martes, 30 de junio de 2015

CREO EN LA MISERICORDIA

  1. Creo en la misericordia que anida en el subsuelo de lo humano y nunca desaparece, aunque la maldad aflore
  2. Creo en la misericordia que se hermana con la fragilidad y que es casa de amparo para quien llora en la noche
  3. Creo en Jesús que impactaba por su misericordia. Para él nada hay más acá ni más allá de ella y desde ella se define a Dios y a la persona.
  4. Creo en el Dios misericordioso que Jesús nos mostró con su vida, alejándome de otras imágenes de Dios y abriéndome al hermoso abrazo se su amor.
  5. Creo en la misericordia y no en el juicio, creo en el amor y no en el temor, creo en la felicidad y no en el pecado.
  6. Creo que Dios es Madre de entrañas buenas, que se acuerda del bien de sus hijos y que disfruta con sus logros y éxitos.
  7. Creo en una comunidad sostenida por la misericordia, anclada en ella, buena de corazón y de vida simple.
  8. Creo que la misericordia hace al seguidor de Jesús creíble en la vida. Creo que la misericordia puede ser motor de humanidad y fuente del verdadero amor.
  9. Creo que la vida comunitaria puede ser vivida como un oasis de misericordia en el que se puede ser uno mismo ante el otro y donde las fragilidades se convierten en impulsos de vida.
  10. Creo en el testimonio de la misericordia, testimonio de corazón entregado de pasión por la vida y por aquello que ni los ojos ven ni los oídos oyen.
  11. Creo en la misericordia como bálsamo de heridas, como sosiego de inquietudes, como alegría inarrebatable.
  12. Creo en la fuerza política de la misericordia, en su capacidad para regenerar la vida social, en su fuerza para sanear situaciones que se dan por desahuciadas.
  13. Creo que, creyendo en la misericordia, podré llevar una vida más misericordiosa.
Fidel Aizpurúa, capuchino


viernes, 26 de junio de 2015

20 HÁBITOS DE PERSONAS QUE SON FELICES, SALUDABLES Y EXITOSAS

¿Quién de nosotros no quiere ser feliz, saludable y exitoso? Bueno, para que no perdamos el camino en lograrlo, aquí va una lista de hábitos que nos pueden servir para alcanzar estas metas. Y es que la felicidad no llega por un golpe de suerte, debemos esforzarnos para obtenerla… Por eso es que recopilamos los 20 hábitos que las personas felices, exitosas y saludables suelen aplicar en su día a día, para que los tomemos de ejemplo y logremos llegar a esta meta tan ansiada:
  1. No guardan rencor
  2. Rompen esquemas
  3. Se crean hábitos saludables
  4. No pierden el tiempo con gente negativa
  5. No se preocupan por lo que otros piensan
  6. Ven situaciones difíciles y desafiantes como oportunidades para el crecimiento personal
  7. Buscan tiempo para sí mismos
  8. Son espirituales
  9. Saben que no existe eso de “tenerlo todo”, y están felices por eso
  10. Están dispuestos a asumir riesgos.
  11. Saben decir “NO”
  12. Aprenden de las personas que admiran
  13. Dan sin esperar nada a cambio
  14. No son pretenciosos o vanidosos
  15. La pasión es lo que los impulsa
  16. No se quejan
  17. Viven según sus valores fundamentales
  18. Terminan lo que empiezan
  19. No se comparan con otras personas
  20. Le desean el éxito todos los que los rodean
Visto en upsocl.com

