martes, 29 de octubre de 2013

BIENAVENTURANZAS DE LA SOLIDARIDAD

Felices los que siguen al Señor por la senda del buen Samaritano. Los que se atreven a andar tras sus pasos, a superar las dificultades del camino, a vencer los cansancios de la marcha. Los que al andar van trazando sendas nuevas para que otros sigan, entusiasmados, y continúen la obra del Señor. Los que, atentos y presurosos, cambian su ruta para salir al encuentro del Señor vivo en el que sufre, tan presente en estos tiempos, tan cercano para algunos, para otros tan lejano.

Felices los que dan la vida por los demás. Los que trabajan duro por la justicia anhelada. Los que construyen el Reino desde lugares remotos. Los que, anónimos y sin primeras planas, entregan su vida para que otros vivan más y mejor. Los que con su diario sacrificio abren huellas de humanidad nueva en un mundo mellado por el egoísmo del “dios-mercado”.

Felices todos los que trabajan por los pobres. Desde los pobres. Junto a los pobres. Con corazón de pobre. Contemplando a diario la hermana muerte, temprana, injusta, dolorosa, en los rostros de los niños olvidados, sin salud, ni educación, ni juegos (infancias robadas por miles desde antaño). Felices los que viven solidarios dejando el asfalto limpio y prolijo para caminar por senderos pedregosos, polvorientos, que abren al mundo de los que no cuentan en los números o estadísticas de los ministerios de turno.

Felices los que aman al hermano concreto. Los que no se van en palabras, sino que muestran su amor verdadero en obras de vida, de compañía y de entrega sincera. Felices los que sueñan, los que intentan que todos aprendan sin distinciones de color, piel o dinero. Felices los que comparten sus bienes, Don-Regalo del buen Dios, para vivir como hermanos y demostrarlo en la práctica. Los que no guardan con egoísmo sino que brindan y comparten.

Felices los que caminan juntos, en búsqueda comunitaria del Reino de Vida Nueva y Fraternidad Realizada. Los que se ayudan en las buenas y en las malas, los que aprenden que más pueden dos juntos que uno solo.

Felices todos los que piensan en el hermano y que encuentran su alegría y el gozo y el sentido de la vida en trabajar por los demás, y por el Reino, y por el Señor vivo en medio de nosotros, olvidado, marginado, solo y abandonado en los rostros de los jóvenes, de indígenas, de ancianos, de mujeres solas, de desamparados, y de tantos otros.

FELICES -y alzo la voz para que escuchen todos- LOS QUE VIVEN EL MANDAMIENTO PRIMERO QUE ES AMOR A DIOS Y AL HERMANO. FELICES, los que encuentran que este amor hoy, se revela en un camino: SER SOLIDARIO.


lunes, 21 de octubre de 2013

BANDO VOCACIONAL

A todo joven que quiera seguir a Cristo se le informa que...

No tiene porqué poseer un sinfín de cualidades, capacidades, recursos... que fascinen a todo aquel que se cruce en su camino...
Sí tiene que empeñarse en cultivar con toda clase de mimos y atenciones el tesoro que lleva dentro, pues de la abundancia del corazón, hablan las acciones.

No tiene porqué romper con su pasado...
Sí debe afrontar el futuro con desparpajo y con mucho amor, dando y dándose todo a todos, pues la verdadera generosidad para con el futuro consiste en darlo todo ahora en el presente.

No debe tener el coeficiente intelectual por las nubes, ni ser el más listo de la clase...
Sí (esto es obligatorio) debe tener la actitud necesaria y las agallas suficientes para hacer algo grande y hermoso con su vida.

No tiene porqué tener manías, ni ser el más rarillo de la pandilla...
Sí tiene que ser humano... ¡Qué digo humano!, muy humano, terriblemente humano.

No hace falta que crea a pies juntillas todo lo que le dicen... en la parroquia, en el colegio, en su grupo...
Sí es imprescindible que crea, a ojos cerrados en el Amor, en el Amor con mayúsculas.

No puede estar todo el día refunfuñando, criticando lo mal que va este mundo...
Sí debe convertirse en un cartero del Reino, de manera que lleve la Noticia gozosa a todo aquel que busca un sentido a su vida.

No tiene porqué hablar con gran elocuencia y tener solución y respuestas para todo...
Sí debe, por el contrario, escuchar, escuchar mucho, sobre todo escuchar el grito de los más pequeños, de los más necesitados, porque en ellos está Dios de una manera muy especial.

No tiene por qué ser el compañero de clase o el hijo del panadero o la sobrina del párroco...
Sí puedes ser tú mismo (si tú quieres).

