sábado, 29 de octubre de 2022

CRÓNICA DEL EJIF 2022

El secreto está en mirarnos. Con este lema, comenzaba nuestro nuestro EJIF’22 (encuentro de jóvenes interfranciscano), un encuentro muy esperado y, desgraciadamente, aplazado por la pandemia. Y es que cuando conoces a alguien de verdad, con una mirada, las palabras sobran. Y fue así como casi 200 jóvenes procedentes de las diferentes familias de nuestro carisma franciscano pudimos conocernos durante el fin de semana del 21 al 23 de octubre en el Colegio Fundación Caldeiro, donde nuestros hermanos amigonianos nos acogieron y nos hicieron sentir como en nuestra propia casa.

Y la locura, esa bendita locura de la que hablaba san Francisco, comenzó. Poco a poco iban llegando de diferentes lugares de toda España… ¡¡¡y también de Francia y Portugal!!! Música, baile, juegos, diversión… la alegría y la fraternidad no faltaron desde el primer momento, e hizo que, si había alguna duda, todos nos sintiéramos como una sola familia. Y así comenzábamos el primer día concluyendo con una oración donde compartimos nuestros deseos más sinceros para este encuentro.

El segundo día prometía. Pudimos conocer a fray Luis Salazar, capuchino. Desde el inicio nos encandiló con su personalidad, experiencia y sinceridad. Desde su experiencia, como influencer católico y, además, franciscano, nos animó a evangelizar desde estos nuevos púlpitos que nos encontramos. Y después comenzó la feria. Sí, la feria franciscana donde cada familia nos acercó a su realidad local y compartió cómo viven el carisma franciscano. Eso sí… hubo que pasar por unas pruebas algo curiosas…

Por la tarde continuamos con talleres con tintes franciscanos: magia, música, poesía, danza contemplativa, oración, expresión corporal, escape room, manualidades… Y tras un merecido descanso, tuvimos una Vigilia de Adoración donde nos adelantamos a celebrar el Espíritu de Asís. El colofón lo tuvimos por la noche, donde pudimos disfrutar de un concierto muy especial a manos de Jesús Cabello, cantautor católico, donde con su música, testimonio y algún que otro toque de humor, movió no sólo los cuerpos, sino también el corazón.

Y finalmente el domingo, a pesar de la lluvia, emprendimos una marcha hasta la Basílica de Jesús de Medinaceli, donde nuestros hermanos capuchinos nos dieron la bienvenida y pudimos visitar la Basílica y concluir nuestro encuentro con la Eucaristía, que celebramos en la cripta.

¿Qué palabras resuenan después de este encuentro? Gracias, gracias, GRACIAS!!! Gracias a todos por haber hecho posible este encuentro tan especial. Y aunque tenemos nuestra cita dentro de dos años, esperamos veros a todos nuevamente en la JMJ en Lisboa, en la que ya estamos trabajando para poder vernos en algún momento de las jornadas. Por cierto… seguimos teniendo camisetas a 5 euros, jajajaja.

Un saludo a todos de Paz y Bien.

martes, 25 de octubre de 2022

LA AMISTAD ESPIRITUAL

En un sentido amplio, vivimos muchos tipos de relaciones fraternas. Hay algunas en sentido estricto de familia, o en la pareja, con los amigos, en comunidad… Vivimos todas ellas a la vez, y cada una tiene su peculiaridad y sus dimensiones propias que nos alimentan y dan vida. Hay una especial que es la amistad en el espíritu. Se da entre personas que, para su sorpresa, se quieren porque comulgan en su vida espiritual. No hay otros lazos que determinan su amistad, aunque no se excluyen, como puede ser la pertenencia a la familia, a la comunidad, a un grupo, etc. Lo que determina su relación es que en un momento determinado han conectado entre ellas porque viven una historia de fe y se han reconocido en ella.

No es algo extraordinario porque está hecha de cariño, de vinculación, de confianza; pero no depende de otros factores como la presencia continuada, o gustos iguales, o de estar de acuerdo ideológicamente, etc. Favorece la libertad porque se reconoce la autenticidad y la verdad del camino de la otra persona, más allá de los roles que cada uno juega en otros apartados de la vida. Y sobre todo, Dios es el origen y la meta de lo que está en el fondo de la relación. Esto último ayuda a liberar la relación de otras necesidades que cada cual vive.

