el diluvio y se los llevó a todos”. Nos llegan profetas del consumo, voceros que nos hablan de la magia de este tiempo, frívolos cantamañanas, agoreros inyectando miedos, poderosos asustados de su poder disimulando para que no se les note… y caemos en este circo.

Cuatro largas semanas de Camino, paso a paso, con los pies descalzos sobre un desierto de asfalto y tecnología de la distracción, pero empeñados en estar atentos a tu Palabra.

Palabra que resuena como cada Adviento: “Estad en vela…” poniendo atención silenciosa, mirada contemplativa y expectación sin ansiedad, porque sabemos que lo que esperamos viene sin la premura acaparante del tiempo del mundo.

En estas cuatro largas semanas un suave susurro interior nos espabilará como cada Adviento: “Estad también vosotros preparados porque a la hora que menos penséis viene el Hijo del Hombre”.

Preparémonos ahondando en el mensaje, que no es una amenaza; es una celebración de Vida, llena de aceptación y de compromiso. Habrá visitas, encuentros, sustos, sueños y alguna que otra sorpresa.

Sólo entenderán los que se preparen desde la sencillez del corazón para recibir lo inexplicable: Dios hecho Niño.

Mari Paz López Santos

domingo, 27 de noviembre de 2022

EL ADVIENTO, SUEÑO DE DIOS EN NUESTRO CAMINAR HUMANO

Puede que los sueños estén desprestigiados. El viejo calificativo de “soñador” no dice bien de una persona. Y, sin embargo, no podemos vivir sin sueños. Es la señal de que uno está vivo. Solamente los muertos carecen de sueños. Es cierto que, con frecuencia, nuestros sueños están escondidos, agazapados. Diríase que no existen. Pero están ahí, debajo de la piel, callados a veces, activos otras. Pero siempre ahí.

Hablamos de sueños, no ensoñaciones. Los sueños son tales cuando se pone algo de nuestra parte para que puedan ser una realidad. Las ensoñaciones, por el contrario, nacen como sueños pero no podemos nada de nuestra parte para conseguirlos. Por eso se esfuman como la niebla; los otros persisten cada vez que damos un paso en la dirección que marcan.

Por experiencia sabemos que, generalmente, nuestros sueños son pequeños, se adaptan a lo cotidiano. Hay quien piensa que, de tan pequeños, son raquíticos. Pero, de cualquier manera, en esos sueños, en esos anhelos se urde nuestra vida. Son su esqueleto. Sin ellos, nuestra vida se derrumbaría como un castillo de arena. Por eso es preciso mirar con aprecio el mundo de nuestros sueños, incluso de los sueños que hace brotar el mundo de la fe.

Y dando un paso más se podría decir que Dios tiene sus sueños. Lo sabemos por Jesús (el gran sueño de la fraternidad, el reino), lo sabemos por los escritos del NT (reconciliar todo: Efesios, Colosenses). Y lo sabemos por el “misterio abrupto” (Rahner) de la encarnación. ¿Qué otra cosa puede querer decir este loco afán de Dios de querer mezclarse con lo nuestro, sino mostrar la evidencia del gran sueño del Dios de Jesús de unirse hasta el fondo a nuestro pobre camino humano?

Podríamos vivir el Adviento como el tiempo en que contemplamos el sueño que Dios acaricia: el de unirse a lo nuestro para que eso, tan humilde, cobre otro brillo y tenga horizonte. Esto nos conectará con todos los sueños de las personas, sobre todo con los de quienes están peor.

Fidel Aizpurúa, capuchino

miércoles, 23 de noviembre de 2022

MORIR EN PAZ

Pocas veces somos capaces de acercarnos al misterio de la muerte. En la mayoría de los casos es ella la que se nos acerca, sobre todo en el fallecimiento de alguien cercano; y al final a cada uno de nosotros. Es uno de los misterios más hondos y reales de toda nuestra vida.

Nadie sabe cómo afrontará este trance; tampoco uno elige la manera de morir, por mucho que nos preparemos. A algunas personas se les da terminar la vida sosegadamente; a otras, en cambio, les toca finalizar su andadura vital en medio del dolor, aunque no sea nada deseable. Ciertamente la medicina nos puede ayudar a morir con mayor dignidad, y es de agradecer.

Pero hay una paz a la hora de la muerte que va más allá del sosiego y de la turbación que podamos sentir en la última etapa de la vida. Es la paz de la persona que confía y sabe que está en buenas manos, que muere en abandono de fe. Y esta paz se vive tanto en medio de un final tranquilo como en medio de la angustia. Francisco de Asís se reconcilió con su muerte, antes de morir, llamándola “hermana muerte”. Así, la misma muerte está incorporada a la relación con Dios, porque ella, la muerte, no tiene la última palabra, sino Dios.

Hay mediaciones que a muchas personas les han ayudado, en diversos trances de la vida, a poder encajar lo amenazante y suavizar lo atroz. Uno de estos medios es la oración, el acto de ponernos en manos de otros que sabemos nos escuchan en nuestra situación última. Siguiendo una tradición muy enraizada en nuestro entorno, decimos desde lo más hondo y como nunca antes: “Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros, pecadores, ahora y en la hora de nuestra muerte.”

Carta de Asís, noviembre 2022

Y entonces vio la luz. La luz que entraba
por todas las ventanas de su vida.
Vio que el dolor precipitó la huida
y entendió que la muerte ya no estaba.
Morir solo es morir. Morir se acaba.
Morir es una hoguera fugitiva.
Es cruzar una puerta a la deriva
y encontrar lo que tanto se buscaba.

Acabar de llorar y hacer preguntas;
ver al Amor sin enigmas ni espejos;
descansar de vivir en la ternura;
tener la paz, la luz, la casa juntas
y hallar, dejando los dolores lejos,
la Noche-luz tras tanta noche oscura.


José Luis Martín Descalzo

viernes, 18 de noviembre de 2022

FRATELLI TUTTI EN IMÁGENES DE ANTONIO OTEIZA

NIÑOS MUERTOS: Con respecto a las crisis que llevan a la muerte a millones de niños, reducidos ya a esqueletos humanos -a causa de la pobreza y del hambre-, reina un silencio internacional inaceptable. Ante este panorama, si bien nos cautivan muchos avances, no advertimos un rumbo realmente humano. (FT 29)

martes, 15 de noviembre de 2022

CAMINO A LA FELICIDAD

Todos hemos hecho alguna vez la experiencia de ser felices de manera bonita y sencilla; hemos disfrutado de una hermosa tarde de verano paseando por las calles o sentados en un balcón viendo marcharse el sol hacia la noche; hemos disfrutado de momentos agradables con familiares o amigos que se han grabado para siempre en el recuerdo; hemos saboreado la frescura del viento en la montaña, el suave roce de la brisa en la playa, la dureza de una subida al monte para luego contemplar la belleza del panorama desde arriba; muchos de nosotros hemos sentido la paz interior a manera de un susurro musical que nos hablaba de la presencia misteriosa y real dentro de nosotros…

La felicidad no es cara. La felicidad es un regalo que no hay que tomarlo por hecho. En otras palabras, la felicidad se nos da gratis, pero no es barata. ¿Qué quiero decir con eso? Pues sencillamente que para ser feliz hay que ser coherentes: la llevamos dentro, pero hay que despertarla a base de una vida centrada y no fragmentada. La fragmentación es la norma de nuestra cultura postmoderna. Semejante fragmentación es la que impide que la mayoría de las personas vivan felices y alegres.

