miércoles, 25 de mayo de 2016

DEFENDER AL INDEFENSO

Me pregunto muchas veces si no vivimos en un mundo cargado de locura donde ocurren cosas que no son fáciles de entender, ni de verles una solución.
   Dejando a un lado las terribles guerras de poder y dinero que existen en el mundo, las violencias de todo tipo, las injusticias, que todas ellas son espantosas y no sabemos qué papel podemos tener en ellas, hoy vamos a mirar más cerca de nosotros. Casi todos los días del año oímos que alguna mujer ha sido asesinada por su pareja o ex pareja, nos dicen que alguien se ha quitado la vida porque estaba enferma o no encontraba otra salida al sin sentido que le estaba tocando vivir. Nos hablan de niños abusados sexualmente y expuestos a las redes sociales y tantos y tantos indefensos que no pueden gritar pidiendo ayuda.
   Y la pregunta es: ¿Qué hacer? Yo no tengo una respuesta aunque solo sé que no puedo mirar a otro lado, hacer como que no ocurre y seguir con la misma vida de siempre. Tampoco puedo dejarme llevar por el sin sentido y hundirme, encerrarme en mi mismo y dejar de defender a tanto indefenso porque no tengo una solución a sus problemas y a su vida.
   Ante estas situaciones que nos toca vivir, muchas veces tan cerca, solo nos queda acercarnos humildemente al que sufre, al que está solo, al que necesita de nuestro apoyo ofreciendo una palabra o un gesto de aliento.
   Miremos a nuestro alrededor, miremos hacia fuera para abrirnos solidariamente a la defensa del indefenso, de esa persona que se siente abandonada por los más cercanos y por la sociedad.
   Ante estas situaciones de indefensión, podemos mirar a Jesús. Él fue el indefenso por excelencia que se dejó crucificar para dar Vida y así defender a todo aquel que vive el sin sentido de una existencia penosa.
Carta de Asís, mayo 2016

miércoles, 18 de mayo de 2016

FRAGMENTADOS

Te despiertas con la alarma del móvil y nada más apagarla ya miras a ver si durante la noche te ha llegado algún whatsapp, correo o notificación emergente. Enciendes el ordenador y empiezas a abrir pestañas y más pestañas, porque hay muchas cosas que atender, tareas que se van encadenando (todas prioritarias), hasta el punto de que a veces no recuerdas cuál era la primera de todas las que tenías que hacer. Tomas café mientras lees la prensa y ves el último vídeo gracioso que te han mandado. Hablas con la gente sin mirarles a la cara, puesto que a la vez tienes que contestar ese whatsapp urgente que siempre llega en el peor momento y no puede esperar.
   Así, va pasando el día y tu sensación de agobio va creciendo. Tienes la sensación de que no llegas a las cosas. De que la vida se ha vuelto tan rápida que es imposible seguir su ritmo sin caer desplomado en el sofá. Y de repente, llega un momento en el que te dices “¡eh! ¡Así no vamos a ninguna parte!”. Porque te das cuenta de que no se puede vivir tan fragmentado, ya que corres el peligro de romperte en tantos apartados como pestañas tienes abiertas en el ordenador o mensajes a responder en el móvil.
   Y es ahí cuando te dices a ti mismo que cada cosa tiene su momento. Que cada persona es única y merece que la trates así, sin obligarle a compartir su tiempo con el resto de tus tareas. Que tú también eres uno solo, y a veces no puedes atender tantos frentes abiertos como te gustaría, porque necesitas un descanso. Y que hay un Dios que cuando por fin cierras todas tus ventanas, te paras y haces silencio te recuerda que “Andas afanado en demasiadas cosas y una sola es importante...
Dani Cuesta


jueves, 12 de mayo de 2016

REINA DE TODO LO CREADO

María, la madre que cuidó a Jesús, ahora cuida con afecto y dolor materno este mundo herido. Así como lloró con el corazón traspasado la muerte de Jesús, ahora se compadece del sufrimiento de los pobres crucificados y de las criaturas de este mundo arrasadas por el poder humano. Ella vive con Jesús completamente transfigurada, y todas las criaturas cantan su belleza. Es la Mujer «vestida de sol, con la luna bajo sus pies, y una corona de doce estrellas sobre su cabeza» (Ap 12,1). Elevada al cielo, es Madre y Reina de todo lo creado. En su cuerpo glorificado, junto con Cristo resucitado, parte de la creación alcanzó toda la plenitud de su hermosura. Ella no sólo guarda en su corazón toda la vida de Jesús, que «conservaba» cuidadosamente (cf Lc 2,19.51), sino que también comprende ahora el sentido de todas las cosas. Por eso podemos pedirle que nos ayude a mirar este mundo con ojos más sabios.
Papa Francisco, Laudato Si' nº 241