Esa comunión espiritual no nace del solo querer sino muchas veces del mero acoger lo que, por lo que sea, se ha encontrado. Puede haber cristalizado por un encuentro, una oración compartida, una lectura y comunicación fortuita… Ciertamente que cada uno ha tenido que haber recorrido un camino de fe, de búsqueda y trabajo; y también ha habido ciertas coincidencias (respeto, libertad, mínimo de confianza…) que han ayudado a que cristalizara la amistad. Pero en el fondo un amigo/a espiritual es un tesoro ofrecido por Dios para la vida de fe de cada uno.

Carta de Asís, octubre 2022

jueves, 20 de octubre de 2022

FRATELLI TUTTI EN IMÁGENES DE ANTONIO OTEIZA

SUFRIMIENTOS DE LA MUJER: La aberración no tiene límites cuando se somete a mujeres, luego forzadas a abortar. Un acto abominable que llega incluso al secuestro con el fin de vender sus órganos. Esto convierte a la trata de personas y a otras formas actuales de esclavitud en un problema mundial que necesita ser tomado en serio por la humanidad en su conjunto, porque «como las organizaciones criminales utilizan redes globales para lograr sus objetivos, la acción para derrotar a este fenómeno requiere un esfuerzo conjunto y también global por parte de los diferentes agentes que conforman la sociedad».

martes, 18 de octubre de 2022

CELEBRAR LA REGLA FRANCISCANA

Todos los miembros de la Familia Franciscana profesan una Regla que se convierte en forma de vida y que consiste en observar el Evangelio. La celebración de la Regla bulada nos recuerda que, para Francisco de Asís, el núcleo de la misma es el Evangelio, como afirma en su Testamento: «el Altísimo mismo me reveló que debería vivir según la forma del santo Evangelio. Y yo hice que se escribiera en pocas palabras y sencillamente, y el señor Papa me lo confirmó» (Testamento 14-15). Su escucha orante de las palabras de Jesucristo lo hace exclamar junto a sus primeros hermanos: «“¡He aquí lo que anhelábamos! ¡He aquí lo que buscábamos!”. Y el bienaventurado Francisco agregó: “Esta será nuestra Regla”» (Anónimo de Perusa 11).

Ningún miembro de la Familia Franciscana profesa su propia Regla en privado, porque está llamado a vivir el Evangelio en fraternidad. Es importante recordar que Francisco compuso la Regla bulada durante un período de su vida en el que tuvo que afrontar numerosas tensiones y crisis a nivel fraterno, pero no renunció a la profecía de vivir como hermano de todos, y nos invita a hacer lo mismo. «Santo del amor fraterno » (Fratelli tutti 2), porque sus gestos y sus palabras pueden todavía, después de 800 años, iluminar el camino de una comunidad eclesial que busca convertirse en una Iglesia en salida, sinodal, a la escucha de todos, cercana a los más pequeños, portadora de una buena notica que tiene el poder de llenar de alegría y sentido la vida de quienes la acogen (cf. Evangelii gaudium 21).

Celebrar la Regla bulada como Familia Franciscana es una oportunidad para conocernos mejor, para promover la comunión y la confianza mutua entre nosotros, para redescubrir la importancia de soñar juntos y para abrir nuevos caminos que nos permitan ser una fraternidad abierta y en salida, constructora de una nueva cultura, la cultura del encuentro y de la amistad social, una fraternidad que desea llegar a Todos los miembros de la sociedad, «cada uno con la riqueza de su fe o de sus convicciones, cada uno con su propia voz, todos hermanos» (Fratelli tutti 8).

jueves, 13 de octubre de 2022

¿QUÉ DICEN LOS EVANGELIOS SOBRE LAS LIMOSNAS? (Última entrega)

La sociedad cambia, pero la costumbre de la limosna continúa. Incluso adquiere otras formas de más rango social (subvenciones entendidas como limosnas, no como derechos sociales). En el AT y en la sociedad de Jesús es práctica común (eran tiempos de pobreza) y además en formas consagradas (por ejemplo la limosna que se da en Jerusalén tiene doble valor).

Jesús no cuestiona la existencia de esa práctica penitencial, pero la reorienta, la trata a su manera. Esta reorientación lleva, en el fondo, a plantearse la coherencia de tal práctica religiosa y su consiguiente transformación en caminos de solidaridad, no tanto de dar, sino de darse.