Hemos de vivir desde la unidad interior que da coherencia a lo que somos y hacemos. Es entonces cuando valoramos lo sencillo y disfrutamos de todo lo que sucede a nuestro alrededor.

Fernando Negro

viernes, 4 de noviembre de 2022

THE MYSTERY MAN

«The Mystery Man» es el resultado de un estudio de la Sábana Santa de más de 15 años realizado por artistas españoles para representar la imagen hiperrealista del cuerpo de Jesús.

La imagen ha sido creada con base en estudios 3D, introduciendo minuciosamente en ella la información detallada de los distintos estudios publicados sobre el Sudario de Turín a lo largo de su historia. 

Los detalles de la sangre, heridas, fracturas y posición del cuerpo... nos remiten a la entrega generosa de un Jesús plenamente humano que asume la voluntad del Padre hasta las últimas consecuencias.

miércoles, 2 de noviembre de 2022

LOADO SEAS MI SEÑOR POR LA HERMANA MUERTE

Llega noviembre y, aunque parezca un contrasentido, los cementerios se llenan de vida los primeros días con las personas que van a limpiar y adornar las tumbas y nichos donde están los restos mortales de sus seres queridos. Los días de Todos los Santos y de Difuntos nos permiten revivir el agradecimiento por el don de la vida, que es el mayor regalo que hemos recibido, y el regalo que ha sido para cada uno de nosotros las personas a las que hemos querido, nos han dado la vida, han formado parte de ella y ya no están entre nosotros.

Seguimos recordando y queriendo a los que se nos han ido y necesitamos hacer nuestro proceso de duelo o acompañar el duelo de otras personas, pues como expresa la liturgia cristiana, “la vida de los que en ti creemos Señor, no termina, se transforma. Y al deshacerse nuestra morada terrenal adquirimos una mansión eterna en el cielo”. Racionalmente comprendemos que, antes o después, todo ser vivo tiene que morir. Pero hay momentos en los que la muerte se nos hace especialmente difícil de asimilar, sobre todo cuando se produce en determinadas circunstancias.

Vivimos tiempos complicados y en estos años, debido a la pandemia, seguramente que todos, en mayor o menor medida, hemos sentido más cercana la posibilidad de la propia muerte. En estos años la hemos tenido a la vista y al alcance de todos. Creo que todos tenemos algún conocido, vecino, amigo o familiar, que nos ha dejado, dejando, precisamente un hueco que es difícil de llenar.

Pero, como somos también en cierto modo, hijos e hijas espirituales de San Francisco de Asís, os propongo que en este tiempo evoquemos su misma experiencia cuando la muerte se le hizo cercana. “Y por la hermana muerte, loado mi Señor; ningún viviente escapa a su persecución”. Son palabras del Cántico de las Criaturas que compuso Francisco de Asís al final de su vida, tiempo marcado por el dolor y la enfermedad. Aun así, él fue capaz de alabar al Señor por todas las criaturas que el mismo Señor ha creado, sin omitir ni siquiera la alabanza por la “hermana muerte”. Una tendencia bien contraria al tabú de mencionar la muerte, y menos para considerarla hermana. Para los cristianos, en la muerte, en la nuestra y en la de quienes nos han dejado ya, no estamos ante la nada ni ante el vacío total. Estamos ante el encuentro definitivo con Dios. En medio de la muerte hablamos de Resurrección. Momento en el que reencontramos ante Dios toda nuestra historia.

Así, la muerte no es una pared, un muro contra el que choca la vida y se destruye, sino que es una puerta abierta a la plenitud de la vida para la que fuimos creados; es la “hermana muerte” como la llamaba san Francisco de Asís.

Benjamín Echeverría, capuchino

sábado, 29 de octubre de 2022

CRÓNICA DEL EJIF 2022

El secreto está en mirarnos. Con este lema, comenzaba nuestro nuestro EJIF’22 (encuentro de jóvenes interfranciscano), un encuentro muy esperado y, desgraciadamente, aplazado por la pandemia. Y es que cuando conoces a alguien de verdad, con una mirada, las palabras sobran. Y fue así como casi 200 jóvenes procedentes de las diferentes familias de nuestro carisma franciscano pudimos conocernos durante el fin de semana del 21 al 23 de octubre en el Colegio Fundación Caldeiro, donde nuestros hermanos amigonianos nos acogieron y nos hicieron sentir como en nuestra propia casa.

Y la locura, esa bendita locura de la que hablaba san Francisco, comenzó. Poco a poco iban llegando de diferentes lugares de toda España… ¡¡¡y también de Francia y Portugal!!! Música, baile, juegos, diversión… la alegría y la fraternidad no faltaron desde el primer momento, e hizo que, si había alguna duda, todos nos sintiéramos como una sola familia. Y así comenzábamos el primer día concluyendo con una oración donde compartimos nuestros deseos más sinceros para este encuentro.

El segundo día prometía. Pudimos conocer a fray Luis Salazar, capuchino. Desde el inicio nos encandiló con su personalidad, experiencia y sinceridad. Desde su experiencia, como influencer católico y, además, franciscano, nos animó a evangelizar desde estos nuevos púlpitos que nos encontramos. Y después comenzó la feria. Sí, la feria franciscana donde cada familia nos acercó a su realidad local y compartió cómo viven el carisma franciscano. Eso sí… hubo que pasar por unas pruebas algo curiosas…

Por la tarde continuamos con talleres con tintes franciscanos: magia, música, poesía, danza contemplativa, oración, expresión corporal, escape room, manualidades… Y tras un merecido descanso, tuvimos una Vigilia de Adoración donde nos adelantamos a celebrar el Espíritu de Asís. El colofón lo tuvimos por la noche, donde pudimos disfrutar de un concierto muy especial a manos de Jesús Cabello, cantautor católico, donde con su música, testimonio y algún que otro toque de humor, movió no sólo los cuerpos, sino también el corazón.

Y finalmente el domingo, a pesar de la lluvia, emprendimos una marcha hasta la Basílica de Jesús de Medinaceli, donde nuestros hermanos capuchinos nos dieron la bienvenida y pudimos visitar la Basílica y concluir nuestro encuentro con la Eucaristía, que celebramos en la cripta.