martes, 23 de junio de 2015

HUMANISMO RAQUÍTICO O FALTA DE HUMANIDAD

A todos nos han estremecido las noticias de los naufragios de inmigrantes en las costas mediterráneas de personas que huyen de las guerras en el norte de África y Oriente Próximo. No nos hacemos a la idea de la dimensión de la crisis humanitaria mundial. Por primera vez se han superado el número de refugiados de la segunda gran guerra llegando a los 51,2 millones en todo el mundo. Parece que la única solución en la que todos los países de Europa están de acuerdo es en hacer menos permeables nuestras fronteras con una mayor vigilancia, eso sí, sin que eso suponga proporcionar más auxilio a las embarcaciones que se hunden porque crecería el efecto llamada.
   Cuando la UE propone una política de cuotas repartiendo a los desplazados forzosos entre los distintos países en función de la población, el PIB, el paro y el esfuerzo realizado en materia de inmigración, ya empezamos a poner dificultades. Y no estamos hablando de los inmigrantes económicos sino ¡sólo de los demandantes de asilo! Algunos países rechazan la propuesta o ponen reparos, entre ellos España y nuestro ministro José Manuel García-Margallo. El mismo que en relación con estas tragedias que acontecen en el Mediterráneo se atreve a parafrasear al Papa Francisco diciendo “no podemos permitirnos caer en la globalización de la indiferencia”. Estamos hablando de acoger unas 5.000 personas en dos años, por las que la UE aportaría un presupuesto de 6.000 euros por persona. Es decir 2.500 personas por año para la España de 46 millones de personas. Lo que supone la acogida de una persona al año por cada 18.400 habitantes. ¿Qué en un pueblo de 15.000 habitantes no podemos acoger a una persona que huye de la guerra? ¡Esto se llama humanismo raquítico o simplemente falta de humanidad!

Javi Morala, capuchino


domingo, 21 de junio de 2015

ALINÉATE CON LO QUE ES…

Ahora que ya tenemos encima el verano, con todo el movimiento que trae: final de curso, desplazamientos, proyectos o ausencias de ellos, separaciones familiares porque el trabajo permite unas vacaciones o ausencias de ellas y por tanto hay que pensar qué hacer con los hijos… Y un sinfín de situaciones extrañas, es cuando estamos más expuestos a desconectar de nuestra esencia y el peligro por ello de vivir mirando más hacia fuera que hacia dentro. Lo que quizá habíamos conseguido estos meses atrás tiene el peligro de perderse si no está bien arraigado.
   La imagen de las dos orillas es de las más simbólicas en el Evangelio. Nuestra vida se mueve constantemente entre estos dos polos a no ser como los místicos, que consigamos llegar a ese estado de conexión que estemos donde estemos ya nada interrumpa el estado de calma interior. Como decía San Juan de la Cruz: “Amada en el Amado transformada”.
   En la primera orilla, el estado es de puro activismo: prisas, servicio, trabajo, mucha palabra… Que sin darnos cuenta nos va llevando cada vez a un desarraigo de nosotros mismos que la mayoría de las veces puede desembocar en estados de ansiedad y estrés y cuando es necesario mojarse un poco más de la cuenta o la vida trae una situación compleja, la tormenta es de tal calibre que nos derrumba. Perdimos el timón, el rumbo, y creemos morir. Se hace necesario pasar a la otra orilla, a la otra forma de vida, donde uno se da cuenta que todo lo que habíamos hecho meses atrás no son más que débiles asideros que no permanecen en la tormenta. Caemos en la cuenta del tiempo que llevamos haciendo juicios de nuestra vida y de la de los otros, de haber acogido el papel de víctima en lugar de responsables de una serie de decisiones que en su día tomamos.
   Una cita en su primera parte de Séneca: "Alinéate con lo que es”… porque está siendo. Dejemos ya de dar vueltas a las cosas con lo que podrían haber sido si hubiera sucedido de otra manera, porque lo que es, está siendo. Lo que sí podemos hacer es pasar a la otra orilla de cómo vivirlas y se trata de hacerlo de forma consciente, porque todo es ocasión de Dios. Desde esa confianza uno se encuentra con lo que siempre ES y esa es la imagen de Jesús, un hombre que es capaz de dormir en mitad de una gran tormenta externa, porque su interior está bien conectado y toda su vida enraizada.
   En las clases de Taichi esta actitud se trabaja continuamente: el equilibrio y la coordinación son fruto y consecuencia de una conexión consciente con el cielo y con la tierra. En el centro se encuentra condensada la energía de la que mana todo. A mayor conexión, mayor quietud en el centro, mayor por tanto la consecución del equilibrio.
   Jesús nos invita a ello. Sólo de un saber mantener la calma que surge cuando has decidido ir a la otra orilla, pero hay que decidirlo con fuerza, surgirá el vivir desde el Espíritu, que por otro lado es la forma auténtica que tenemos de vivir, lo otro son sólo sucedáneos de vida.
CLARA LÓPEZ RUBIO