  • El principio reorientador de la limosna es hacerlo “en lo escondido” porque es ahí donde el Padre lo ve (Mt 6,4). Esto quita el aguijón al veneno del donante que siempre quiere que conste su nombre, sobre todo si el donativo es cuantioso. Un dar poniendo delante el yo no es darse; y eso no entra bien en el camino evangélico.
  • El segundo principio reorientador es “que tu mano izquierda no sepa lo que hace tu derecha”. Es decir: no llevar cuentas de lo que se da porque esa es la manera de que, después, se pueda llegar a exigir una contrapartida. Porque si se exige contrapartida no estamos ya en el marco del darse.
  • El tercer principio reorientador es, según Mc 7,9-13 (declaración de “corbán”), que la justicia está por encima de la limosna. Por eso, si una limosna colisiona con la justicia, si mantiene la injusticia, es una limosna cuestionable según el pensamiento de Jesús.

Texto: Mc 12,41-44: «Se sentó enfrente de la Sala del Tesoro y observaba cómo la multitud iba echando monedas en el tesoro; muchos ricos echaban en cantidad. Llegó una viuda pobre y. echó dos ochavos, que hacen un cuarto. Convocando a sus discípulos, les dijo:- Esa viuda pobre ha echado en el tesoro más que nadie, os lo aseguro. Porque todos han echado de lo que les sobra; ella, en cambio, sacándolo de su falta, ha echado todo lo que tenía, todos sus medios de vida».

  • El texto, que ya hemos citado en otras ocasiones, es un ejemplo claro de superación del dar por el darse. Efectivamente, la pobre mujer da “de su falta”, de su necesidad, de ella misma, no de lo que le sobra. Se da a sí misma en el poco dinero que tiene para sobrevivir.
  • Por eso queda presentada como ejemplo de ciudadana del reino: es ciudadano quien se va entregando a los demás sin llevar cuenta de lo que da y sin demandar ninguna alabanza porque su limosna se pierde en el mar de las otras limosnas.
  • Por otra parte, el lector de hoy pone un correctivo al texto: la mujer confía en que su limosna llegue a su objetivo, a los pobres. Esa confianza es un gran valor. Pero los vericuetos de las limosnas incontroladas son muchos. Por eso, se requiere la transparencia de que tales limosnas llegan al fin que se propone. Esta verificación no es desconfianza, sino el control que cualquier actividad económica necesita.

Aplicación: Dar o darse. Aquejada nuestra sociedad de una mentalidad monetarista, la sociedad ha creído que dar era siempre un problema, sobre todo cuando se trata de dar los beneficios sociales a quienes no se consideran agentes productivos. Desde ahí no se ha podido entender que había otros bienes, no monetarios, que eran compartidos con los “improductivos” y que, por ello, podía haber un trasvase social de bienes, siendo el dinero uno más de ellos. Así se habría suavizado la tensión del dar y se habría ampliado su ámbito de influencia. Pero hay más: esta mentalidad monetarista es la que ha impedido ver que la razón y la meta del dar es el darse, que cuando la persona se da, independientemente de su situación económica, es cuando hay posibilidad de humanidad para todos, para el que tiene (que deja de tener tanto) y para el que no tiene (haciéndole ver que en el otro es donde tiene posibilidad y horizonte). Esa actitud interna de disponibilidad se concreta, a través de la certeza de responsabilidades adquiridas, en políticas sociales de compartir social. No se trata de subvencionar a modo de limosnas a quien tiene necesidad, sino de ver que los beneficios de todos han de ser repartidos entre todos. Por eso mismo el darse social apunta a modos de reparto nuevo que hasta ahora no se han abierto paso en el itinerario social moderno. El darse social revolucionaría el fenómeno del reparto y, con él, el horizonte social.

De entre los intentos que van en esta dirección es de destacar el de la renta básica que es un ingreso pagado por el Estado, como derecho de ciudadanía, a cada miembro de pleno derecho o residente de la sociedad incluso si no quiere trabajar de forma remunerada, sin tomar en consideración si es rico o pobre o, dicho de otra forma, independientemente de cuáles puedan ser las otras posibles fuentes de renta, y sin importar con quien conviva. Sería un colchón que suavizaría el aterrizaje de los perdedores en la nueva economía. Las críticas de que desincentivaría la búsqueda de trabajo  y que es algo muy caro se tienen difícilmente en pie. Muchos economistas están convencidos de que la renta básica es una propuesta justa. Justa en un sentido muy preciso: garantizaría la existencia material de toda la población.

Pero el darse tiene sus coartadas: la pobreza, la carencia de poder, la insignificancia social, la dificultad para la comprensión de los vastos problemas de la sociedad, etc. Todo se parapeta en la sencilla pregunta de ¿yo qué puedo hacer? En realidad, esta cuestión habría de ser sustituida por la de ¿yo qué estoy dispuesto a hacer? Enarbolar coartadas es, con frecuencia, echar una cortina de humo sobre los problemas. En ese sentido hay que ejercer una continua crítica sobre la no intervención social. La implicación es más sutil y pasa por el compromiso personal con la conciencia. Por encima de otros compromisos con agentes sociales está el valor de la palabra íntima y de las creencias que cada cual tiene. Pero también, como antes dijimos, cuenta decisivamente el itinerario de responsabilidad que cada persona va construyendo.

