jueves, 31 de octubre de 2024

DILEXIT NOS

Hace un par de días, recibimos una noticia muy grata: el Papa Francisco nos regaló una nueva encíclica, Dilexit Nos. En ella, nos invita a redescubrir el amor de Cristo desde el símbolo más humano y profundo: el corazón.

Este documento no solo reflexiona sobre el amor divino y humano, sino que busca llegar a cada persona para que, en un mundo marcado por la superficialidad, encontremos un camino hacia la autenticidad, la paz y el encuentro verdadero con Dios y los demás.

A continuación, compartimos cinco mensajes centrales de esta encíclica que llama a cada persona a vivir «con el corazón».

1. El significado del corazón en «Dilexit Nos»

El Papa comienza su mensaje abordando una cuestión que a muchos puede parecer sencilla, pero que en realidad revela el núcleo de su mensaje: ¿Qué significa realmente el corazón?

Según explica, el corazón es el símbolo de nuestra parte más íntima y auténtica, donde confluyen pensamientos, intenciones y emociones. Es el lugar donde se fragua la verdad de lo que somos, la sede del amor y el compromiso. Al hablar de «corazón», el Papa se refiere al centro espiritual y humano de cada persona, donde lo superficial y lo vano no tienen cabida.

Francisco sostiene que, en una sociedad dominada por la tecnología y el consumo, el corazón muchas veces se queda sin valor, como si lo verdaderamente importante fuera el intelecto o la voluntad. Sin embargo, este símbolo nos permite unificar nuestra historia personal y nos ayuda a encontrar sentido y propósito en el encuentro con los demás.

2. Gestos y palabras de amor

Una de las imágenes más potentes que presenta Dilexit Nos es la de los «gestos y palabras de amor» de Cristo. En sus interacciones, Jesús no solo hablaba, sino que actuaba: su amor no era una idea abstracta, sino un amor tangible, hecho de gestos concretos.

Desde la sanación de los enfermos hasta el perdón a los pecadores, Cristo mostraba un amor sensible y humano que reflejaba la misericordia de Dios.

El Papa nos invita a mirar esos gestos para recordar que el amor cristiano debe ir más allá de las palabras, debe ser un amor que se acerque y toque la vida de los otros. En tiempos en los que las relaciones suelen ser frágiles, Francisco subraya la importancia de la cercanía, del mirar a los demás con compasión y de practicar una ternura que ilumine las sombras del egoísmo y la indiferencia.

3. Un corazón que consuela y da vida

El Papa Francisco describe el Corazón de Cristo como un corazón «que da de beber». Es un amor que consuela y reconforta, especialmente a los que sufren, a los marginados y a los que han perdido la esperanza. Inspirándose en la vida de santos como san Francisco de Sales o santa Teresa del Niño Jesús, Francisco reflexiona sobre el papel que juega la devoción al Corazón de Cristo en la tradición de la Iglesia: este amor consuela, cura heridas y da paz.

En el Corazón de Cristo, cada uno de nosotros puede encontrar consuelo y fortaleza. Francisco nos recuerda que esta devoción no es solo para algunos, sino una invitación para todos: para llevar nuestras cargas, consolar nuestras heridas y darnos el impulso de amar como Él ama.

En tiempos de crisis, el Papa anima a los fieles a encontrar en el Corazón de Cristo la fuente de un amor que no se agota y que nos inspira a amar sin condiciones.

4. Reparar el mundo desde el corazón

Uno de los temas que más destaca en Dilexit Nos es la «reparación del mundo». Para Francisco, reparar el mundo es construir sobre los corazones heridos. Esto implica aprender a pedir perdón, pero también a perdonar y a trabajar activamente para sanar relaciones y construir una sociedad más justa y fraterna. Francisco entiende la reparación como una tarea que empieza en el corazón y que debe reflejarse en las acciones cotidianas de cada uno.

Esta reparación, dice el Papa, tiene un sentido social: nos llama a vivir el amor en comunidad, en familia, y a ser una «fuente de vida» para otros.

De este modo, nuestra vida cristiana deja de ser algo personal y se convierte en un puente de reconciliación, esperanza y unidad. Francisco nos invita a comprometernos a vivir este amor con hechos y a construir una comunidad de paz desde el Corazón de Cristo.

