miércoles, 29 de junio de 2016

ALEGRÍA EN LA FRATERNIDAD

Una de las características de la fraternidad franciscana es la alegría. Hay muchos ingredientes en la vida de relación entre las personas, sea esta familiar, de amistad, o de comunitaria. Uno de los ingredientes es la alegría. Ésta da un tono especial a las relaciones de fraternidad. En la fraternidad se ponen en juego niveles de la persona que muchas veces no son fáciles de gestionar, como pueden ser la búsqueda de la verdad de cada uno con sus componentes positivos y negativos, la atención, a veces fatigosa, a las necesidades del hermano, la sinceridad que sustenta la relación… La alegría es como un lubrificante que facilita en sumo grado los engranajes de las relaciones.
   La alegría ameniza la cotidianidad de las relaciones de todos los días. Ese cierto desenfado en las palabras, gestos, modos, facilita la convivencia diaria y muchas veces rutinaria. La alegría también tonifica y desdramatiza los momentos de dificultad cuando hay que entrar en terrenos resbaladizos y sensibles de las personas, cuando se abordan cuestiones conflictivas o que pueden crear incomodidades. La alegría nos dispone a poder vivir con esperanza los momentos duros de la vida, de la pérdida, de la ruptura.
   Pero según la profundidad de lo que se viva en la vida fraterna, así deberá ser la profundidad de donde deberá beber la alegría que se requiere en el momento. Hay alegría como mero divertimento. La hay que se sustenta de la energía vital natural, de nuestras fuerzas y capacidades para la vida. Pero la mayor alegría que nos ayuda a vivir y esperar es la que nace de sabernos sostenidos por Dios, la alegría que viene del Evangelio. Francisco vivió todas estas alegrías y la integró en su vida y en la fraternidad.
Carta de Asís, junio 2016 

miércoles, 22 de junio de 2016

IMPLICARSE

Ante problemas o situaciones arduas de la vida escuchamos con frecuencia: yo, de eso no entiendo. De política, no entiendo; de economía, no entiendo; de justicia, no entiendo; de pobrezas, no entiendo. Pero, ¿no se entiende o no se quiere entender?
   La vida muestra que cuando nos toca de cerca un problema (de tribunales, de hipotecas, de relaciones difíciles) se puede entender aunque uno no sea experto en leyes.
   Para entender es necesario, en primer lugar, tener deseo de entender, querer mezclarse a eso, a ese problema, aunque la cosa me complique la vida. Además, hay que acercarse, porque de lejos las cosas se ven siempre mal. Incluso habrá que informarse y preguntar a quien ha pasado por ahí, porque los otros nos pueden enseñar muchas cosas. Y, claro está, habrá que estar dispuesto a tomar postura. Esto último es lo que más nos enseña.
   La vida ciudadana y la vida cristiana queda siempre en el aire si no hay implicación. Mientras lo cristiano no toque la realidad de nuestra casa, de nuestra persona, de nuestros componentes sociales, siempre será una bella teoría, bella, pero teoría.
   El Evangelio no quiere tanto admiradores de sus enseñanzas, sino seguidores/as que estén dispuestos a remangarse.
Fidel Aizpurúa, capuchino


miércoles, 15 de junio de 2016

UN MUNDO DESIGUAL

El 1% de la población mundial acumulará más riqueza que el otro 99% en 2016. Ese pequeño grupo dispondrá de más de la mitad del dinero del planeta. Esta es la conclusión de un estudio elaborado por la organización no gubernamental Oxfam, que asegura que una de cada nueve personas carece de alimentos suficientes para comer y más de 1.000 millones de personas viven con menos de 1,25 dólares al día.
   "Si no se toman medidas para detener el vertiginoso incremento de la desigualdad, el 1% más rico tendrá en 2016 más del 50% de toda la riqueza del planeta, más que el 99% de la población", concluye la organización. El 20% de los milmillonarios tiene intereses en los sectores financiero y de seguros, y vieron cómo el valor de su fortuna aumentó un 11% en los doce meses anteriores a marzo de 2014, señala Oxfam.
   Oxfam presentó su informe en el Foro Económico Mundial que tuvo lugar en la ciudad suiza de Davos. En esta cumbre participan grandes políticos y empresarios de todo el mundo, miembros de distintas organizaciones no gubernamentales, periodistas e intelectuales.
   Por países, Intermón Oxfam ha asegurado que España es “el segundo país más desigual de Europa, tan solo por detrás de Letonia”. También calcula que España cuenta con el sistema fiscal “menos efectivo” para reducir el problema. “El 1% de la población española concentra más riqueza que el 70% más pobre”, aseguró la organización en un comunicado lanzado por su división española. Añadió que “las políticas actuales refuerzan esta concentración de riqueza en manos de unos pocos”.
   La ONG aprovechó ayer la publicación del estudio para solicitar a los partidos políticos de los países más desarrollados que sus programas electorales incorporen medidas para combatir la desigualdad, ya que aseguran que está lastrando la lucha contra el hambre. “Este último año hemos visto cómo líderes mundiales de la talla de Barack Obama [presidente de EE UU] o de Christine Lagarde [directora gerente del FMI] han hablado sobre la necesidad de combatir la desigualdad extrema, pero aún estamos esperando a que muchos de ellos prediquen con el ejemplo”, señaló la directora adjunta de Oxfam, Winnie Byanyima. “Ha llegado el momento de que nuestros líderes se enfrenten a los intereses creados que impiden lograr un mundo más justo y próspero”, zanjó.