¿Qué palabras resuenan después de este encuentro? Gracias, gracias, GRACIAS!!! Gracias a todos por haber hecho posible este encuentro tan especial. Y aunque tenemos nuestra cita dentro de dos años, esperamos veros a todos nuevamente en la JMJ en Lisboa, en la que ya estamos trabajando para poder vernos en algún momento de las jornadas. Por cierto… seguimos teniendo camisetas a 5 euros, jajajaja.

Un saludo a todos de Paz y Bien.

martes, 25 de octubre de 2022

LA AMISTAD ESPIRITUAL

En un sentido amplio, vivimos muchos tipos de relaciones fraternas. Hay algunas en sentido estricto de familia, o en la pareja, con los amigos, en comunidad… Vivimos todas ellas a la vez, y cada una tiene su peculiaridad y sus dimensiones propias que nos alimentan y dan vida. Hay una especial que es la amistad en el espíritu. Se da entre personas que, para su sorpresa, se quieren porque comulgan en su vida espiritual. No hay otros lazos que determinan su amistad, aunque no se excluyen, como puede ser la pertenencia a la familia, a la comunidad, a un grupo, etc. Lo que determina su relación es que en un momento determinado han conectado entre ellas porque viven una historia de fe y se han reconocido en ella.

No es algo extraordinario porque está hecha de cariño, de vinculación, de confianza; pero no depende de otros factores como la presencia continuada, o gustos iguales, o de estar de acuerdo ideológicamente, etc. Favorece la libertad porque se reconoce la autenticidad y la verdad del camino de la otra persona, más allá de los roles que cada uno juega en otros apartados de la vida. Y sobre todo, Dios es el origen y la meta de lo que está en el fondo de la relación. Esto último ayuda a liberar la relación de otras necesidades que cada cual vive.

Esa comunión espiritual no nace del solo querer sino muchas veces del mero acoger lo que, por lo que sea, se ha encontrado. Puede haber cristalizado por un encuentro, una oración compartida, una lectura y comunicación fortuita… Ciertamente que cada uno ha tenido que haber recorrido un camino de fe, de búsqueda y trabajo; y también ha habido ciertas coincidencias (respeto, libertad, mínimo de confianza…) que han ayudado a que cristalizara la amistad. Pero en el fondo un amigo/a espiritual es un tesoro ofrecido por Dios para la vida de fe de cada uno.

Carta de Asís, octubre 2022

jueves, 20 de octubre de 2022

FRATELLI TUTTI EN IMÁGENES DE ANTONIO OTEIZA

SUFRIMIENTOS DE LA MUJER: La aberración no tiene límites cuando se somete a mujeres, luego forzadas a abortar. Un acto abominable que llega incluso al secuestro con el fin de vender sus órganos. Esto convierte a la trata de personas y a otras formas actuales de esclavitud en un problema mundial que necesita ser tomado en serio por la humanidad en su conjunto, porque «como las organizaciones criminales utilizan redes globales para lograr sus objetivos, la acción para derrotar a este fenómeno requiere un esfuerzo conjunto y también global por parte de los diferentes agentes que conforman la sociedad».

martes, 18 de octubre de 2022

CELEBRAR LA REGLA FRANCISCANA

Todos los miembros de la Familia Franciscana profesan una Regla que se convierte en forma de vida y que consiste en observar el Evangelio. La celebración de la Regla bulada nos recuerda que, para Francisco de Asís, el núcleo de la misma es el Evangelio, como afirma en su Testamento: «el Altísimo mismo me reveló que debería vivir según la forma del santo Evangelio. Y yo hice que se escribiera en pocas palabras y sencillamente, y el señor Papa me lo confirmó» (Testamento 14-15). Su escucha orante de las palabras de Jesucristo lo hace exclamar junto a sus primeros hermanos: «“¡He aquí lo que anhelábamos! ¡He aquí lo que buscábamos!”. Y el bienaventurado Francisco agregó: “Esta será nuestra Regla”» (Anónimo de Perusa 11).

Ningún miembro de la Familia Franciscana profesa su propia Regla en privado, porque está llamado a vivir el Evangelio en fraternidad. Es importante recordar que Francisco compuso la Regla bulada durante un período de su vida en el que tuvo que afrontar numerosas tensiones y crisis a nivel fraterno, pero no renunció a la profecía de vivir como hermano de todos, y nos invita a hacer lo mismo. «Santo del amor fraterno » (Fratelli tutti 2), porque sus gestos y sus palabras pueden todavía, después de 800 años, iluminar el camino de una comunidad eclesial que busca convertirse en una Iglesia en salida, sinodal, a la escucha de todos, cercana a los más pequeños, portadora de una buena notica que tiene el poder de llenar de alegría y sentido la vida de quienes la acogen (cf. Evangelii gaudium 21).

Celebrar la Regla bulada como Familia Franciscana es una oportunidad para conocernos mejor, para promover la comunión y la confianza mutua entre nosotros, para redescubrir la importancia de soñar juntos y para abrir nuevos caminos que nos permitan ser una fraternidad abierta y en salida, constructora de una nueva cultura, la cultura del encuentro y de la amistad social, una fraternidad que desea llegar a Todos los miembros de la sociedad, «cada uno con la riqueza de su fe o de sus convicciones, cada uno con su propia voz, todos hermanos» (Fratelli tutti 8).

jueves, 13 de octubre de 2022

¿QUÉ DICEN LOS EVANGELIOS SOBRE LAS LIMOSNAS? (Última entrega)

La sociedad cambia, pero la costumbre de la limosna continúa. Incluso adquiere otras formas de más rango social (subvenciones entendidas como limosnas, no como derechos sociales). En el AT y en la sociedad de Jesús es práctica común (eran tiempos de pobreza) y además en formas consagradas (por ejemplo la limosna que se da en Jerusalén tiene doble valor).

Jesús no cuestiona la existencia de esa práctica penitencial, pero la reorienta, la trata a su manera. Esta reorientación lleva, en el fondo, a plantearse la coherencia de tal práctica religiosa y su consiguiente transformación en caminos de solidaridad, no tanto de dar, sino de darse.

  • El principio reorientador de la limosna es hacerlo “en lo escondido” porque es ahí donde el Padre lo ve (Mt 6,4). Esto quita el aguijón al veneno del donante que siempre quiere que conste su nombre, sobre todo si el donativo es cuantioso. Un dar poniendo delante el yo no es darse; y eso no entra bien en el camino evangélico.
  • El segundo principio reorientador es “que tu mano izquierda no sepa lo que hace tu derecha”. Es decir: no llevar cuentas de lo que se da porque esa es la manera de que, después, se pueda llegar a exigir una contrapartida. Porque si se exige contrapartida no estamos ya en el marco del darse.
  • El tercer principio reorientador es, según Mc 7,9-13 (declaración de “corbán”), que la justicia está por encima de la limosna. Por eso, si una limosna colisiona con la justicia, si mantiene la injusticia, es una limosna cuestionable según el pensamiento de Jesús.