5. Volver al corazón en un mundo fragmentado

La conclusión de Dilexit Nos es un llamado a la unidad. Francisco nos advierte que el mundo actual vive dividido, fragmentado y desgarrado por conflictos y egoísmos. Nos recuerda que el cambio verdadero comienza en el corazón. De ahí su invitación a que todos redescubramos nuestro centro, nuestro verdadero yo, en el amor de Cristo.

Francisco sugiere que el cambio personal tiene un impacto global: el mundo puede cambiar desde el corazón. Si permitimos que el amor de Cristo transforme nuestras vidas, podemos ser testigos de una revolución silenciosa, una que inspire a otros a vivir en armonía y a construir un mundo más humano.

Dilexit Nos: Una invitación a amar con el corazón de Cristo
La encíclica Dilexit Nos nos invita a abrir el corazón y a dejarnos amar por Dios en nuestra vulnerabilidad y humanidad. El Papa Francisco nos recuerda que el Corazón de Cristo es la fuente de toda autenticidad y nos llama a vivir una fe que no se limite a palabras, sino que se exprese en actos de amor genuino.

Actos que nos lleven a mirar más allá de nuestras necesidades inmediatas, recordándonos que el verdadero amor, como el que Cristo nos ofrece, es gratuito y ajeno a la lógica del consumo.

Al beber de su amor, encontramos la capacidad de tejer lazos de fraternidad y reconocer la dignidad inherente de cada ser humano.

¿De qué manera podemos, en nuestra vida cotidiana, reflejar ese amor gratuito que Él nos brinda? ¿Cómo nos llama el mensaje de las encíclicas Laudato si’ y Fratelli tutti a vivir de manera más consciente y solidaridad?

Además, el documento plantea que solo el amor de Cristo puede renovar el mundo, liberándolo de sistemas que nos aíslan y nos privan de amar sin esperar nada a cambio.

En este sentido, ¿qué pasos podríamos dar como comunidad para construir una sociedad más justa y fraterna? ¿Cómo podríamos, inspirados en su amor, cuidar juntos nuestra casa común?

catholic-link.com

martes, 29 de octubre de 2024

FRATERNIDAD CON LA CREACIÓN

Todos conocemos pasajes de San Francisco relacionándose de modo armonioso con la naturaleza. Es entrañable aquella predicación que hizo a las aves, las cuales le atendían con sumo interés. Resulta emblemático el proceso de pacificación que realizó Francisco entre el lobo asesino y el pueblo de Gubbio. Invitaba a apartar con cuidado el gusano que se encontraba en medio del camino. Pedía al hermano hortelano un trocito de huerta para las hierbas silvestres.

Sin embargo, este modo de relacionarse con la naturaleza fue fruto de un proceso largo de reconciliación con Dios, consigo mismo, con los hermanos y con toda la realidad que le tocó vivir. Cuando hablamos de Francisco como hermano universal, hermano de todos y de todo cuanto existe, no es en un sentido romántico, sin conflictos ni dificultades dolorosas. Francisco en su seguimiento a Jesús pobre y crucificado, se ve hermanado incluso con aquellas realidades que no nos resultan fáciles de entender: “Loado seas, mi Señor, por los que perdonan por tu amor y sufren enfermedad y tribulación. Bienaventurados aquellos que las sufren en paz, pues por ti, Altísimo, coronados serán”.

Cuando hablamos de fraternidad según la espiritualidad franciscana, en ella van incluidas las criaturas animadas e inanimadas. La ecología nos ayuda a ello. Pero más allá del respeto y cuidado de la naturaleza, es también un modo de plantearse la vida. La vida no es para poseer y producir más, sino para promover una humanidad más fraterna intentando una paz universal que abarca el cosmos. Ahí no es nada.

Y tanto es esto, que Francisco termina su cántico llamando hermana a la muerte. Por lo tanto, lo que nos hermana incluso con la muerte no es nuestro deseo sino Dios que integra toda la realidad.

Carta de Asís, octubre 2024

sábado, 26 de octubre de 2024

¿QUÉ QUIERES QUE HAGA POR TI?

