"No ruego sólo por éstos, sino también por aquellos que, por medio de su palabra, creerán en mí, para que todos sean uno. Como tú, Padre, en mí y yo en ti, que ellos también sean uno en nosotros, para que el mundo crea que tú me has enviado. Yo les he dado la gloria que tú me diste, para que sean uno como nosotros somos uno: yo en ellos y tú en mí, para que sean perfectamente uno, y el mundo conozca que tú me has enviado y que los has amado a ellos como me has amado a mí."
Juan 17:20-23.
Seguro que conocéis unas preciosas muñecas pintadas llamadas Matryoshkas. Provienes de Rusia y estas hechas de madera y pintadas a mano. Estas muñecas han sido muy populares en Rusia por cientos de años. Han llegado a ser símbolo del mejor arte y artesanía rusa y son coleccionadas mundialmente.
Cuando miras una Matryoshka, ¿Cuántas muñecas ves? Así es, cuando las miras ves sólo una. Pero la mayoría de las Matryoshkas tienen de tres a treinta muñecas, una dentro de otra, pero siguen siendo una Matryoshka.
Creo que esta muñeca Matryoshka puede ayudarnos a entender la oración que Jesús hizo por sus seguidores. En la noche en que fue traicionado, Jesús oro por todos aquellos que habían de poner su confianza en él. En su oración Jesús dijo: "Mas no ruego solamente por éstos, sino también por los que han de creer en mí por la palabra de ellos, para que todos sean uno; como tú, oh Padre, en mí, y yo en ti". Jesús deseaba que sus seguidores fueran uno.
Tal como las diferentes muñecas están metidas unas dentro de otras para hacer una Matryoshka, nosotros, los que creemos en Jesús, debemos llegar a ser uno en Jesús para ser parte de su iglesia. Podemos ser diferentes en la forma en que nos veamos y podemos hablar diferentes idiomas. Podemos tener diferentes costumbres y tradiciones, pero si tenemos puesta nuestra confianza en Jesús, él desea que seamos uno en él, como él es uno con el Padre. Debemos poner nuestras diferencias a un lado y unirnos en él para que el mundo sepa de su amor.
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