Una sociedad asentada sobre el darse es, hoy por hoy, un sueño inalcanzable porque el ser humano camina en la historia, todavía, en fases de egoísmo primigenio que le hacen muy cuesta arriba la espiritualidad del darse. Por eso mismo, los niveles de igualdad social son, aún, bajos y son triunfadores aquellos, personas y entidades de gran volumen social, que luchan con denuedo no solamente por el mantenimiento de la desigualdad, sino por su acrecentamiento. Y siguen cosechando grandes éxitos aunque, creemos, que tienen los siglos contados.

Fidel Aizpurúa, capuchino

jueves, 6 de octubre de 2022

ADMIRACIÓN Y PRESENCIA

El mes de octubre nos lleva a San Francisco de Asís. Un santo al que nos acercamos siempre sin prejuicios, cuya figura está construida entre la leyenda y la historia. San Francisco de Asís ha sido y es siempre así: admiración y presencia.

Muchos de nosotros tratamos de vivir nuestra vida desde la misma experiencia que él transmitió de su relación con Dios, con los seres humanos y con la creación. En un momento de su vida llegó a decir: ¡Esto es lo que quiero, esto es lo que busco! Y eso mismo es lo que queremos y buscamos.

En esa búsqueda Francisco se acerca al Evangelio. Lo acepta y lo mete en su vida. Dios, el Altísimo, le reveló que tenía que vivir según el santo Evangelio. Así lo dice en el Testamento que el Poverello escribió al final de su vida. Francisco acude a la Iglesia y esta no le niega este derecho tan fundamental del cristiano: vivir el evangelio. Su vida está marcada por una serie de encuentros: con Cristo, con los débiles, leprosos, lo que nada tienen. Con el Creador y las criaturas. Y se hace hermano de todos. En el diálogo con todos escucha y se hace cercano. También sirve. El suyo es un diálogo de cercanía, viviendo atento a lo que puede necesitar el hermano.

La Familia franciscana comenzamos a celebrar el próximo año 2023 un centenario, el Octavo, que se va a prolongar a lo largo de un trienio. Celebraremos el 800 aniversario de la Regla no Bulada de San Francisco, la Navidad en Greccio (2023), los Estigmas (2024), el Cántico de las Criaturas (2025) y, como culminación, la Pascua de San Francisco (2026).

Quienes formamos parte de la gran familia franciscana creemos que sus gestos y sus palabras pueden todavía, después de 800 años, iluminar el camino de una comunidad eclesial que busca convertirse en una Iglesia en salida, sinodal, a la escucha de todos, cercana a los más pequeños, portadora de una buena noticia que tiene el poder de llenar de alegría y sentido la vida de quienes la acogen (cf. Evangelii gaudium 21).

También creemos que a San Francisco lo podemos ver todos los días. Está en todas las personas que siguen creyendo, a pesar de tantos pesares, que el sol es hermano; la luna y las estrellas claras y preciosas; la tierra es madre, que nos sustenta y gobierna; el agua es útil, humilde, preciosa y casta; el fuego robusto y fuerte; que las personas pueden perdonar y soportar enfermedad y tribulación, por tu amor; y, que de la hermana muerte ningún viviente puede escapar. A Francisco lo seguimos viendo en quienes sienten que los seres humanos somos hermanos y buscamos el bien.

Benjamín Echeverría, capuchino

martes, 4 de octubre de 2022

FIESTA DE SAN FRANCISCO DE ASÍS

Francisco de Asís es un ejemplo claro de humanidad. Descubrió a un Jesús pobre y entregado que es como nosotros y que no se avergüenza de ello. Descubrió al hermano del que no se apartará, aunque falle mil veces en sus propias narices. Descubrió una Iglesia materna en el duro envoltorio de una Iglesia poderosa y violenta. Descubrió en las criaturas una posibilidad de conectar con la esencia de lo humano

El camino a seguir queda claro: tú que eres humano, habrás de ser siempre más humano. Tú que anhelas entrar en el corazón del otro, has dejar la puerta del tuyo siempre abierta. Tú que puedes mirar a quien se relaciona contigo con los ojos del corazón, has de entender que unos ojos humanos son los que siempre están del lado de quien sufre. No te canses de ser más humano.