Texto: Mc 12,41-44: «Se sentó enfrente de la Sala del Tesoro y observaba cómo la multitud iba echando monedas en el tesoro; muchos ricos echaban en cantidad. Llegó una viuda pobre y. echó dos ochavos, que hacen un cuarto. Convocando a sus discípulos, les dijo:- Esa viuda pobre ha echado en el tesoro más que nadie, os lo aseguro. Porque todos han echado de lo que les sobra; ella, en cambio, sacándolo de su falta, ha echado todo lo que tenía, todos sus medios de vida».

  • El texto, que ya hemos citado en otras ocasiones, es un ejemplo claro de superación del dar por el darse. Efectivamente, la pobre mujer da “de su falta”, de su necesidad, de ella misma, no de lo que le sobra. Se da a sí misma en el poco dinero que tiene para sobrevivir.
  • Por eso queda presentada como ejemplo de ciudadana del reino: es ciudadano quien se va entregando a los demás sin llevar cuenta de lo que da y sin demandar ninguna alabanza porque su limosna se pierde en el mar de las otras limosnas.
  • Por otra parte, el lector de hoy pone un correctivo al texto: la mujer confía en que su limosna llegue a su objetivo, a los pobres. Esa confianza es un gran valor. Pero los vericuetos de las limosnas incontroladas son muchos. Por eso, se requiere la transparencia de que tales limosnas llegan al fin que se propone. Esta verificación no es desconfianza, sino el control que cualquier actividad económica necesita.

Aplicación: Dar o darse. Aquejada nuestra sociedad de una mentalidad monetarista, la sociedad ha creído que dar era siempre un problema, sobre todo cuando se trata de dar los beneficios sociales a quienes no se consideran agentes productivos. Desde ahí no se ha podido entender que había otros bienes, no monetarios, que eran compartidos con los “improductivos” y que, por ello, podía haber un trasvase social de bienes, siendo el dinero uno más de ellos. Así se habría suavizado la tensión del dar y se habría ampliado su ámbito de influencia. Pero hay más: esta mentalidad monetarista es la que ha impedido ver que la razón y la meta del dar es el darse, que cuando la persona se da, independientemente de su situación económica, es cuando hay posibilidad de humanidad para todos, para el que tiene (que deja de tener tanto) y para el que no tiene (haciéndole ver que en el otro es donde tiene posibilidad y horizonte). Esa actitud interna de disponibilidad se concreta, a través de la certeza de responsabilidades adquiridas, en políticas sociales de compartir social. No se trata de subvencionar a modo de limosnas a quien tiene necesidad, sino de ver que los beneficios de todos han de ser repartidos entre todos. Por eso mismo el darse social apunta a modos de reparto nuevo que hasta ahora no se han abierto paso en el itinerario social moderno. El darse social revolucionaría el fenómeno del reparto y, con él, el horizonte social.

De entre los intentos que van en esta dirección es de destacar el de la renta básica que es un ingreso pagado por el Estado, como derecho de ciudadanía, a cada miembro de pleno derecho o residente de la sociedad incluso si no quiere trabajar de forma remunerada, sin tomar en consideración si es rico o pobre o, dicho de otra forma, independientemente de cuáles puedan ser las otras posibles fuentes de renta, y sin importar con quien conviva. Sería un colchón que suavizaría el aterrizaje de los perdedores en la nueva economía. Las críticas de que desincentivaría la búsqueda de trabajo  y que es algo muy caro se tienen difícilmente en pie. Muchos economistas están convencidos de que la renta básica es una propuesta justa. Justa en un sentido muy preciso: garantizaría la existencia material de toda la población.

Pero el darse tiene sus coartadas: la pobreza, la carencia de poder, la insignificancia social, la dificultad para la comprensión de los vastos problemas de la sociedad, etc. Todo se parapeta en la sencilla pregunta de ¿yo qué puedo hacer? En realidad, esta cuestión habría de ser sustituida por la de ¿yo qué estoy dispuesto a hacer? Enarbolar coartadas es, con frecuencia, echar una cortina de humo sobre los problemas. En ese sentido hay que ejercer una continua crítica sobre la no intervención social. La implicación es más sutil y pasa por el compromiso personal con la conciencia. Por encima de otros compromisos con agentes sociales está el valor de la palabra íntima y de las creencias que cada cual tiene. Pero también, como antes dijimos, cuenta decisivamente el itinerario de responsabilidad que cada persona va construyendo.

Una sociedad asentada sobre el darse es, hoy por hoy, un sueño inalcanzable porque el ser humano camina en la historia, todavía, en fases de egoísmo primigenio que le hacen muy cuesta arriba la espiritualidad del darse. Por eso mismo, los niveles de igualdad social son, aún, bajos y son triunfadores aquellos, personas y entidades de gran volumen social, que luchan con denuedo no solamente por el mantenimiento de la desigualdad, sino por su acrecentamiento. Y siguen cosechando grandes éxitos aunque, creemos, que tienen los siglos contados.

Fidel Aizpurúa, capuchino

jueves, 6 de octubre de 2022

ADMIRACIÓN Y PRESENCIA

El mes de octubre nos lleva a San Francisco de Asís. Un santo al que nos acercamos siempre sin prejuicios, cuya figura está construida entre la leyenda y la historia. San Francisco de Asís ha sido y es siempre así: admiración y presencia.

Muchos de nosotros tratamos de vivir nuestra vida desde la misma experiencia que él transmitió de su relación con Dios, con los seres humanos y con la creación. En un momento de su vida llegó a decir: ¡Esto es lo que quiero, esto es lo que busco! Y eso mismo es lo que queremos y buscamos.

En esa búsqueda Francisco se acerca al Evangelio. Lo acepta y lo mete en su vida. Dios, el Altísimo, le reveló que tenía que vivir según el santo Evangelio. Así lo dice en el Testamento que el Poverello escribió al final de su vida. Francisco acude a la Iglesia y esta no le niega este derecho tan fundamental del cristiano: vivir el evangelio. Su vida está marcada por una serie de encuentros: con Cristo, con los débiles, leprosos, lo que nada tienen. Con el Creador y las criaturas. Y se hace hermano de todos. En el diálogo con todos escucha y se hace cercano. También sirve. El suyo es un diálogo de cercanía, viviendo atento a lo que puede necesitar el hermano.

La Familia franciscana comenzamos a celebrar el próximo año 2023 un centenario, el Octavo, que se va a prolongar a lo largo de un trienio. Celebraremos el 800 aniversario de la Regla no Bulada de San Francisco, la Navidad en Greccio (2023), los Estigmas (2024), el Cántico de las Criaturas (2025) y, como culminación, la Pascua de San Francisco (2026).

