Francisco, un joven como tú y como yo. Creado para ser feliz, como tú y como yo, con una llamada de Dios… como tú y como yo, pero con una respuesta quizá distinta a la tuya y a la mía.
Francisco, un joven que entendió que sólo no podía hacer nada, aunque su respuesta a Dios tenía que ser PERSONAL. Una vez que le dio su sí formó una gran familia que aún hoy está de plena moda.
Comenzó reconstruyendo viejas iglesias. Tomando las piedras antiguas, ya caídas para levantar nuevos muros. Poco tiempo estuvo solo. Rápidamente sus amigos de aventuras, de fiestas, del ejército, comenzaron a trabajar con él con un solo corazón, con un solo ideal, como una sola familia.
Feliz día de san Francisco a tod@s.
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