Adaptación de un texto de José María Escudero

jueves, 17 de octubre de 2013

RE-INÍCIATE

  ¿Alguien le ha comentado al Papa Francisco el lema del comienzo de este curso? ¿O quizá es él el que nos lo susurra?
  Leo hace un momento el siguiente comentario a propósito de la reforma que quiere hacer de la curia romana: Sobre su visión de la Iglesia, explicó que no se debe basar en el “proselitismo” sino “en escuchar las necesidades, las desilusiones, la desesperación, dar esperanza a los jóvenes y ayudar a los viejos, abrir el futuro y difundir el amor. Porque, siguiendo con sus palabras, “no se trata de domesticar las fronteras y traérselas a casa, sino de vivir en ellas”, en el borde de las situaciones, de lo atrevido y peligroso, de lo que incomoda en un primer momento pero que conecta en lo profundo.
  Lo tiene muy claro: sin reinicios, no hay camino, ni progreso, ni vuelta al primer Amor del que mana todo. Hay una canción de Brotes de Olivo que justamente también la estamos trabajando en este principio de curso, y que tiene por título: “¿Qué más quieres?” que dice así en una de sus estrofas: “Saca lo que tienes dentro, rómpete si es necesario, que tan pronto como lo hagas, vivirás más renovado”.
  No se puede seguir apoltronado, estático en las referencias de siempre y seguir viviendo. La vida se descubre cada día y en ella, cada momento. La esencia la llevamos dentro, sólo que no sale siempre a pequeñas dosis, a veces es necesario romperse por dentro, o más bien dejarse romper y renovarse. Cuando un arquitecto, por ejemplo, inicia los planos de una casa y al tiempo observa que son varios los errores que lo pueden llevar a una construcción peligrosa, no puede andarse con pequeños ajustes. Romper el proyecto y volver a recalcularlo todo será posteriormente motivo de éxito. La Iglesia, después de veinte siglos y unos cuantos concilios, sigue sin adaptarse a los signos de los tiempos y su objetivo parece ser más el proselitismo que el acompañamiento personal. Pero llega Francisco I, que como su tocayo, Francisco de Asís, no tiene ningún interés en engrosar sus filas ni crearse adeptos. Él quiere acompañar, liberar de pesados fardos que la Iglesia ha puesto durante siglos, practicar la misericordia y colocar a cada uno en su sitio. Porque también, siguiendo las palabras del Papa, “Dios primerea”.

  Urge un continuo reinicio desde lo profundo, desde las entrañas, con respecto a nuestra forma de trabajar, de sentir, de tratar a los demás, de mirarnos a nosotros mismos como auténticas criaturas de Dios que no tienen que clamar el perdón de ningún Dios que clama venganza, ni pedirle favores que me faciliten la vida. Vivir desde dentro es vivir confiados y activos, reiniciándose a cada paso para hacer frente, o mejor, fluir con cada acontecimiento en el que Dios está presente.
  Reiníciate, deja lo viejo, lo que te cansa, los esquemas que ya no te sirven, los programas que retrasan, porque la vida está ahí para ser vivida con toda la intensidad del Evangelio que está en el Dios que llevamos en la entrañas. Y en esta nueva tarea, hazte profeta. Pero debes tener en cuenta que “ser profeta implica hacer ruido. La profecía crea a veces gran alboroto”.
  Ánimo y feliz reinicio.
CLARA LÓPEZ RUBIO

lunes, 14 de octubre de 2013

¿TENEMOS HERENCIAS ENVENENADAS?


  En junio de este año 2013 apareció en todos los medios una mujer de 74 años de Jaén que había quedado endeudada por aceptar una “herencia envenenada” del asesino de su hija. Y también se ha puesto sobre la mesa informativa cómo está aumentando de forma considerable, en estos tiempos de crisis, las renuncias a herencias por no poder hacerse cargo de las deudas que llevan consigo.
  Pero no sólo eso. Entre algunas grandes fortunas se está extendiendo el sentir de que dejar toda la herencia a los hijos significa “malcriarlos”, no educarlos en el esfuerzo y el trabajo, como dice María Ángeles Durán, catedrática de Sociología y profesora de Investigación del CSIC. Y en esta misma dirección indica Bill Gates: "Dejarles todo mi dinero a mis hijos sería una irresponsabilidad". Es una tendencia que se está extendiendo entre las grandes fortunas que además tiene un objetivo filantrópico: donar en vida la mayor parte de la riqueza acumulada a sociedades o personas menos favorecidas.
  Es llamativo cómo lo aparentemente bueno, como una cantidad ingente de dinero, puede ser negativo para unas personas, según sus progenitores. ¿Y si nosotros también recibimos herencias envenenadas? ¿Y si muchas de las supuestas ventajas que recibimos como herencia, por pertenecer a esta cultura, nos están resultando perniciosas? ¿Y si comodidades, estilo de vida, entretenimientos, etc. que creemos que nos ayudan a vivir mejor son en realidad grandes fardos que no nos dejan ser la persona que llevamos dentro?
  Henry David Thoreau, uno del los padres de la desobediencia civil junto con Gandhi, tiene unas reflexiones de búsqueda personal muy reveladoras: “Al acumular propiedades, para nosotros o nuestros herederos (…) o incluso al adquirir fama, nos hacemos mortales; pero cuando tratamos con la verdad, somos inmortales” (Walden. Errata Naturae editores 2013. Página 105). Es decir no son las herencias lo que nos van a llevar a una “vida plena”. En el fondo es lo mismo que nos dice Jesús: “No acumuléis tesoros en la tierra, donde roen la polilla y la carcoma, donde los ladrones perforan paredes y roban. Acumulad tesoros en el cielo, donde no roen polilla ni carcoma, donde los ladrones no abren brechas ni roban” (Mt 6, 19-20).
  Todo esto parece ponernos en guardia ante “las herencias” recibidas tanto por nuestra cultura como por las instituciones a las que pertenecemos. ¿Cuáles de esas herencias recibidas están siendo un obstáculo para nuestra vida? ¿Tenemos capacidad de discernimiento suficiente para desenmascararlas? ¿Somos esclavos de de estas herencias o tenemos la fuerza suficiente como para liberarnos de ellas? Que la oración nos ayude a elaborar estas cuestiones. Un abrazo.
Javier Morala, capuchino.

