PERSONAS ERGUIDAS
Los sistemas dominantes, el pensamiento único, incluso ciertas maneras de entender y vivir el hecho religioso, pretenden que las personas les estén sometidas. Por eso no se admite la disensión, el planteamiento diferente, las posiciones distintas ante la vida. Entienden la uniformidad como el mejor modo de hacer grupo social, de hacer “comunidad”, aun a costa de que el valor personal quede oscurecido. En el fondo es cuestión de dominio, la pretensión de que el otro se doblegue al imperio. La fe cristiana quiere ser una instancia liberadora de tales situaciones.
Los sistemas dominantes, el pensamiento único, incluso ciertas maneras de entender y vivir el hecho religioso, pretenden que las personas les estén sometidas. Por eso no se admite la disensión, el planteamiento diferente, las posiciones distintas ante la vida. Entienden la uniformidad como el mejor modo de hacer grupo social, de hacer “comunidad”, aun a costa de que el valor personal quede oscurecido. En el fondo es cuestión de dominio, la pretensión de que el otro se doblegue al imperio. La fe cristiana quiere ser una instancia liberadora de tales situaciones.
El Adviento es un tiempo bueno para cobrar conciencia de que estamos llamados a vivir la fe en maneras erguidas, sin falsas dependencias ni humillaciones. Desde esta postura humana en toda su talla podremos celebrar el misterio de la encarnación que es la evidencia de que toda la historia está llamada a la plenitud y a la dicha.
Me gusta el artículo...bastante...
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