Quienes formamos parte de la gran familia franciscana creemos que sus gestos y sus palabras pueden todavía, después de 800 años, iluminar el camino de una comunidad eclesial que busca convertirse en una Iglesia en salida, sinodal, a la escucha de todos, cercana a los más pequeños, portadora de una buena noticia que tiene el poder de llenar de alegría y sentido la vida de quienes la acogen (cf. Evangelii gaudium 21).

También creemos que a San Francisco lo podemos ver todos los días. Está en todas las personas que siguen creyendo, a pesar de tantos pesares, que el sol es hermano; la luna y las estrellas claras y preciosas; la tierra es madre, que nos sustenta y gobierna; el agua es útil, humilde, preciosa y casta; el fuego robusto y fuerte; que las personas pueden perdonar y soportar enfermedad y tribulación, por tu amor; y, que de la hermana muerte ningún viviente puede escapar. A Francisco lo seguimos viendo en quienes sienten que los seres humanos somos hermanos y buscamos el bien.

Benjamín Echeverría, capuchino

martes, 4 de octubre de 2022

FIESTA DE SAN FRANCISCO DE ASÍS

Francisco de Asís es un ejemplo claro de humanidad. Descubrió a un Jesús pobre y entregado que es como nosotros y que no se avergüenza de ello. Descubrió al hermano del que no se apartará, aunque falle mil veces en sus propias narices. Descubrió una Iglesia materna en el duro envoltorio de una Iglesia poderosa y violenta. Descubrió en las criaturas una posibilidad de conectar con la esencia de lo humano

El camino a seguir queda claro: tú que eres humano, habrás de ser siempre más humano. Tú que anhelas entrar en el corazón del otro, has dejar la puerta del tuyo siempre abierta. Tú que puedes mirar a quien se relaciona contigo con los ojos del corazón, has de entender que unos ojos humanos son los que siempre están del lado de quien sufre. No te canses de ser más humano.

martes, 27 de septiembre de 2022

ENSANCHANDO LA MIRADA

Nuestro compromiso por los demás lo hemos entendido muchas veces como mero compromiso individual. En esta sociedad donde lo primero y lo último es uno mismo y sus cosas, donde cada cual se entiende individualmente, también la solidaridad se vive desde uno mismo, independientemente de los demás. Las realidades sufrientes que me llegan me piden ser generoso con los necesitados. Así, la solidaridad se vive como dimensión netamente individual.

Sin embargo, la solidaridad tiende en su misma dinámica a la vinculación con otras personas. Esta vinculación se da con las personas que requieren de mi generosidad como con las personas que también se entregan hacia los demás. “Nadie se salva solo” decía el Papa Francisco. El movimiento de solidaridad que nace de nuestra fe y de la conciencia de nuestra humanidad nos lleva a hacer alianzas, a confiar en otras personas, a acercarnos a otros hombres y mujeres hasta vivir una especie de comunidad.

La solidaridad tiene en su origen y en su meta personas vinculadas, ligadas por las situaciones de sufrimiento y limitación, y por la necesidad de trabajar juntos por un mundo mejor y más fraterno. Cuando me acerco a personas que me necesitan me encuentro comprometido, ligado a ellas; y también a otras personas movidas por la misma dinámica que la mía. Las primeras ya no serán hombres y mujeres necesitadas sino personas con rostro humano, únicas, irrepetibles. Otras ya no serán individuos solidarios, sino personas con rostro humano, únicas, irrepetibles. Y con todas ellas quedaré vinculado en adelante. No será solamente la necesidad de los demás la que me mueva, sino las personas mismas que ya en adelante no serán ajenas a mí.

En medio de esta sociedad de personas desvinculadas unas a otras, la solidaridad me liga a los demás y me hace buscar y trabajar por un mundo más vinculado, comunitario, fraterno. La solidaridad me ensancha el horizonte humano, me ensancha en las relaciones y en la mirada a los demás.

Carta de Asís, septiembre 2022

sábado, 24 de septiembre de 2022

TIEMPO DE LA CREACIÓN 2022

A través de las explicaciones de la arquitecta Chiara Curti, este video desvela la preocupación de Gaudí por el cuidado de la creación. La obra hace que la Sagrada Familia hable de la idea que Gaudí tenía de la naturaleza y de cómo veía al ser humano dentro de ella.

jueves, 22 de septiembre de 2022

HUMANO, MÁS HUMANO

Los Ministros Generales de las tres órdenes franciscanas (OFM, OFM conventuales y OFM capuchinos), junto con el Ministro General de la Tercera Orden Regular (TOR) y de la Orden Franciscana Seglar (OFS) mandaron una carta a los hermanos de la Primera Orden, a las hermanas Clarisas, a los hermanos de la OFS-Jufra y a los de la TOR para animarnos a participar en el Octavo Centenario de varios acontecimientos importantes de la vida de Francisco de Asís. En el año 2023 nos proponen recordar la Regla y la Navidad de Greccio.

Por eso, desde todas los ámbitos pastorales de la Provincia capuchina de España, nos unimos en el curso 2022-2023 a celebrar la encarnación de Jesús como lo hizo Francisco de Asís en el año 1223 en Greccio. Y lo hacemos con el lema “Humano, más humano”.

En la pestaña correspondiente encontrareis todo el material que hemos preparado. Un saludo de paz y bien.
La comisión de Pastoral Juvenil

martes, 13 de septiembre de 2022

viernes, 2 de septiembre de 2022

TIEMPO DE LA CREACIÓN 2022

El Tiempo de la Creación es una celebración cristiana anual para escuchar y responder de manera conjunta al clamor de la Creación: la familia ecuménica se une en todo el mundo para orar y para proteger nuestra casa común.

Este Tiempo de "Celebración" comienza el 1 de septiembre, con la Jornada Mundial de Oración por el Cuidado de la Creación, y culmina el 4 de octubre, con la fiesta de San Francisco de Asís, patrono de la ecología y apreciado por muchas confesiones cristianas.

Este año nos uniremos en torno al tema "Escuchar la voz de la creación".

El salmista declara: "Los cielos proclaman la gloria de Dios; el firmamento revela la obra de sus manos. Un día se lo cuenta al otro día; una noche se lo enseña a la otra noche… sin que se escuche una sola voz, su mensaje recorre toda la tierra y llega al último rincón del mundo, en donde el sol pasa la noche." (19:1-4)

En la oración nos enfocamos en el grito de la Tierra y en el grito de las personas pobres. Durante el Tiempo de la Creación, nuestra oración y nuestra acción común pueden ayudarnos a escuchar las voces silenciadas. En la oración nos lamentamos por las personas, comunidades, especies y ecosistemas que se han perdido, y por quienes ven amenazados sus medios de subsistencia por causa de la pérdida de su hábitat y del cambio climático.