El evangelio de este domingo narra uno de tantos milagros de curación que reportan los evangelios. Pero en él se encierra la gran pregunta sobre la compasión: ¿QUÉ QUIERES QUE HAGA POR TI? Es algo sencillo y elemental, pero muy importante: si me pides algo que pueda hacer por ti, estoy dispuesto a hacerlo.

Es una actitud que desvela el interés y la disponibilidad hacia el otro. Y, junto con ello, la certeza de que uno no se desarrolla ni puede encontrar su plenitud si no es en la entrega sincera de sí mismo a los demás porque la vida subsiste donde hay vínculo, comunión, fraternidad. En estos parámetros se juega la verdad de nuestra comprensión de lo humano y de lo cristiano. De ahí que una pregunta tan aparentemente sencilla tenga una importancia tan decisiva: ¿Qué puedo hacer por ti?

Ojalá la tuviéramos muchas veces en nuestros labios dispuestos a cumplirla. Seríamos con Jesús.

Fidel Aizpurúa, capuchino

sábado, 19 de octubre de 2024

AMBICIÓN Y GENEROSIDAD

El evangelio de este domingo habla de la ambición, que viene siempre con nosotros, pegada como una sombra. Los discípulos han dejado muchas cosas al seguir a Jesús (familia, trabajo, posesiones, etc.). Pero no han dejado la ambición, viene con ellos. Siguen a Jesús, pero esperan beneficios. Por eso dice el texto que, cuando la madre de los Zebedeos hizo para sus hijos la petición de los primeros puestos, los otros diez, al oír aquello, se indignaron. ¿Por qué? Pues porque ellos también aspiraban a esos puestos de honor. La ambición manifestada con toda candidez.

Tendrá que mediar mucha enseñanza y ejemplo de Jesús, mucho discernimiento, no poco sufrimiento para que entiendan, por fin, que el reino de Dios no es para sacar beneficios personales, sino para llegar al bien común de la nueva sociedad. Habrán de entender que seguir a Jesús demanda explícitamente el abandono de la ambición.

Los cristianos albergamos, a veces, grandes ambiciones. Los mismos clérigos, que debería ser más desprendidos son, a veces, paradigma de ambición. Por eso el Papa les anima a huir de la carrera eclesiástica “como de la peste”. Una vida de una cierta sobriedad puede ayudarnos a mantener a raya la ambición, a que vaya surgiendo en nosotros una vida de creciente generosidad.


Fidel Aizpurúa, capuchino

martes, 15 de octubre de 2024

EL CÁNTICO DE LAS CRIATURAS VISTO POR: JOAN MIRÓ

Joan Miró ilustró el volumen Cántic del sol, el célebre poema de San Francisco de Asís traducido al catalán por Josep Carner y publicado, con las ilustraciones de Miró, por Gustavo Gili en 1975.

Coincide Joan Miró con Francisco de Asís en su amor desbordado por la naturaleza, en su devoción por los paisajes y las criaturas que uno elevó a la esfera de la teología y que otro transformó en una de las creaciones artísticas fundamentales del siglo XX. Los pájaros, las estrellas, la luna y hasta las humildes huertas son tema y título de un conjunto de 35 aguafuertes y aguatintas.

Las redes, las estrellas, las lunas, las marañas, las lenguas de mar, los firmamentos y los crepúsculos de Miró se cruzan sobre el papel con el esplendor de las palabras de Francisco, que rinde tributo, en su lenguaje, al hermano sol, al hermano viento, a la hermana agua y, en fin, a todas las criaturas.


sábado, 12 de octubre de 2024

VENDER Y DAR

Dice Jesús en el Evangelio a aquel joven rico, y nos dice también a nosotros: VENDE LO QUE TIENES Y DÁSELO A LOS POBRES. Esto nos parece algo inasequible: ¿voy a vender mi casa, mi coche, mis muebles y dárselos a los pobres? El Evangelio no nos puede pedir lo que, realistamente hablando, no podemos hacer. ¿Hemos, pues, de dejar de lado esta página del evangelio? No.

Puede sernos útil si entendemos el “vender y dar” como un desplazamiento. Se trata de desplazarse hacia las pobrezas: que te interesen más las situaciones de los pobres, que te informes más, que colabores más, que te descubras haciendo cosas que no son comunes a favor de otros, que te importen los dolores ajenos. Normalmente nos desplazamos en nuestra vida hacia el brillo, el poder y el dinero. Desplázate hacia el otro lado. Algo de eso sería el “vender y dar”.