viernes, 4 de octubre de 2013

FIESTA DE SAN FRANCISCO DE ASÍS

  Hoy celebramos la festividad del hermano Francisco, uno de los santos más conocidos y queridos a nivel mundial y nuestro modelo en el seguimiento de Jesús.
  Todos sabemos que Francisco fue un santo que amaba la naturaleza hasta tal extremo que llamaba "hermanas" a todas las criaturas. Pero no basta con fijarse en la naturaleza cuando hablamos de san Francisco pues para él había algo más importante.
  Francisco descubrió que sólo tenemos un Padre, el del cielo. Francisco descubrió que sólo a través de la pobreza se puede seguir a Cristo. Francisco descubrió que sólo junto a los hermanos se podía experimentar la verdadera alegría.
  Podríamos decir que sin duda alguna el joven Francisco supo conectarse con Jesús, reinicio su vida y comenzó la aventura franciscana. Si te cuestiona la persona de Francisco de Asís y quieres conectarte con esta gran aventura, cierra todos los programas, pero no apagues tu vida, dale a reiniciar. No te arrepentirás, Jesús quizás te este enviando un mensaje. ¿Te atreves a conectarte?

martes, 1 de octubre de 2013

FRANCISCO DE ASÍS, UN TIPO ORIGINAL

  El desarrollo circular del año nuevamente nos ha situado frente a la figura de Francisco de Asís. El día 4 de octubre celebramos su fiesta religiosa que, según la tradición de la Iglesia, coincide con el día de su muerte.
  De Francisco se ha escrito y se seguirá escribiendo muchísimo, tanto en sentido poético como a la búsqueda de las raíces profundas de su conversión y de sus líneas de vida. A pesar de la apreciación de creer que sobre él lo sabemos ya casi todo, siempre hay perspectivas y matices que son desconcertantes y, por lo mismo, novedosos, tanto más llamativos y sugestivos cuanto dependen en gran medida de la actitud y de las disposiciones del que se acerca a él. Francisco es un grandioso calidoscopio de facetas y matices inabarcables, pues combina su originalidad con la inteligencia y la perspicacia del que lo estudia.
  Para muchos originalidad es casi sinónimo de excentricismo y ambos conceptos muy cercanos a lo raro, a lo psicológicamente preocupante, pero nadie más cuerdo y centrado que Francisco de Asís, capaz de armonizar el orden y el desorden, la pobreza y la riqueza, lo humano y lo divino, la grandeza y la humildad, lo fantástico y el realismo con tal perfección que a duras penas se puede detectar lo que, en la vida real del común de los mortales, son todo rotos y descosidos. Francisco, en primer lugar, se ha hecho excéntrico, es decir, ha dejado de ser él el centro, por lo que todas sus excentricidades quedan perfectamente explicadas a la luz del que se convierte en el eje central en torno al cual gira toda su vida: Jesús.
  Francisco no se inventa nada, pero es muy original en la manera en que asume, interpreta y actualiza la figura, el mensaje y la vida de Jesús. Si no es original en la temática, si lo es en cómo hace su propia presentación, lo que no solamente lo convierte en un artista del Espíritu, sino en fuente de inspiración y atractivo para otros muchos que han encontrado en él la puerta para entrar con pie seguro en el atrayente mundo de lo desconocido.
  Francisco es original y fuente de originalidad, razón por la cual se puede considerar un tipo que nunca defrauda.
Paco Luzón