economia.elpais.com


miércoles, 8 de junio de 2016

TODAS LAS VIDAS SON VIVIDAS POR DIOS

Hay una escena en la película “Como Dios” que siempre me ha llamado la atención. Jim Carrey, una vez que ya está en el papel del creador, consigue transformar las peticiones de sus creyentes en correos electrónicos para poder gestionarlas. Después de contestar a las primeras 1.527.503 oraciones tecleando como un “poseso”, orgulloso de su trabajo, se encuentra con otras 3.150.099 oraciones pendientes de contestar, y termina por borrarlas. Además de lo divertido de la escena, sí refleja una cuestión que quizás susurraba dentro de muchos de nosotros. Es la capacidad de Dios de hacerse presente en tantas vidas, cómo el Padre puede atender millones de realidades tan diversas y de forma inmediata. Que es, como cuando el evangelio nos dice que hasta los cabellos de nuestra cabeza están todos contados por Dios (Mt 10, 30)
   Hay un fragmento de un poema de Christian Bobin que cuando lo leí, me recordó este tema:
    “He visto a una hormiga subir a una ortiga, titubear en las ramificaciones de las hojas, tomar uno entre todos los caminos posibles, agarrarse cuando el viento urgía, luego bajar. Todas las vidas son vividas por Dios a quien nada agota”. (Las ruinas del cielo, Sibirana Ediciones, Zaragoza 2012, pág. 64).
    No es que haya que preguntarse por la capacidad de gestionar de Dios para llegar a todos los problemas, no es una cuestión de cantidad, de rapidez, como si fuera un problema de capacidad de memoria o de velocidad del microprocesador. Dios no se agota atendiendo a todas nuestras peticiones porque “Todas las vidas son vividas por Dios”, Dios se hace presente en todas nuestras vidas y las vive con nosotros… No hay palabras para explicar esta realidad y quizás tengamos que repetirnos una y mil veces esta frase para poder entender un poco más: “Todas las vidas son vividas por Dios”. O esta otra “Dios que obra todo en todos” (1 Cor 12, 6). O igual es cuestión de callar y quedarnos contemplando la vida con esta sentencia en el corazón: “Todo se mantiene en Él” (Col 1, 17). De esta forma puede ser que lleguemos a conectar, interiorizar, empatizar con esta Vida que nos desborda y que nos acompaña pase lo que pase.
Javi Morala, capuchino

sábado, 4 de junio de 2016

MIRA MÁS ALLÁ DE LAS FRONTERAS

Cuando se habla del problema de los refugiados, muchas veces usamos un lenguaje deshumanizado, que reduce la tragedia humana a números y estadísticas. La realidad es que hablamos de personas reales, que -al igual que nosotros- tienen familias, seres queridos, amigos; sus propias historias, sueños, metas... Sólo cuando alguien se sienta frente a una persona específica y le mira a los ojos, ya no ve a un refugiado en el anonimato, un migrante cualquiera, sino que observa a un ser humano igual que a si mismo, que ama, sufre y sueña.
   Hace 20 años, el psicólogo Arthur Aron descubrió que 4 minutos mirando a los ojos de los demás pueden acercarte a una persona. Amnistia Internacional decidido llevar a cabo un experimento simple, durante el cual refugiados y europeos se sentaron uno frente al otro y miraron a los ojos del otro. El experimento se llevó a cabo en Berlín, una ciudad, que es en primer lugar un símbolo de la superación de las divisiones, y en segundo lugar, parece ser el centro de la Europa contemporánea. Los participantes del experimento eran personas comunes, no no se conocían antes y se vieron por primera vez durante el experimento. Los refugiados provenían principalmente de Siria y no habían estado viviendo en Europa durante más de un año.
   Disfrutad del video.

miércoles, 1 de junio de 2016

CRECER EN CONFIANZA

La palabra “confianza” se ha convertido, hoy en día, en un auténtico talismán. Piden confianza los políticos, la piden los empresarios y, por supuesto, la piden los bancos. Se ve que sin confianza no hay posibilidad de hacer negocio. Pero cuanta más confianza se demanda, más parece escasear.
   No se llega a entender que la confianza no es una moneda de cambio ni una herramienta para hacer transacciones. La confianza es un asunto de la interioridad, del corazón, de lo que está en el terreno de lo vivo, de las entretelas del alma. Y si no se baja a ese lugar demandarla es un brindis al sol.
   Por eso mismo, quien quisiera situarse en el terreno de la confianza habrá de ser un experto en interioridad, en corazones entreverados, en empatía, en caminos del corazón. Es en ese terreno peculiar del lenguaje del corazón donde se habla el lenguaje de la confianza.
   Quizá la comunidad, el grupo, los otros, sea una instancia buena para crecer en confianza. Lo meramente individual, el simple egoísmo constitutivo de la persona no abre puertas a la confianza. Cuanto más nos volvamos a los otros, más posibilidades de que mane la fuente de la confianza.
   Habría que hacer apuestas comunes para el logro de la confianza. Y quizá eso se logra empezado a confiar en quien tienes más cerca, en tu ámbito relacional cercano.
Fidel Airzpurúa, capuchino