Fidel Aizpurúa, capuchino

jueves, 10 de octubre de 2024

RATIO FORMATIONIS: LA CEGUERA

Francisco nunca ve cumplido el sueño de paz de su viaje a Damieta. Las cruzadas siempre acaban mal. A este sentimiento de fracaso, se suma una enfermedad en los ojos que acaba por dejarlo completamente ciego: conjuntivitis tracomatosa, un dolor insufrible que hace insoportable la presencia de la luz.

A este sufrimiento se añade uno todavía mayor: el aumento del número de hermanos convencidos de que el Evangelio no es suficiente para vivir. Quieren normas prácticas que orienten con mayor precisión la vida, piden regulaciones y glosas con las que cubrir la desnudez del Evangelio.

Francisco, ciego por fuera y lleno de sombras por dentro, se encuentra sometido a una fuerte tensión: entre las exigencias de muchos hermanos y la defensa de su intuición original.

La desesperanza y las dudas pesan en el corazón de Francisco. Quiere ver y no puede. No se siente con la fuerza y la claridad necesarias para guiar a los hermanos. Renunciando a su papel de guía espiritual, finalmente, y lejos de los hermanos, se refugia en un eremitorio. De nuevo, como años atrás, la ceguera existencial lo inunda todo, las sombras crecen y lo más triste sucede: la dulzura de vivir en fraternidad se ha transformado en amargura.

Cuando la tentación de volver atrás es cada vez más grande y siente que ha perdido las huellas del Maestro, Francisco regresa al silencio y, tocado de nuevo por él, escucha, como al inicio de su camino, la palabra del Evangelio: Jesús le invita a la desnudez, a la confianza, a la valentía del origen. En este momento de su vida, tiene que librar una última batalla, la decisiva: renunciar otra vez, definitivamente, a ser caballero, abandonar cualquier forma de dominio y de poder, y abrazar de nuevo la minoridad. El Evangelio le empuja a retomar la senda del único camino: la fraternidad.

martes, 8 de octubre de 2024

ADENTRO ESTÁ LA PUERTA

En la puerta de una pequeña iglesia en un pueblo perdido en la Bretaña se encuentra esta inscripción: la porte est en dedans / adentro está la puerta. ¿Se trata de una muestra del humor francés o es quizás un acertijo? ¿Qué sentido tiene que una puerta indique que ella no es la puerta y dirija, a quien por ella pasa, hacia otro lugar, hacia otra puerta -interior, desconocida- que es la verdadera puerta que ha de atravesar?

Esta imagen de una puerta que te empuja hacia la puerta tiene mucho que ver con la vida de Francisco. Hay en él una capacidad de revelar el carácter penúltimo de las cosas, o dicho de otra manera, en Francisco -en su forma de vivir- descubrimos que cada criatura -la flor, el fuego, el ave, las gotas de la lluvia, el rostro del hermano- es siempre una puerta que nos conduce hacia otra puerta, puesto que todo lo que existe es flecha que apunta a algo que a su vez apunta hacia el Creador.

Este hecho no se opone a algo también muy propio de Francisco: su amor a lo concreto, su preferencia por aquello que puede ser contemplado y señalado con el dedo mientras se habla. Enemigo de teorías y abstracciones, el pobre de Asís se delecta en la singularidad de un mundo en el que cada presencia de cada ser y cada cosa tiene su lugar preciso, donde cada criatura contribuye a sostener lo que Dante, poco tiempo después de Francisco, llamó franciscanamente el códice de amor del universo.

Todo es, entonces, único en su singularidad y único también en su capacidad de lanzarnos un paso más hacia algo que es siempre inagotable. Todo es puerta hacia la puerta.

