martes, 23 de diciembre de 2025

NAVIDAD, ES NAVIDAD

Navidad, es Navidad,
toda la tierra se alegra y se entristece la mar…
deja el odio y ven conmigo porque llegó Navidad”.

Las palabras de esta canción de José Luis Perales nos introducen, un año más, en el espíritu navideño con el que deseamos vivir estas fechas al finalizar el año. Son las fiestas más tradicionales y familiares en todo el mundo, que en España continúan hasta el 6 de enero, día mágico de la Epifanía o de los Reyes Magos.

Aunque la sociedad nos vaya imponiendo cierta manera de vivir la Navidad o cuestionemos ciertas formas de celebrarla, también reconocemos que hay una serie de asuntos y momentos agradables que compartir en familia y con las personas más cercanas o más olvidadas. Desde finales de noviembre, es habitual que las ciudades iluminen cada noche sus calles con colores y motivos navideños y disfrutemos de ellas en nuestros paseos nocturnos. Para entonces, otra de las cosas que vamos compartiendo en este tiempo es la lotería de Navidad. Infinidad de parroquias, asociaciones, cofradías, etc, la utilizan como cauce de ayuda y solidaridad. Compartimos ilusiones y deseamos que nos toque “el gordo” o un buen premio para “tapar algún agujero”, para echar una mano o salir de algún apuro.

En Navidad compartimos también la mesa, en Nochebuena, en Nochevieja, en los días de fiesta con esas elaboradas comidas tradicionales llenas de sabor navideño. No siempre es fácil sentarnos a la misma mesa con los cercanos ni con los lejanos. Pero hacemos ese esfuerzo de encontrarnos, que nos hace más hermanos y más humanos y solidarios. Compartimos también las uvas a las doce de la noche, a ritmo de las campanadas que marca el reloj de la Puerta del Sol, con las que damos la bienvenida al nuevo año. Compartimos también regalos. Nos los traen distintos personajes autóctonos o de fuera, que entran por las ventanas, balcones y chimeneas de forma mágica. Aunque la tradición ha hecho de la noche de Reyes una noche especial. Noche de ilusión para grandes y pequeños.

Cada uno tenemos nuestra propia experiencia navideña. Pero está claro que el impacto del acontecimiento del nacimiento de Jesús, o de la Encarnación de nuestro Dios fue tan grande, que nunca se ha olvidado. Después de más de dos mil años todavía es recordado y celebrado, de una u otra forma, en todo el mundo. Esa es la magia de la Navidad, el espíritu de la Navidad que nadie ha conseguido todavía destruir: un aura bienhechora que es preciso conservar, pues nos hace más humanos.

Los cristianos celebramos la presencia de Dios en nosotros, entre nosotros y con nosotros. Celebramos su amor. Ha querido hacerse uno de nosotros y nos quiere. Esa es la Buena Noticia, su Evangelio. El papa León nos recuerda en su primer gran documento titulado “Dilexit Te” (Te he amado) “que el Evangelio sólo se anuncia bien cuando llega a tocar la carne de los últimos, y advirtiendo que el rigor doctrinal sin misericordia es una palabra vacía” (DT.48)

Benjamín Echeverría, capuchino

domingo, 21 de diciembre de 2025

DIOS CON NOSOTROS


La palabra transita la ciudad.
El anuncio que llega y que bendice
evapora el olor de los desechos,
las calles se hacen luz
los amantes se aman
y los niños y niñas juegan rondas.
Cada tarde en la esquina
la estrella nos convoca a un tiempo nuevo
un mundo por hacer en nuestras manos…
y los deseos florecen como gotas de la lluvia.

martes, 16 de diciembre de 2025

CADA DIA

Dando por supuesta la marcha de cada día, lo asociamos a lo rutinario, lo ordinario, lo aburrido, lo que no llama la atención. En nuestra cultura, teniendo como modelo a seguir la dinámica juvenil, brilla lo nuevo, lo original, lo diferente, lo divertido, lo extraordinario. Por ello, lo de cada día se sobrelleva como cada uno pueda. Y lo que se espera son las vacaciones llenas de viajes, lugares nunca antes visitados, nuevas personas a conocer…

A medida que vamos haciéndonos mayores y las oportunidades para una vida juvenil descienden, o los compromisos familiares y existenciales aumentan, parece que lo de cada día va adquiriendo mayor presencia. Este cambio se puede vivir como una merma en la vida, una merma para ser uno mismo, etc. Pero quizá sea la gran oportunidad para descubrir la gran novedad del día a día. Y la gran novedad no está quizá en lo externo, sino en la nueva mirada que puedo ir adquiriendo sobre lo que me toca vivir.

En el día a día se viven las mismas realidades de siempre, pero puedo ir viendo que cada día trae algo diferente en mí y en los demás que va marcando el paso de la vida. Son cosas pequeñas pero significativas: un nuevo dolor, una nueva manera de mirar a la persona que quiero, un suceso inesperado al vecino de al lado, un olvido, un recuerdo olvidado, un nuevo amanecer irrepetible… Son las cosas de siempre pero que se dan una sola vez cada día. Para este cambio es necesario ejercitar la paciencia, esa virtud nada brillante pero que lo cambia todo, porque nos hace vivir de un modo nuevo, con mayor hondura y paz lo que aparentemente es lo de siempre, cada día.

Y desde la fe, el cada día es uno de los mayores motivos de agradecimiento a Dios por su amor de cada día.

Carta de Asís, diciembre 2025

domingo, 14 de diciembre de 2025

LA LUZ TOCARÁ TU PUERTA



La luz viene de nuevo.
Nos traerá retazos de esperanza
ante las noches que tomaron el mundo.

Nos traerá retazos de acogida
ante tanta violencia que nos cerca.
La luz alegrará los corazones
y entonaremos cantos de amor en madrugadas.

La luz conquistará pasadizos oscuros
y llenará de flores los días grises.

La luz tocará nuestra puerta,
si la encuentra cerrada
regresará a las sombras
y pasará de largo en nuestros días.