viernes, 19 de junio de 2015

10 PEQUEÑAS COSAS QUE CAMBIAN EL MUNDO SIN MAYOR ESFUERZO

Yo tengo una imagen del mundo muy distinta: la de un mundo en el cual nos ayudamos los unos a los otros, haciendo pequeñas acciones maravillosas para mejorar las cosas. He visto a gente realmente bella dando de sí sin esperar nada a cambio. Yo estoy convencida de que si cada uno de nosotros aporta para hacer feliz a otros, el mundo sería un lugar mejor. Galeano dijo una vez: Mucha gente pequeña en lugares pequeños haciendo cosas pequeñas pueden cambiar el mundo. Hoy me propongo contarles sobre esos gestos que podrían cambiarte la vida:
  1. Ayudar a una persona mayor a subir su compra: Parece una tontería, pero ayudando a alguien que tiene dificultades para moverse sin que tenga que pedir ayuda, le cambiarás el día. Imagínate cómo te sentirías tú si cada vez que tenías que ir a hacer la compra tardases 3 veces más tiempo que ahora en subir las escaleras que llevan a tu piso en la 4ta planta sin ascensor. Tu quién eres fuerte y joven, échale una mano, que no te costará nada.
  2. Donar tu ropa usada: ¿Sabías que tu ropa usada aunque muy desgastada, puede servir? Hay ONGs que se encargan de mandar la ropa en mal estado a empresas de reciclado, mientras que la ropa que sí está en buen estado puede servir a una persona que no tiene los medios para comprarse ropa.
  3. Acoger a un perrito abandonado: En vez de comprar tu perro en una tienda, puedes ir a un refugio que acoge los animales maltratados que han salvado mientras le buscan una nueva familia, y así hacer a un peludo feliz.
  4. Parar cuando ves un vehículo accidentado en la autopista: Además de ser un deber si eres el primero en verle, podrías salvar vidas en el proceso. El primer paso es asegurar el lugar para que no se produzca otro accidente, siguiendo el protocolo básico. Pero recuerda, no muevas a las personas que podrían estar heridas.
  5. Ser voluntario en una ONG: Ante catástrofes como los terremotos de Nepal o el ébola, uno se puede sentir aterrado. Pero realmente puedes ayudar físicamente, y cambiar los cosas de manera muy concreta. Millones de organizaciones en el mundo dependen de voluntarios para funcionar. Puedes dar tu ayuda puntualmente o ser un voluntario fijo.
  6. Colectar tapones solidarios para reciclar: ¿Tú también tiras tus tapones de plástico a la basura porque crees que no se puede hacer nada con ellos? Error. Hay asociaciones que recaudan estos tapones y los venden a empresas de reciclaje plástico para financiar, por ejemplo, tratamientos para niños enfermos. Solo tienes que ponerte a investigar.
  7. Hacer sonreír a un niño enfermo: Ya sea por tu cuenta o asociándote a una ONG. Muchos niños pasan horas y días encerrados en sus habitaciones en el hospital, y una simple distracción puede convertirse en el mejor de los momentos. Si eres empático y te llevas bien con los niños, considera esto como una opción.
  8. Ayudar a un sin techo: Puedes ayudar de muchas maneras: hablando con la persona es una de ellas. Las personas sin hogar han perdido sus lazos familiares, sociales, y laborales, así que hablar con esta persona es positivo para ella/o. Obviamente, también puedes ayudar en lo material, pero muchas veces nos olvidamos de que lo espiritual también es importante.
  9. Donar comida a un banco de alimentos: Existen organizaciones sin ánimo de lucro cuyo objetivo es recuperar excedentes alimenticios de nuestra sociedad y entregarlos para redistribuir a instituciones caritativas para las personas necesitadas, evitando cualquier desperdicio o mal uso. Es una manera fácil y rápida de ayudar.
  10. Hacer Teaming: Si no tienes mucho tiempo pero te gusta la idea de aportar tu granito de arena, Teaming.net puede ser una buena opción. Las 90.000 personas que ya se han unido a esta plataforma de crowdfunding social aportan cada mes 1€ solo a una causa social de su elección. Teaming recoge la idea de que “la unión hace la fuerza”, y lo saben porque ellos ven y hacen cambio todos los días. Tú también puedes formar parte de ello
Visto en upsocl.com

