miércoles, 24 de mayo de 2023

ABIERTOS A LA ESPERANZA

La solidaridad nace en las personas por muchos motivos. La realidad nos llama a salir de nosotros mismos para volcarnos en auxilio de los demás. Pero la solidaridad también tiene otra vertiente: la de la esperanza. Todo movimiento a favor de los demás está llamado a la búsqueda y logro de una nueva situación mejor para todos, que hoy no se da. Y, por otra parte, la acción solidaria nos ayudará a ir aquilatando la esperanza que nos mueve; porque no todas las esperanzas son de la misma calidad.

Hay esperanzas que son mero optimismo. Se alimentan del sueño de algo nuevo deseable, pero que no ha sido contrastado con las dificultades y reveses de la realidad. En este tipo de esperanza puede más el deseo que otra cosa. No siendo mala, es de poco alcance. Cuando se frustran los deseos, cuando no se logra lo que se había soñado, nos rompemos por dentro. Si no somos capaces de reformular lo que pretendemos, la realidad nos aplastará y la solidaridad se reducirá a mero sueño.

También hay esperanzas que solo pretenden alcanzar lo que se puede controlar; la esperanza está atada al pragmatismo, a lo medible y evaluable. Está prohibido soñar. El porvenir solo será una modalidad de lo presente donde impera una especie de “es lo que hay”. En este tipo de solidaridad no hay lugar para la esperanza más allá de lo que conocemos. No hay proceso hacia lo nuevo. Así, la solidaridad será mera gestión de la realidad.

La solidaridad requiere una esperanza que es deseo y sueño de un cambio de la realidad; y a la vez, haciéndose cargo de las limitaciones y dificultades reales para avanzar en ese cambio. Sin embargo, es más que un mero equilibrio; es la apertura a lo nuevo que no será tal como lo soñamos, pero requerirá de nuestros esfuerzos. En el fondo, la solidaridad está pidiendo la Esperanza de que Dios sigue operando.

Carta de Asís, mayo 2023

jueves, 18 de mayo de 2023

FRATELLI TUTTI EN IMÁGENES DE ANTONIO OTEIZA

DIÁLOGO: Por otra parte, una gran nobleza es ser capaz de desatar procesos cuyos frutos serán recogidos por otros, con la esperanza puesta en las fuerzas secretas del bien que se siembra. La buena política une al amor la esperanza, la confianza en las reservas de bien que hay en el corazón del pueblo, a pesar de todo. Por eso «la auténtica vida política, fundada en el derecho y en un diálogo leal entre los protagonistas, se renueva con la convicción de que cada mujer, cada hombre y cada generación encierran en sí mismos una promesa que puede liberar nuevas energías relacionales, intelectuales, culturales y espirituales». (FT 196).

sábado, 13 de mayo de 2023

RATIO FORMATIONIS: EL MISTERIO

El misterio es la parte no agotada de la realidad. Detrás de lo que se ve hay mucho más. El hombre ha fracasado en el intento de reducir la existencia a las fuerzas de la propia razón. De igual modo, la fe no está exenta del peligro de construir imágenes idolátricas a la medida de nuestras necesidades.

Para evitar esta tentación es necesario confrontar nuestra experiencia con la que Jesús tiene del Padre. Es lo que encontramos en el Evangelio: los encuentros, las palabras y el silencio a través de los cuales Jesús está envuelto en el misterio del Padre. En Él se manifiesta el amor incondicional y gratuito, siempre abierto.

No sin dolor, Francisco tiene que abandonar sus viejas imágenes de un dios que arma caballeros a los fuertes, el que justifica el poder de unos pocos, el que aniquila al que piensa distinto, el que alimenta el odio frente al enemigo. Es entonces cuando experimenta la oscuridad de la noche, la soledad y la ausencia de Dios. En el silencio y contemplando a las criaturas, Francisco comienza a intuir la presencia del Creador.