Que este Tiempo de la Creación 2022 renueve nuestra unidad ecuménica, renovándonos y uniéndonos por nuestro vínculo de paz en un solo Espíritu y en nuestro llamado a cuidar nuestra casa común. Y que este tiempo de oración y acción sea un tiempo para escuchar la voz de la Creación, para que nuestras vidas, en palabras y en acciones, proclamen buenas noticias para toda la Tierra.

seasonofcreation.org

jueves, 11 de agosto de 2022

SANTA CLARA DE ASÍS

Recordamos, en el día de su fiesta,  las mismas palabras de bendición que santa Clara compuso para sus hermanas y que muestran toda la ternura de su maternidad espiritual: «Os bendigo en vida y después de mi muerte, como puedo y más de cuanto puedo, con todas las bendiciones con las que el Padre de las misericordias bendice y bendecirá en el cielo y en la tierra a sus hijos e hijas, y con las que un padre y una madre espiritual bendicen y bendecirán a sus hijos e hijas espirituales. Amén»

viernes, 5 de agosto de 2022

SEGUNDA TANDA DE URBASA

Ninguno de vosotros había estado en una tanda de Urbasa. Era un riesgo para todos, para los animadores porque no teníais referentes y para vosotros que os lanzabais a la piscina. Pero Urbasa nunca defrauda y las despedidas llenas de abrazos, emoción, lágrimas y muchísimas sonrisas demostraron que la Vida que se respira en Urbasa tiene algo de mágico, tiene algo de Dios.

jueves, 4 de agosto de 2022

PRIMERA TANDA DE URBASA

Queríamos volver a vivir Urbasa. Lo echábamos de menos. ¡Y ha superado las expectativas! Paseos (travesía), comidas, piscina, talleres, juegos, acertijos-fotos, veladas, oraciones: todo ha estado lleno de Vida, lleno de Dios. Y sobre todo volver a sacar lo mejor de nosotros mismos y demostrar que otra forma de vida es posible. Nos encanta juntarnos, querernos y abrazarnos así. Habrá que seguir intentándolo más allá de la puerta roja también. Un abrazo para todos los que habéis estado allí.

viernes, 1 de julio de 2022

TIEMPO DE VERANO

Dios, que nos ama y desea nuestro bien, quiere que aprovechemos las oportunidades de descansar y coger fuerzas, de cambiar el chip y gozarnos de la existencia en el sentido más pleno de la palabra. Si no es posible por las circunstancias, al menos llenarnos de todo el bien que nos rodea que no nos fijamos durante el resto del año. Démonos una oportunidad, confiemos. Y para comenzar con la mejor actitud, hagamos una oración del siguiente poema de Ángel Moreno:

Tiempo de verano
Amigo, amiga:
La naturaleza te espera
para aliviarte de tu trabajo.
Si caminas, escucha tus pasos,
observa tu sombra que se alarga
y gustarás el acompañamiento
más íntimo y consciente.
Agradece la brisa, el viento suave,
el agua refrescante, el azul del cielo.
No avances los días sin mirada
a lo que permanece y te espera:
No pierdas la ocasión de escuchar
el gemido interno, la moción de paz,
la soledad sonora y anchurosa.
Atrévete a rezar aunque sea un poco.
Lee, descansa, déjate querer.
Oye el murmullo de las olas,
y quizá el bramido del mar.
Contempla, calla, admira,
Observa, cada instante encierra
el posible beso invisible del Amor más grande.

Gabriel Mª Otalora

martes, 28 de junio de 2022

EXPECTATIVAS INCUMPLIDAS

Se dan diversas etapas en la vivencia de la fraternidad, de la familia, de la relación de amistad. Hay momentos donde aparece un punto de soledad que conlleva cierto dolor, añoranza, insatisfacción... Son muchas las circunstancias donde se genera esa soledad en medio de la convivencia: la impresión de que casi siempre me toca a mí poner más que los demás, o cuando creo percibir desinterés hacia mí por parte de los me rodean, o porque noto que los demás no vibran con la cosas con las yo vibro...

Pueden ser solo momentos pasajeros. Pero también puede que sean signos de que la fraternidad, la familia, la comunidad no cumple ni cumplirá lo que me había imaginado, deseado, buscado. Surge ese sentimiento de soledad no buscada, esa soledad que incomoda y duele. No es fácil acertar en el reparto de responsabilidades por la situación creada. Quizá yo mismo había puesto excesivas expectativas en la fraternidad; o son los demás quienes no caen en la cuenta de mi necesidad de ser atendido; o tal vez sean las dos cosas.

Hay tres actitudes que nos ayudarían a manejarnos en estas situaciones de soledad. La primera es comunicar de algún modo a los demás sobre la soledad que vivo y sobre mi necesidad de ser querido y correspondido, de mis pequeñas o grandes frustraciones en ello. La segunda actitud sería acertar en acomodar mis expectativas a lo que de verdad puede dar la fraternidad, asumiendo mi cupo de soledad. Y la tercera actitud será la de mirar si no les sucede algo parecido a los demás con respecto a mí, si no soy yo también alguien que ha frustrado sus expectativas a mis hermanos y hermanas.

En fraternidad aprendemos a darnos permiso para desear, para anhelar, para soñar y esperar lo que otros pueden aportarnos. Pero sin convertir el deseo en exigencia, el anhelo en obligación o la respuesta en condición.

Carta de Asís, junio 2022

jueves, 23 de junio de 2022

FRATELLI TUTTI EN IMÁGENES DE ANTONIO OTEIZA

HOMBRE Y MUJER IGUALES: De modo semejante, la organización de las sociedades en todo el mundo todavía está lejos de reflejar con claridad que las mujeres tienen exactamente la misma dignidad e idénticos derechos que los varones. Se afirma algo con las palabras, pero las decisiones y la realidad gritan otro mensaje. Es un hecho que «doblemente pobres son las mujeres que sufren situaciones de exclusión, maltrato y violencia, porque frecuentemente se encuentran con menores posibilidades de defender sus derechos»


martes, 21 de junio de 2022

¿QUÉ DICEN LOS EVANGELIOS SOBRE EL FUTURO?

El presente de los tiempos bíblicos fue duro. Por eso mismo no vertían sus preocupaciones en el futuro, sino en el día a día. Pero el interrogante del futuro, que siempre ha acompañado el transitar humano, aparece con frecuencia en las páginas bíblicas (así en las páginas de Daniel o de Zacarías: oráculos de “aquel día”).

