martes, 11 de noviembre de 2025

ORACIÓN COMUNITARIA, NOVIEMBRE 2025

Haz clic en la imagen para acceder a la oración comunitaria para este mes.

domingo, 9 de noviembre de 2025

HABLABA DEL TEMPLO DE SU CUERPO

El relato de la expulsión de los mercaderes del templo refleja un episodio decisivo en la vida de Jesús. Si no hubiera ocurrido, quizá su muerte no habría sido tan violenta. Tocar el mercado era tocar la fibra sensible del poder.

Pero en el evangelio de Juan, el tema deriva hacia la realidad del templo. Y allí, en la polémica sobre el templo, escuchamos esta frase: hablaba del templo de su cuerpo. El judío cree que si uno quiere encontrarse con Dios tiene que ir al templo porque allí habita la gloria de Dios. Allí se puede “tocar” a Dios. Pero el evangelio de Juan dice que si quieres encontrarte con Dios tienes que ir al templo del cuerpo de Jesús, a su vida con sus criterios y modos de comportamiento. Jesús es el templo vivo, sacramento del encuentro de la persona con Dios, decían los teólogos del Concilio.

De ahí se puede deducir que todos los cuerpos son lugar de encuentro con Dios porque son lugares, como decía san Pablo, donde vive El Espíritu. La espiritualidad cristiana heredada ha censurado e incluso menospreciado el cuerpo. Lo cierto es que la Iglesia nunca se alejó tanto del Espíritu como cuando abandonó el cuerpo.

La sociedad de hoy nos ha sensibilizado en el aprecio y en la libertad respecto al cuerpo (somos sensibles a las tropelías que se comenten contra él). Si el evangelio no nos ha llevado, por nuestra cerrazón, a valorar positivamente los cuerpos como el mejor don de Dios, escuchemos la voz de los signos de los tiempos que, en modos diversos y peculiares, nos habla del valor del cuerpo.

Fidel Aizpurúa, capuchino

jueves, 6 de noviembre de 2025

TIEMPO FAVORABLE

Nunca como antes tenemos tan medido el tiempo como ahora. Lo contamos en horas, minutos, segundos. Personas de generaciones atrás pensarían que nos hemos vuelto locos al ver la minuciosidad con la que cronometramos la vida: la puntualidad, la precisión de las citas, la exactitud de los servicios…

Pero hay tiempos, épocas, que adquieren una importancia decisiva en nuestras vidas. Son los tiempos, sean breves o más largos, en los cuales se han producido cambios radicales para nosotros. Habrán sido por acontecimientos gozosos o dolorosos, públicos o más privados, conocidos por otros o que han quedado en la intimidad de la persona; pero han supuesto un cambio en la dirección y en la lectura que hacemos de nuestra existencia. Lo que sucedió en ese tiempo pudo ser algo fortuito o algo planificado, pero el resultado siempre habrá superado lo esperado.

Esos acontecimientos hacen que ese tiempo fuera de mucha densidad, de una importancia decisiva para la lectura que hagamos de nuestra vida. Así podremos pasar de leerlo como azar a leerlo más como destino. Y si nos hemos abierto a la relación con Dios y a su amor hacia nosotros, podremos comenzar a entender nuestra vida como fruto de su providencia.

En una lectura creyente de nuestra vida, cada tiempo de estos habrá sido un tiempo de gracia, tiempo favorable; porque Dios ha estado presente. Eso sí, esto se percibe a toro pasado y generalmente con una buena dosis de paciencia y esperanza; no antes. También decir que su presencia habrá sido de modo muy diferente en cada caso.

Qué hermoso es poder abrirnos a la voluntad salvadora de Dios en nuestra historia, estemos viviendo el tiempo que estemos viviendo: tiempo de consolación o de desolación, tiempo de gozo o de sufrimiento. Porque el tiempo irá adquiriendo la fragancia del amor de Dios hacia nosotros.

Carta de Asís, noviembre 2025

lunes, 3 de noviembre de 2025

AFINANDO 2025

El último fin de semana de octubre de 2025, los jóvenes de la Pastoral Juvenil Capuchina de toda España nos juntamos en León para empezar el nuevo curso con el lema “Al final, hermano”. Fue un encuentro lleno de alegría, fraternidad y muchas ganas de seguir creciendo juntos.

Todo empezó el viernes con el reencuentro, lleno de risas, abrazos y recuerdos. Después, aprovechamos la noche para pasear por el centro de León y admirar la catedral iluminada, que nos dejó a todos con la boca abierta.

El sábado fue más intenso: por la mañana tuvimos una formación con el hermano Miguel Anxo Pena, capuchino, sobre el Testamento de San Francisco de Asís, ya que el próximo año se cumplirán 800 años de su muerte. Habló de cómo vivir la fraternidad hoy en día, con valores como la igualdad, la confianza, la alegría y la misericordia. Luego reflexionamos en grupo, compartiendo ideas sobre cómo ser más acogedores, perder el miedo a salir de la zona de confort y aprender a acompañar sin juzgar.

Por la tarde, visitamos la Catedral de León y la Basílica de San Isidoro, donde aprendimos sobre el valor histórico y cultural de estos lugares. Más tarde, la comisión de pastoral presentó el nuevo material y las actividades del curso, todas centradas en la fraternidad.

El domingo fue el turno de una mesa redonda con varios invitados relacionados con el Camino de Santiago. Contaron experiencias y reflexiones sobre cómo el Camino es una verdadera escuela de fraternidad y crecimiento personal. El hermano Federico dejó una frase que se quedó grabada: “La vida es para ser felices, no para cargar maletas de sufrimiento.”

El encuentro terminó con una emotiva Eucaristía y una despedida llena de abrazos, sonrisas y alguna que otra lágrima, con la promesa de volver a verse pronto y de aplicar todo lo vivido en nuestras comunidades.

sábado, 1 de noviembre de 2025

BIENAVENTURADOS LOS LIMPIOS DE CORAZÓN

Siempre que, por una circunstancia u otra, leemos las bienaventuranzas nos suenan como algo nuevo. Es el sueño de Jesús que sigue anidando en muchas personas. El evangelio es un libro de sueños.

Hay bienaventuranzas que nos parecen decisivas (los pobres, hambre y sed de justicia). Otras quedan más en la penumbra. De una de esas queremos hablar: Bienaventurados los limpios de corazón. Son aquellos que, por milagroso que parezca, no albergan el mal en el corazón, no ven segundas intenciones, no piensan jamás que el otro se pueda acercar a ellos para darles la puñalada por la espalda, son capaces de hacerte un favor después haber tenido un desencuentro contigo. Gente de mirada y de corazón claros, que ha vaciado su carpeta de agravios.

Dice el evangelio que esos verán a Dios. Los rabinos decían que se ve a Dios en la faz de los grandes intérpretes de la Ley. Jesús dice que se ve a Dios en el rostro y la vida de los limpios de corazón. ¿Por qué? Porque Dios es el gran limpio de corazón, el Dios sin doblez, y quien es como él hace visible su rostro.

Quizá hayas tenido la suerte de haber vivido con alguna persona de corazón limpio. Ocurre que no son gente importante sino muy sencilla. Tienen algo en la mirada y en el corazón que cautiva. Es fácil que, a veces, nos saquen de quicio porque los consideramos simples. Pero su alegría es el signo de su bondad. Si tienes cerca a una de esas personas, da gracias a Dios por ello y agradéceles aunque no sea más que con una sonrisa o una buena palabra.

Fidel Aizpurúa, capuchino