martes, 16 de junio de 2015

BASÍLICA DE SANTA CLARA

Esta Iglesia se construyó para albergar la tumba de Clara; aunque en realidad ella vivió siempre en San Damián, la pequeña iglesita que reconstruyó Francisco cuando oyó a llamada.
   Clara eligió como Francisco vivir en absoluta pobreza y dejar que Dios pasara a ser toda su riqueza. Esto lo consiguió no sin esfuerzo y justo al final de su vida el Papa Inocencio IV le concedió el permiso en una Bula que le llevó él, personalmente, dos días antes de su muerte el 11 de agosto de 1253.
   Ella cumplió el sueño de Francisco que no era otro que el de adorar. Adorar significa poner tu corazón al lado de Dios y saber y sentir que somos de Él y Él es para nosotros.
   Con ella y desde ella sus hermanas Clarisas se encierran gustosamente en clausura; se cierran para el mundo y abren su vida absolutamente para Dios.

Reflexión: Todavía más difícil que la opción de Francisco, aún menos comprensible hoy en día, parece esta vida de Clara: convertir toda la vida en oración, toda la oración en ofrenda, todas la ofrenda en alabanza.
   Ante esto, nos quedamos mudos por el asombro. Tenemos que saber que muchas de las oraciones y súplicas de Clara y sus hermanas Clarisas consiguen que Dios nos mire y Él nos mira siempre con amor.

Al regresar tengo grabada todavía en la retina la belleza de la puesta de sol sobre el valle de Asís junto a la campana de Santa Clara.
   Ahora en el colegio, en el trabajo de cada día, en el esfuerzo continuo de las clases, en el ir y venir constante de alumnos, también encuentro belleza, vida, reconozco la alegría… Y toda la experiencia preciosa de este viaje se hace más rica al compartirla con vosotros.
Carmen Mª Meseguer Martínez


viernes, 12 de junio de 2015

8 COSAS QUE LA GENTE FELIZ HACE, PERO NO DICE

  1. Dan antes de recibir: Enfocarse solo en hacer dinero es un camino rápido a la infelicidad. De hecho, en estudios sobre la felicidad, investigadores han descubierto que una vez que satisfaces tus necesidades monetarias el dinero no te hace más feliz. Si ayudas a los demás, no sentirás que estás acaparando cosas materiales de manera innecesaria, sino que estarás contribuyendo a un mundo mejor.
  2. Evitan el drama: La gente feliz se ocupa de sus propios asuntos. Mientras que otros se ven atrapados en relaciones ajenas o se molestan por cosas que alguien le dijo a otra persona, la gente feliz prefiere enfocarse sobre las cosas que pueden controlar. Enfocarte más en tu vida que en la ajena y dejar que los demás vivan la suya es una fórmula sencilla para aumentar la felicidad en tu vida.
  3. Son agradecidos: La gente feliz siempre está agradecida por las cosas que tienen. No pasan todo el tiempo deseando las cosas que los demás tienen o soñando con una vida mejor. En vez de eso, se toman un tiempo todos los días para apreciar las cosas que sí tienen en su vida y sentirse agradecidos por ellas.
  4. Ven el lado bueno de las cosas: La mayoría de las personas realmente felices no se ven muy afectadas cuando atraviesan por situaciones difíciles. Lamentarse e imaginarse los peores escenarios posibles es lo que hacen muchos cuando les va mal, pero si de verdad quieres ser feliz, debes empezar a tener fe en que las cosas van a cambiar para bien. Mantén tu perspectiva y ten en mente siempre que, sin importar lo que pase, puedes recuperarte.
  5. Valoran a las personas: La gente feliz se enfoca en tener tiempo para sus relaciones personales. No viven pensando en tener dinero porque piensan que no tendrán muchas cosas que recordar si lo único que hicieron fue trabajar. Los momentos que se atesoran son esos especiales que compartes con tu familia y amigos. Poner a tus seres queridos por encima del dinero es una poderosa herramienta para alcanzar la felicidad.
  6. Tienen diversos intereses: La gente feliz no deja que solo un aspecto de su vida les defina. Tienen una carrera y un empleo que disfrutan, tienen hobbies y también aman aprender cosas y crecer como individuos. Debido a sus múltiples intereses, no se abruman cuando algo en sus vidas sale mal. Si su pareja los deja, pueden refugiarse en tener una carrera que disfruten ejercer. Si se lesionan y no pueden practicar su deporte favorito por un tiempo, tienen amigos para salir a divertirse. No depositar todas tus esperanzas en una sola cosa, actividad o persona es esencial para ser feliz.
  7. No se enfocan en los bienes materiales: Mientras algunos piensan que comprar es una gran forma de aliviar estrés, otros prefieren darle más valor a las experiencias que a las cosas materiales. Tendrás historias más emocionantes si te anotas en clases para aprender a bailar que comprando una camiseta.
  8. Persiguen aquello que les apasiona: La gente feliz se deja llevar por su pasión. Si se levantan y se dan cuenta que son infelices en su trabajo, no sienten miedo de dejarlo e irse a buscar algo que los haga sentir satisfechos. Hacer esto puede ser peligroso, porque puede llevar a un gran fracaso. Pero la gente feliz no se frena por el miedo, siempre persiguen y buscan cumplir sus sueños y metas.
Visto en Upsocl

