domingo, 28 de abril de 2024
viernes, 26 de abril de 2024
HERMANOS
Siempre llamé hermanos a los que vivían en mi casa conmigo y con mis padres desde pequeña, vaya los de sangre; y escuchaba en catequesis eso de que Jesús le dijo a Juan en la cruz ahí tienes a tu madre... por María, y a María ahí tienes a tu hijo, por Juan... por esa regla de tres nosotros somos hermanos, nos decían...
Pero yo no lo sentí hasta que entré en la Familia franciscana y conocí a esos hermanos en la fe que han sido y son apoyo en mi vida , unos cerca y otros que están lejos por las circunstancias pero sintiéndolos conmigo: llamadas necesarias en momentos duros, ese corazón cuando palpita por lo tuyo como suyo, esa disposición para lo que necesites, ese tener su casa en otra provincia y sabes que es también tuya porque te reciben siempre bien...
Que agradecida estoy a Dios de pertenecer a esta gran familia, de ponerme a mis hermanos de sangre primero y a los de fe después en mi camino para andar con ellos la vida, porque todo es mejor acompañada con hermanos, sólo espero estar a la altura de todos y cada uno de ellos, y ser esa hermana en el camino. Siempre Gracias.
Amaya Perales
miércoles, 24 de abril de 2024
domingo, 21 de abril de 2024
ORDENACIÓN SACERDOTAL DEL HERMANO NACHO
martes, 16 de abril de 2024
TRES MIRADAS A LA PASCUA DE URBASA
La primera es María Magdalena, al ver que han quitado la losa, sale corriendo e interpreta precipitadamente que “han robado el cadáver”. También nosotros podemos tener una interpretación precipitada y superficial de lo que hemos vivido diciendo, que “me lo he pasado muy bien” o “qué maja la gente”, que puede ser cierto o no, pero que no va al fondo de la cuestión, al significado profundo de lo que ha ocurrido.
El segundo protagonista es Pedro que no se limita a ver lo que ha descubierto María –la losa corrida- sino que entra en el sepulcro, investiga y se da cuenta que las vendas están en el suelo y que el sudario está enrollado –ordenadamente- en sitio aparte, lo que parece incompatible con un robo precipitado. Pero Simón Pedro no saca ninguna conclusión de lo que ve. Éste, podría reflejar los que preguntamos a los jóvenes qué les ha gustado más de la Pascua, pasamos un formulario de evaluación y entresacamos aciertos y errores de organización a los que responsabilizamos del éxito o no de la Pascua, pero no vamos más allá.
El tercero es el discípulo amado que deja entrar primero a Simón Pedro, ve lo mismo que él, pero va más allá y cree que Jesús ha resucitado. Los tres han visto, pero sólo el último ha advertido el significado profundo de lo sucedido. Este discípulo, al ver lo que hemos vivido nosotros, también diría que el Espíritu de Jesús ha estado en Urbasa, y no ha dejado de moverse entre sus participantes. ¿Cómo, cuándo? En el desierto nos ha abierto el corazón para darnos cuenta de la riqueza e inmensidad de nuestro interior. Nos ha ayudado a desahogarnos con las lágrimas y a recuperarnos con el consuelo de los demás. Nos ha dado fortaleza para seguir adelante, aunque haya habido momentos de congoja. Nos ha llenado de alegría en las celebraciones, comidas, ensayo de cantos, bailes, etc. Nos ha estremecido al dirigirnos al mismo Jesús “de tú a tú”. Nos ha regalado el silencio cuando nos desbordaba lo que estábamos escuchando o viviendo. Nos ha acercado al compañero o compañera cuando veíamos que lo estaba pasando mal. Nos ha dado su inteligencia para comprender mejor lo que significan las heridas de Jesús y las propias. Nos ha movilizado para ayudar en las tareas de la casa, que otras veces se nos hacen tan pesadas.
Parece que sí, que el Espíritu de Jesús ha estado con nosotros. Puede ser una buena “traducción” de lo que otras veces llamamos “la magia de la puerta roja”; ¿te parece?
jueves, 11 de abril de 2024
ROSTROS DE RESURRECCIÓN
Sin embargo, un poco antes, en el Evangelio se relata la intención de Jesús de ir a Betania a resucitar a Lázaro, poniéndose así en peligro. Todos los apóstoles consideraban que era muy arriesgado, que ponían en riesgo su vida. Por lo tanto valentía y fidelidad no le faltaban a Tomás, que no le importaba morir en el intento de acompañar a Jesús.
Esto me lleva a pensar que lo que quizás sí faltó no estaba sólo en él, sino en los discípulos que pudieron ver a Jesús resucitado. Les faltó esa fuerza al transmitir el mensaje, entusiasmo alegría desbordante en sus caras, esperanza, salvación. ¿Por qué si no Tomás hubiera dudado? Puede que efectivamente tuviera una crisis de fe como nos ocurre a todos, pero quizás sus compañeros no mostraran con suficiente alegría esta buena nueva.