En la época de Jesús había una preocupación popular por la venida del Mesías que coincidiría con los días finales del mundo. No se tenía el panorama evolutivo del cosmos que todos conocemos hoy por la ciencia moderna. Jesús mismo parece que heredó este pensamiento que pasó a ser una de las primeras preocupaciones de los cristianos (como se ve en 1 Tesalonicenses). No obstante, el pensamiento de Jesús sobre el futuro pasa por los modos del presente. No es uno que olvide el presente sino, como decimos modernamente, el futuro que tendremos pasa por el presente que tenemos, que construimos.
  • En las parábolas ecológicas que hemos visto (Mt 6,24-34) se repite varias veces: “no andéis preocupados”. Las excesivas preocupaciones no solamente bloquean la posibilidad de aceptar la propuesta de Jesús, sino que también malean y llenan de sinsabores el presente.
  • En Mt 10,23 y en Mc 13,30 se desvela el pensamiento de Jesús sobre un futuro inmediato en que el mundo llegará a su plenitud. Quizá sean textos que pertenecen a las primeras comunidades porque el actuar de Jesús no está marcado por ningún frenesí de esperanza inminente.
  • Es, sin duda, la comunidad cristiana la que ha elaborado una teoría sobre un futuro inmediato influenciada por el ambiente (Mt 24,29). Estando en situación difícil, han imaginado el futuro como una consumación, un cataclismo. No conocían las teorías del expansionismo del cosmos que conocemos nosotros. Pero ni aún así, el cristianismo primitivo ha logrado mantenerse en el marco de una indudable valoración de la historia, del presente: es necesario pasar por él para entender el proyecto de Jesús
Texto: Mt 25,31-40: «Cuando venga en su gloria el Hijo del hombre, y todos los ángeles con él, se sentará en el trono de su gloria, y serán reunidas ante él todas las naciones. Él separará a unos de otros, como un pastor separa las ovejas de las cabras. Y pondrá las ovejas a su derecha y las cabras a su izquierda. Entonces dirá el rey a los de su derecha: “Venid vosotros, benditos de mi Padre; heredad el reino preparado para vosotros desde la creación del mundo. Porque tuve hambre y me disteis de comer, tuve sed y me disteis de beber, fui forastero y me hospedasteis, estuve desnudo y me vestisteis, enfermo y me visitasteis, en la cárcel y vinisteis a verme.” Entonces los justos le contestarán: “Señor, ¿cuándo te vimos con hambre y te alimentamos, o con sed y te dimos de beber?; ¿cuándo te vimos forastero y te hospedamos, o desnudo y te vestimos?; ¿cuándo te vimos enfermo o en la cárcel y fuimos a verte?” Y el rey les dirá: “Os aseguro que cada vez que lo hicisteis con uno de éstos, mis humildes hermanos, conmigo lo hicisteis».
  • Es la quinta de las instrucciones del evangelio de Mateo. La más importante: el reino alborea cuando modifica el presente a favor de los frágiles. No se trata de que triunfe una religión, sino de que las necesidades humanas, la cuota de dicha de cada cual, sea un logro.
  • Una fe que no influye el presente no es la que propone Jesús. La suya es una religión hecha para modificar la historia a favor del humilde. Si eso no se da, el reino no alborea.
  • Por eso, la propuesta de Jesús modifica el tiempo, no el cronológico, sino el humano: cuanto más nos apuntamos a la justicia, tanto antes llega la plenitud; cuanto menos trabajamos la justica, tanto se retrasa el día del reino.
  • La propuesta de Jesús quiere mejorar las relaciones humanas del presente a todos los niveles. Si esa propuesta no influye en este momento está siendo estéril.
Aplicación: El futuro queda hipotecado si no salimos de la conciencia aislada. Es muy posible que un análisis inmediato lleve a la conclusión de que en el actual devenir del mundo la conciencia aislada ocupa un centro que nadie es capaz de disputarle. Por eso mismo hay que tratar de construir un modelo ético que, al menos, aminore los efectos del imperio de la conciencia aislada.

Tiene razón el papa Francisco cuando dice: “El gran riesgo del mundo actual, con su múltiple y abrumadora oferta de consumo, es una tristeza individualista que brota del corazón cómodo y avaro, de la búsqueda enfermiza de placeres superficiales, de la conciencia aislada. Cuando la vida interior se clausura en los propios intereses, ya no hay espacio para los demás, ya no entran los pobres, ya no se escucha la voz de Dios, ya no se goza la dulce alegría de su amor, ya no palpita el entusiasmo por hacer el bien” (EG 3).

Para ello será necesario asomarse al interior del hecho social para sufrir un triple impacto: a) la percepción de la implicación creatural: por el hecho de ser criatura se crea una responsabilidad común con toda otra criatura; b) la activación del sentido de familia, ya que vivir con otros humanos nos hace iguales a ellos y crea lazos de familia básica de los que no sería ético renegar; c) llegar a percibir las situaciones ajenas de dolor como algo que es parte del propio dolor, ya que la respuesta al sufrimiento del otro da la talla de nuestra propia humanidad. Si no se cultiva este mundo de relaciones internas en el seno del hecho social, la deriva hacia la conciencia aislada será siempre un peligro que acecha.

Todo ello habría de llevar a la persona a sentir un temblor común por el futuro de la vida, ya que la conciencia aislada es, sin duda, el mayor enemigo de tal futuro. Por el contrario, sea cual sea, el futuro de lo que vive está mejor garantizado cuando uno se abre a la realidad de lo otro sintiéndose parte de un todo que no anula sino que es garantía de futuro para cada persona, para cada criatura.

Fidel Aizpurúa, capuchino

domingo, 19 de junio de 2022

CORPUS CRISTI

La Eucaristía nos habla del amor de Dios hecho presencia: Dios está con nosotros; en nuestros pueblos y ciudades siempre hay una casa abierta en la que habita Dios hecho vecino de nuestras penas y alegrías, dispuesto siempre a la confidencia. ¡Cómo cambiarían nuestras vidas si fuésemos conscientes de esa verdad! La calidad de nuestra convivencia subiría muchos enteros si la contrastáramos con este divino interlocutor.

La Eucaristía nos habla del amor de Dios hecho entrega. “Tanto amó Dios al mundo que entregó a su Hijo”. Y éste se tomó a sí mismo, se hizo Eucaristía y dijo: “Esto es mi Cuerpo entregado...; esta es mi Sangre derramada; tomad”.

La Eucaristía nos habla del amor de Dios hecho comunión: “Comed, bebed...; el que come mi carne tiene vida eterna”.

jueves, 16 de junio de 2022

AGARRARTE A LA VIDA

“Agarrarte a la vida” Así se llama esta nueva canción. Y quiero contaros el porqué de esta nueva composición… Desde hace años recibo mensajes pidiéndome que escriba sobre el suicidio. Desde que estudiaba Psicología es algo que siempre me ha costado comprender. Huía de él, como también lo ha hecho nuestra sociedad. Pero hace pocos meses fueron varias las señales que me hicieron por fin componer esta canción que, por supuesto, han revisado expertos, compañeros psicólogos y profesores míos de la Universidad. La he escrito de la mano de una amiga de toda la vida que está viviendo este proceso. La he hecho para ella, para mí y para todo aquel que la quiera y necesite. Y sobre todo, la he escrito para quienes viven cerca de personas que no logran ver la luz. Hay mucho estudio, trabajo, respeto, mucha emoción y muchísimo cuidado en todo lo que vais a ver y escuchar. Afortunadamente cada vez se habla más de salud mental, depresión y suicidio. Ojalá esta canción sea una herramienta más para seguir dando visibilidad a nuestro bienestar mental y emocional.