martes, 9 de junio de 2015

BASÍLICA DE SAN FRANCISCO

Es el lugar más visitado de Asís. Hace falta bajar desde la Basílica superior a la inferior, construida varios siglos antes, para empezar a sentir el paso del tiempo.
  Bajando unos escalones se llega por fin a la tumba de San Francisco. A este lugar afortunadamente, baja muy poca gente y en un silencio absoluto te encuentras delante de su sarcófago de piedra. Está protegido por fuertes rejas que evidencian la inseguridad, en siglos anteriores, ante los ladrones de reliquias.
   El rostro de San Francisco, pintado por Cimabue, maestro del pintor Giotto, está en la basílica superior, justo a la derecha de la tumba de varios hermanos suyos, entre ellos Bernardo de Quintavale. Ese rostro es el que no olvidas cuando, delante de su tumba oras en silencio.
   Ha sido en esta visita cuando me enteré de algo que no sabía y me sobrecogió: Francisco quiso ser enterrado fuera de Asís, para parecerse todavía más a Jesucristo. En el lugar donde se ubica la actual basílica era donde ajusticiaban a los condenados; él pidió expresamente a sus hermanos que dejaran allí su cuerpo, extramuros de la cuidad ,después de su muerte.

Reflexión: Después de ocho siglos el carisma franciscano y el seguimiento a Francisco, siguen vivos, ¿por qué? Nunca quienes lo eligen se quedan ahí, sino que Francisco los remite directamente a la Fuente y la Fuente es Jesús de Nazaret. Jesús el Dios-vivo que no se pasa nunca. Llamó y enamoró a Francisco y hoy nos sigue llamando a los hombres y mujeres del s.XXI.
  Es casi imposible que seamos tan radicales como fueron Francisco y Clara, pero siempre hay un espacio y ese se llama amor. ¿Amamos a Jesús? ¿Necesitamos Su amor para vivir? ¿O somos tan ignorantes que creemos que solo con el bienestar y la tecnología del mundo de hoy podemos construir nuestra vida?
 Hay muchos que creemos que no.
Carmen Mª Meseguer Martínez