Por tanto, es necesario expresar esta alegría de la resurrección de un modo sencillo y sincero. Que nuestros gestos, actitudes y nuestra manera de vivir expresen de tal manera que Jesús vive y reina, que las personas que tengamos enfrente no duden ni por un segundo que Jesús ha resucitado y está vivo ahora y siempre, esperando a que le abramos las puertas de nuestro corazón.
Ojalá que esta alegría se reflejara de tal modo en nosotros que, si Tomás estuviera entre nosotros y le contásemos que Cristo ha resucitado, nos creyese, no tanto por pruebas empíricas o racionamientos, sino por el brillo en nuestros ojos, y la alegría, la paz y la esperanza de nuestro rostro.
martes, 9 de abril de 2024
RATIO FORMATIONIS: LA FRATERNIDAD
El proyecto de Clara y Francisco consiste en seguir a Jesús como hermanos y hermanas, a través de estilos diferentes y complementarios. Mientras que Francisco recupera el modelo apostólico (itinerancia, predicación y fraternidad), Clara se centra en la escucha y el servicio a Jesús, al estilo de Marta y María en la casa de Betania.
Nuestra identidad carismática se expresa en el modo de vivir las relaciones. La pobreza nos centra en lo fundamental, evitando que las cosas materiales se conviertan en obstáculos entre nosotros: Y aquellos que venían a tomar esta vida, daban a los pobres todo lo que podían tener y no queríamos tener más (Test 16-17). Todos los hermanos son iguales: corresponde a todos trabajar con las propias manos, la predicación no es exclusiva de los clérigos, el lugar de origen no cuenta.
La fraternidad garantiza la libertad y propicia la gratuidad en las relaciones interpersonales, que exigen, de modo incondicional a todos los hermanos, la renuncia a cualquier tipo de poder. Para Francisco, sin libertad, sin creatividad y sin responsabilidad no existen verdaderas relaciones fraternas: Cualquiera que sea el modo que mejor te parezca de agradar al Señor Dios y seguir sus huellas y pobreza, hazlo con la bendición del Señor Dios y con mi obediencia (CtaL 3).
Las dificultades experimentadas por Francisco en las relaciones fraternas hacen creíbles las palabras que dirige a un hermano que le pidió ayuda: los problemas fraternos no se resuelven huyendo a un eremitorio ni deseando que los otros sean mejores cristianos. Solo así se abren espacios de gratuidad que nos libran del ansia de expectativas y de dominio. El secreto para vivir a la altura de estas exigencias está en la contemplación, espacio irrenunciable en el que nuestros ojos se cargan de misericordia: Que no haya hermano en el mundo que haya pecado todo cuanto haya podido pecar, que, después que haya visto tus ojos, – no se aleje jamás de ti - sin tu misericordia (CtaM 8).
miércoles, 3 de abril de 2024
PASCUA URBASA 2024
Bien pues hoy os lo vengo a contar. Como primer año que iba a la pascua he vivido una experiencia en cuatro días que no podría explicar con palabras en un mes; entré con incertidumbre y desconcierto al inicio por ser todo nuevo, el lugar, los compañeros… pero sin darme cuenta al segundo día ya me sentía en casa. Este suceso, los holandeses lo describen con la palabra gezelligheid que explica esa sensación de calidez e intimidad que se consigue cuando estás a gusto con tus amigos o pareja y que tras esta puerta roja se consigue de forma general sintiéndonos en fraternidad todos los que estamos dentro.
Alguien que no lo haya vivido podría pensar que estoy exagerando, pero es que no ve que durante esos cuatro días compartes tus sentimientos con tus compañeros, tratas temas muy variados, nos acompañamos unos a otros en la muerte de Jesús, el silencio y la reflexión, el vacío que sentimos sin Él y la inmensa alegría cuando Él resucita. Así celebramos la vida y nuestra razón de vivir que es seguirle, aprender de él y agradecer día tras día que diera su vida por nosotros. A pesar de las veces que nos equivoquemos, él estará ahí siempre para acogernos de vuelta y querernos.
Así que sí, a pesar de haber sido solo cuatro días, os puede asegurar que esa puerta roja es mágica y que en su interior se guardan recuerdos y sentimientos maravillosos que se pueden palpar en las paredes desde el primer día que entras.
Como datos concretos, diré que fuimos 44 participantes venidos de Gijón, Madrid, Logroño, Tudela y Zaragoza, y que estuvimos desde el jueves 28 hasta el domingo 31 de marzo.
lunes, 1 de abril de 2024
JESÚS VIVE PARA AMARME
Pocas veces se dice que Francisco de Asís fue alguien que disfrutó de lo pequeño a tope. Pero en ese disfrute oculto está la prueba de su abrazo con el resucitado. Si no hubiera sentido el calor del sol, el brillo de la luna, la caricia del viento, los colores de las flores, el amor de los que perdonan, la paz de quienes mueren, el abrazo de quienes se quieren no habría amado a Jesús con la fidelidad con la que lo amó. Vive esta Pascua en el gozo humilde y compartido de quienes saben de esto.