jueves, 21 de marzo de 2019

VIVIR EL CARISMA FRANCISCANO

VIVIR EL CARISMA FRANCISCANO ES… Hacer lo posible para hacer de nuestro planeta un mejor lugar para vivir. Contribuir en lo personal, como familia y comunidad en tener una mayor consciencia en el uso de nuestros recursos naturales.

En hacer grandes cosas y al igual pequeñas, como reciclar la basura, llevar nuestras bolsas de tela al supermercado, no usar tanto el automóvil, en no desperdiciar, en cuidar nuestros jardines y áreas verdes, en ser más humanos con los animales… y todo esto no tanto por pura responsabilidad ecológica, sino como respuesta concreta de filiación con Dios, quien es el artífice de toda la Creación.

El patronazgo de San Francisco en la ecología es de sobra conocido, y no ha estado exenta de romanticismos y edulcorada en imágenes piadosas que solo rozan superficialmente una de las dimensiones del carisma franciscano más profundas: En la creación, cada ser tiene su parte de bondad, de utilidad, y es digno de ser amado por Dios y por las demás criaturas. Ser guardianes de la creación tiene su fundamento teológico en el alma que responde de forma coherente cuidando, respetando e incluso defendiendo nuestra casa común por ser un don gratuito y confiado por Dios.

Vivir el carisma de Francisco es, entre otras cosas más, cuidar la integridad de la creación porque así, en belleza y perfección, Dios la pensó. Es proponer y realizar acciones ecológicas concretas dentro de un espíritu de caridad y en comunión con nuestros hermanos y con “todas sus criaturas”. Es reconocer a Dios en todas las cosas creadas, incluyéndonos a nosotros mismos y en el prójimo, despertando en la alabanza y la gratitud porque en fin, todo lo que ha salido de las manos de Dios tiene un sentido y es bueno.
espirituyvidaofm.wordpress.com

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