viernes, 5 de junio de 2015

10 BENEFICIOS DE SER ALGUIEN QUE AYUDA A LOS DEMÁS

Ayudar y apoyar a otros contribuye enormemente a lograr la plena felicidad. La práctica de la buena voluntad en el vivir diario genera enormes beneficios para la salud propia y para el estado de ánimo de los demás. A continuación os contamos sobre diez efectos positivos para nuestra vida que obtenemos cuando apoyamos a otras personas.
  1. Te sientes bien: Cuando ayudas a alguien tu cerebro recibe una sensación de recompensa, lo que genera una sensación de bienestar y plenitud maravillosa.
  2. Se eleva tu autoestima: Saber que eres apto de apoyar a otra persona lo que te hace estar más seguro de ti mismo y tu interacción social mejora.
  3. Fortaleces tus amistades: Ayudar a tus compañeros, amigos o quien sea te llevará a generar amistades nuevas y/o a fortalecer los lazos de amistades que ya existían. Las personas siempre se acuerdan de quienes estuvieron ahí cuando más lo necesitaron.
  4. Te evalúas mejor: Ayudar a otros progresará la forma en la que tú mismo te ves. Científicamente está demostrado que ser caritativo te hace ser una persona más optimista y positiva.
  5. Mejora la percepción de tus límites: Las personas que ayudan a otros de forma desinteresada reconocen sus capacidades, pero también sus límites. Saben que dar no es siempre fácil porque requiere de sacrificios personales. Por eso establecen sus límites, pero siempre teniendo en cuenta que la satisfacción que les trae el “dar” es insuperable.
  6. Desarrollas un sentimiento de pertenencia: Ayudar a una o más personas genera un sentimiento de sociedad que te acerca a los demás. Además todos sienten que están trabajando por una sola causa, lo cuál crea lazos fuertísimos de compañerismo.
  7. Desarrollas paz interior: Cuando ayudas a otros reduces el estrés y aumentas la sensación de logro y autorealización. Tienes una buena autoevaluación y por ende te es más fácil encontrar paz interior.
  8. Sabes ser más agradecido: Ayudar a otros te enseña que hay personas que están en una situación menos saludable que la tuya y así valoras más lo que tienes. Agradecer es una práctica muy asociada a la felicidad, por lo que ayudar también te ayudará a ser una persona más feliz.
  9. Te renueva: Al ayudar nos dejamos de concentrar un rato en nosotros mismos y ponemos nuestra atención sobre otro. El enfocar nuestra mente y energía en otro contribuye a la sensación de renovación y revitalización de nosotros mismos.
  10. Desarrollas armonía en el medio que te encuentras: Cuando ayudamos tenemos una sensación de disposición, de amor, respeto y buena voluntad que contribuye a la armonía del entorno.
Visto en elvasomediolleno.guru

martes, 2 de junio de 2015

LA PORCIÚNCULA

Esta pequeña capilla fue entregada a San Francisco por el abad San Benito, a condición de reconstruirla y hacer de ella la “Iglesia-madre” de la nueva comunidad religiosa.
   Fue aquí mismo donde Francisco oyó muy clara la llamada de Jesús a una vida de pobreza absoluta; esto le sucedió cuando escuchaba el Evangelio de San Mateo 10,5 en 1209.
   Aquí mismo recibió Francisco a Clara el Domingo de Ramos de 1211. Aquí se celebraban todos los capítulos de la Orden franciscana el día de Pentecostés.
   Junto a ella murió Francisco en la madrugada del 3 al 4 de octubre de 1226 y desde entonces nunca la han abandonado sus hermanos. Para la orden tiene un especial valor carismático, todo el que se acerca a ella tiene una fuerte inspiración, porque todo en ella es pobreza y misterio.
   Sobre ella, para protegerla está construida la actual Basílica de Santa María de los Ángeles.
   “El Perdón de Asís” es una indulgencia pedida por Francisco para su Orden y todos los habitantes que visitaran aquella capilla. Esta indulgencia se recibía solamente el 2 de agosto, fiesta de Santa María de los Ángeles , pero los Papas posteriores la ampliaron para todo el año.

Reflexión: Francisco y Clara fueron capaces de desprenderse aquí de muchas riquezas en su vida para seguir a Jesucristo radicalmente.
  • Nosotros hoy ¿de qué somos capaces a la hora de amar a Jesucristo?
  • ¿Cuánto estamos dispuestos a dejar? ¿Somos al menos capaces de desprendernos de nuestras máscaras y dejar que nos vean tal y como somos?
  • ¿Cuánto tiempo le dedicamos al día a ese Dios nuestro, en quién creemos pero que tenemos absolutamente abandonado?
Allí en la Porciúncula, hace poco, el 9 de abril, tuve la absoluta certeza, que entre tanta prisa y tanta riqueza, no cabe Dios aunque se haga muy pequeño…, a no ser que nos propongamos firmemente, hacerle un sitio en nuestra vida.
Carmen Mª Meseguer Martínez