Víctor Herrero de Miguel, capuchino

viernes, 4 de octubre de 2024

CANTOR DE LA VIDA

Francisco de Asís cantó al Dios que se hace humano, que se sitúa en lo más bajo de la creación para reconocer su dignidad. Cantó al coro de lo creado, la hermosura que reside en la conjunción y belleza de ese coro al que Dios mismo ofrece su amor y se anonada en él. Vio que la contemplación de la creación no puede hacerse sin espíritu de familia y ello mismo le llevó a ver que no es lícita ninguna violencia contra familiares, por lo que es preciso tratar a la creación con el cuidado esencial del amor. Para Francisco, cantar a las creaturas no puede hacerse sin anhelar esa conciencia cósmica de fraternidad.

La creación y el canto fueron el consuelo que, a veces, le negamos los mismos hermanos. Cuentan que Francisco, cuando estaba para morirse, pidió a un hermano músico que aliviara su dolor tocando para él, peroel superior se lo prohibió porque los vecinos iban a pensar que los frailes estaban de fiesta. Pero también cuentan que por la noche, un ángel del cielo tocó para él la más dulce de las melodías.

Lo que sí sabemos cierto es que recibió a la muerte cantando. ¡Manera única de recibir a quien tanto se teme! Es que él ya había entendido aquello del evangelio sobre la alegría que nadie os podrá arrebatar. El canto de Francisco sobrenadaba las dificultades de la vida y conectaba con el amor a Jesús ya sus hermanos, amor limpio y fresco como las aguas más escondidas de la montaña. Cantó porque amó.

miércoles, 2 de octubre de 2024

AFINANDO

El viernes 27 de septiembre fuimos llegando al 1º Encuentro de Animadores de PJ en el Albergue de Peregrinos de León, con una gran ilusión. Un novedoso primer encuentro para iniciar curso, nunca antes se había hecho, con la presencia de futuros animadores y además en León… así que comenzamos “AFINANDO” y pintaba muy bien, pues la temática era el Cántico de las criaturas de nuestro gran hermano Francisco.

Miguel Anxo Pena nos dio una magnífica charla el sábado por la mañana que nos ayudó a ver y sentir el Cántico y a Francisco desde puntos diversos; después nos enseñó un mural muy bonito del Cántico que tienen en el claustro, el cual inspiró algunas ideas al momento; visitamos la iglesia, el claustro… esa mezcla de moderno y clásico nos gustó mucho a todos.

Gabriel Silva, director de la Escuela profesional san Francisco, nos enseñó, junto con tres alumnas autoras, una maravillosa pintura mandala sobre el Cántico, situada en el patio de la escuela. Nos explicaron cómo habían integrado el sol y la luna haciendo de ojo, los colores… la tierra, el mar, la vida y la muerte, los animales… Nos contaron las artistas sus dificultades a la hora de diseñar, sobre todo de elegir, qué poner y quitar. Nos gustó mucho. Después estuvimos viendo el colegio, y nos enseñaron las distintas aulas de automoción, donde aprenden a arreglar coches, montan desmontan, a pintar piezas, puertas, parachoques…

Por la tarde trabajamos los materiales de la Campaña por grupos. Los futuros animadores nos sorprendieron con sus buenas ideas que fueron recibidas con muchas ganas; comentamos dificultades e intercambiamos opiniones. A la noche dimos un bonito paseo por León, que nos ilustró Pedro Castrillo con su sabiduría y sus chascarrillos.

El domingo fue una parte del camino de Santiago lo que ocupó nuestra mañana principalmente. Un paseo motivado con la lectura de la Palabra y unas preguntas para reflexionar. Partimos desde el pueblo de Arcahueja, llamado la Torre de Babel porque el 25% de su población es refugiada, así nos lo contó Joaquín Morata que preparó el paseo.

Y a la vuelta, ensayo de canciones para animar la eucaristía de las 13:00 en la que recibimos diversas muestras de agradecimiento por parte de los asistentes que querían que fuéramos ¡todos los domingos a cantar! Terminamos con la comida y salimos a los diversos lugares de procedencia, siendo por primera vez en la historia Gijón los primeros en llegar a casa. Después fuimos llegando los de Madrid, Logroño, Tudela, Zaragoza…

Así con nuestros maravillosos abrazos y nuestras mismas ganas de encontrarnos ya hemos AFINADO. Esperemos que el Cántico llegue a todos los lugares con la misma alegría que lo escribió Francisco y que lo hemos vivido este fin de semana. Siempre gracias y un abrazo de Paz y Bien.

Amaya Perales