Rozalen

domingo, 12 de junio de 2022

LA TRINIDAD, UN MISTERIO QUE DA VIDA

Celebramos la fiesta del Misterio de la Santísima Trinidad: la verdad íntima de Dios, su misterio. Y la verdad fundamental del cristiano. Para unos resulta prácticamente insignificante; para otros, teóricamente incomprensible...Y así, unos y otros, por una u otra sinrazón, “pasan” de él. ¿Tanto nos habremos insensibilizado y distanciado de nuestros núcleos originales? En su nombre somos bautizados; en su nombre se nos perdonan los pecados; en su nombre iniciamos la Eucaristía; en su nombre vivimos y morimos: en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo.

Hoy se constata una tendencia a prescindir de Dios. Insensibles, vamos acostumbrándonos o resignándonos a eso que ha dado en llamarse “el silencio de Dios”, y que otros, más audaces, denominaron “la muerte de Dios”; sin percatarse de que, en esa atenuación o desaparición del sentido de Dios, el más perjudicado es el hombre, que pierde así su referencia fundamental (Gén 1, 26-27), hundiéndose en el caos de sus propios enigmas.

¿Quién es Dios? Una pregunta desigualmente respondida, pero una pregunta ineludible, inevitable, porque Dios no deja indiferente al hombre; lo lleva muy dentro para desentenderse de Él.

Para nosotros, ¿quién es Dios? Dios no puede ser afirmado si, de alguna manera, no es experienciado. ¿Qué experiencia tenemos de Dios? ¿Tenemos alguna? ¿O solo lo conocemos de oídas? Estamos expuestos a un grave riesgo: acostumbrarnos a Dios, un Dios cada vez más deteriorado por nuestras rutinas. Un Dios al que llamamos “nuestro dios”, quizá porque le hemos hecho nosotros, a nuestra medida, y que sirve para justificar nuestras cómodas posturas, sin preguntarnos si ese “dios” es el Dios verdadero.

“A Dios nadie le ha visto jamás: el Hijo único, que está en el seno del Padre, él lo ha contado” (Jn 1 ,18). Jesús es quien esclarece el auténtico rostro de Dios, su auténtico nombre. Y no recurrió a un lenguaje difícil, para técnicos, sino accesible a todos: Dios con nombres familiares: Padre, Hijo y Espíritu de Amor. Dios es familia, diálogo, comunión. Jesús no tuvo interés en hacer una revelación teórica de Dios, esencialista, sino concreta. Por eso Dios para nosotros más que un misterio, aunque no podemos por menos de reconocer un porcentaje de misterio, es un modelo de vida (Mt 5, 48; Lc 6,36).

Porque Dios es Familia, quiere que “todos sean uno, como Tú y Yo somos uno” (Jn 17,21); porque es Diálogo, quiere veracidad en nuestras relaciones: “Vuestro sí sea sí...” (Mt 5,37); porque es Salvador, quiere que nadie se coloque de espaldas a las urgencias del hermano: “Tuve hambre...” (Mt 25,35); porque “es Amor” (8I Jn 4,), quiere que nos amemos...

Esto es creer en Dios, vivir a Dios. “Si vivimos, vivimos para Dios” (Rom 14,8)... Ser creyente es una cuestión práctica y de prácticas. Dejar que Dios sea Dios en la vida. Dejar que Dios sea realmente lo Absoluto, el Primero y Principal. Lo Mejor. Solo Dios. Pero no solos con Dios, porque Dios no aísla. Quien abre su corazón a Dios de par en par experimenta inmediatamente que ese corazón se convierte en “casa de acogida”.

REFLEXIÓN PERSONAL

  • ¿Qué experiencia tengo y testimonio de Dios?
  • ¿Es un “por si acaso” en mi vida?
  • ¿Con qué pasión busco su rostro?
Domingo Montero, capuchino

jueves, 9 de junio de 2022

ESPÍRITU DE HUMILDAD

La humildad no vende. Esta pasada de moda, caduca, vencida, demodé. Pertenece a otra época, a otra moral, incluso. Pasa lo mismo con el espíritu de sacrificio, que mi abuela aún invoca, porque se ve que en su niñez les inculcaron que tenían que sacrificarse y ofrecer esos sacrificios. En plan un poco comercial, la verdad, como si porque uno no bebiera cuando le acuciaba la sed fuera a aparecer un pozo en África.

Tal vez pedagógicamente no fuera perfecto, pero esas enseñanzas que hoy ya no se imparten no han sido sustituidas de forma eficaz. La Iglesia, y nosotros como Iglesia, seguimos necesitando humildad y también espíritu de sacrificio.

La humildad es necesaria, pero es muy difícil reivindicarla. Si a un especialista en marketing le pides una campaña sobre la humildad se echa a llorar. ¿Qué promocionas ahí, a qué estímulos apelas?

La humildad es necesaria porque no somos perfectos, y hemos de ser capaces de reconocer nuestras limitaciones. Implica ver en el otro no a un competidor, sino a un maestro, en tanto que es mejor que uno mismo en determinados aspectos.

La humildad se predica de las personas, pero la misma palabra lleva implícita un matiz peyorativo o, peor aún, conmiserativo. «Humildes orígenes», decimos, para añadir: «pero supo labrarse un porvenir»… Es una 'cualidad' a superar, no es algo en lo que instalarse.
Sin embargo, es una cualidad cada día más necesaria en este mundo de petulantes en el que todos sabemos de todo y nunca nos equivocamos.

Un sacerdote fallecido en la pandemia predicaba mucho sobre la humildad. De las personas, y de las instituciones. De la Iglesia. Porque cuanta mayor altura intelectual se tenga, decía, más humilde se debe ser.

De poca gente se puede decir que sea humilde como algo positivo. No sabemos reconocer la grandeza de la humildad, no hemos sido educados para ello. Por eso nuestra cultura no es completa. Trabajamos para el reconocimiento, y llegamos a creer, humanamente, que nuestros logros nos pertenecen, que nos los hemos ganado.

No sabemos reconocer la mano de Dios en nuestros talentos, muy raras veces se los agradecemos. Y mucho menos admitimos que Dios también se ha esforzado en los demás, y los ha hecho mejores que nosotros. Aceptar una cosa tan simple nos cuesta tanto, que optamos por no hacerlo. Y no voy a echarle la culpa al mundo, a los anuncios y al modelo de sociedad que se nos propone. Porque es la propia Iglesia la que tiene que predicar desde la humildad y recordarnos, a día de hoy, esa actitud que mantiene su vigencia. Y somos nosotros los que debemos aceptar nuestra limitación, y hacerlo de buen grado, aceptando la humildad no como una pose, sino como una actitud de agradecimiento a Dios y reconocimiento a los otros.

Isabel Ferrando