martes, 10 de mayo de 2016

COMPLICACIONES HUMANAS

Hoy voy a hacer una reflexión a propósito de una escena que últimamente veo por la calle con bastante frecuencia. La escena en cuestión se me repite muchas tardes a las cinco en mi camino de vuelta a casa. Me cruzo habitualmente con una chica deficiente que siempre va hablando sola y la mayoría de las veces riéndose. No hay más remedio que pensar en esos momentos: qué lástima, qué será de ella en unos años, qué locura la suya. A veces me mira y no sé si porque yo también le soy ya familiar. Pero el motivo de que sea protagonista de esta reflexión es por la existencia también de otro transeúnte habitual en nuestro camino. Un señor muy bien vestido, con su traje de chaqueta, generalmente detrás de ella que debe ser que coincide su horario de trabajo con el paseo de ella y con mi vuelta a casa, por lo que yo veo la escena de frente. Él siempre aprovecha para solucionar algún negocio o departir por teléfono a esa hora con su auricular en el oído y por ende también se le ve “hablar solo”.
   Hace unos años leí un libro titulado “La sopa con tenedor: tratado de las complicaciones humanas” de José María Cabodevilla en el que cuenta las aventura de un ángel estrábico que es enviado a la Tierra para redactar un informe sobre los seres humanos y sus complicaciones, tales como el por qué del ojal que llevamos en la solapa de una chaqueta, por ejemplo, o la utilidad de los botones de la manga y cómo de lo complicado de sus relaciones con Dios. Pues hago referencia a ello porque siempre visualizo de forma un poco cómica qué diferencias habría para el ángel si él viera también esta escena y a quién calificaría realmente de “loco”. Al fin y al cabo ella habla no sé si con ella misma o con quién se imagina pero que para ella están presentes realmente en ese momento pero el caballero habla sin parar con alguien que no está y lo que no sabemos es si hablará cuando esté con la persona con la que departe cada tarde o necesitará el teléfono y el auricular para seguir escondiéndose.
   Esto que está bastante exagerado por mi parte pretende ser una reflexión para mí porque también he de decir que mientras voy a mi trabajo en bicicleta cada día observó lo difícil que es circular porque la mayoría de viandantes lo hacen con el cuello doblado hacia abajo mirando el móvil, lo cual hace que se metan En mi carril bici o ni se enteren cuando les pido si me dejan pasar.
   Curiosidades de una sociedad que crece tecnológicamente y disminuye en cuanto a relaciones y sentido común. Nuestro ángel estrábico alucinaría hoy en día y haría un informe realmente interesante de esta especie a la que únicamente desde el principio de los tiempos se le pidió una cosa: “Amaos unos a otros” y yo le añadiría a las palabras de Jesús: “no seáis tan complicados”
   Me quedo con una frase del gran obispo Pedro Casaldáliga: “Al final del camino me dirán: ¿Has vivido? ¿Has amado? Y yo, sin decir nada, abriré el corazón lleno de nombres”.
   A ver si un día me entero del nombre de mis dos protagonistas de cada tarde y los añado porque en mi corazón ya están sus personas.
Clara López Rubio

sábado, 7 de mayo de 2016

EL SENTIDO DE LA VIDA

¿Qué es lo que nos hace humanos? ¿Que amamos, que luchamos, que reímos, que lloramos? ¿Es nuestra curiosidad? ¿La búsqueda de descubrimientos? Dirigido por estas preguntas, el cineasta y artista Yann Arthus-Bertrand pasó tres años recogiendo historias de la vida real de 2.000 hombres y mujeres de 60 países. Trabajando con un equipo dedicado de traductores, periodistas y cámaras, Yann captura temas muy personales y profundos que nos unen a todos: la lucha contra la pobreza, la guerra y la homofobia y el futuro de nuestro planeta. Todo ello mezclado con momentos de amor y felicidad. Te invitamos a ver las respuestas sobre el sentido de la vida a partir del minuto 1:18:40

miércoles, 4 de mayo de 2016

¡YA VALE DE CRISIS!

El grupo de Jufra de la Parroquia de San Francisco de Asís y San Antonio de Zaragoza, después de la sesión del día 24 de abril, declara que ¡ya vale de crisis!:
  • Ya se puede aumentar el gasto en educación.
  • Ya se pueden crear nuevos puestos de trabajo.
  • Ya se puede asegurar una vivienda digna.
  • Ya se puede asegurar la sanidad pública y universal.
  • Ya se pueden asegurar los derechos sociales.
  • Ya se puede erradicar el hambre en el mundo.
  • Ya se puede dejar de mirar a otro lado.
A veces decimos frases como estas:
  • “A mí no me afecta, que se busquen la vida”, pero ¿qué harías si te pasara lo mismo? ¡Basta de indiferencia, por lo menos piénsalo! Nos tenemos que mover por el bien común.
  • “Yo ni me considero, ni quiero ser buena persona, ¿qué más me da?”, pero no es cuestión de tener buen corazón, es cuestión de justicia, de respeto de los derechos humanos, simplemente de vivir desde el sentido común.
  • “¿Cómo vamos a ayudar a los que no tienen si estamos en crisis y no hay para nada?”, pero la mayor crisis están en nuestros corazones. Tenemos que ver más allá de las apariencias.
  • “No, pero si yo compro el juguete solidario todas las navidades y me he hecho un selfi para una campaña de Intermón…”, pero seamos conscientes y hagámonos responsables.
Nos damos cuenta que no todo en el mundo es bonito. Que hay problemas muy gordos y que nos tenemos que preocupar de las cosas realmente importantes: que es muy bueno tenerlo siempre presente.

Y para terminar os regalamos una canción que resume mucho de lo que hemos dicho.