Se desarrollaron dos tandas de campamentos: el de pequeños, con niños desde los 8 a 12 años, se llevó a cabo del día 6 al 9 de Agosto; mientras que el de los grandes, preparado para adolescentes de entre 14 y 17 años, fue del 10 al 16 de Agosto. En ambos campamentos, la temática fue “Jufrachef”, por lo que las diversas actividades estuvieron enfocadas al mundo culinario.
Los pequeños, que fueron los primeros en llegar, participaron en juegos y gymkanas, como un pasapalabra culinario, y elaboraron el regalo del amigo invisible, un tarro de sal con colores y un marco de fotos, en talleres. También se realizó una marcha para que los pequeños conocieran el entorno, y hubo tiempo para la reflexión en las dinámicas (las cuales realizaban separados en grupos) y en la oración de la tarde y la mañana. Los propios acampados también se encargaban de mantener limpio el recinto, ya que realizaban diariamente las tareas por grupos: limpieza de la comida, cena, duchas y aseos, y recogida de basura.
Como no podía ser de otra manera, en Jufrachef, los acampados también se adentraron en el mundo de la cocina y realizaron un delicioso postre por grupo, que posteriormente presentarían ante un jurado en una gala en la que se entregarían los galardones “Estrella Michelin”.
Por último, los acampados realizaron en grupo una evaluación del campamento, se realizaron la limpieza de cabañas y la despedida del campamento, con la entrega del regalo del amigo invisible, y pusieron fin al primero de los campamentos.
El día 12 les llegaba el turno a los “mayores”, que, al igual que los pequeños, realizaron diversas actividades. La gran novedad fue la excursión realizada a la Granja Escuela del Collado, en Mazarrón. Allí, los acampados cocinaron un trozo de pan personalizado, con la forma que ellos quisieron, y también se bañaron en la piscina del complejo. También, como novedad, el taller consistió en realizar una camiseta con un dibujo personalizado, el cual realizaban con virutas de plastidercor, para su amigo invisible.
El último día del campamento, marcado por la gran tormenta que precipitó sobre las Alquerías, puso fin a 11 días de diversión y buen ambiente entre monitores, premonitores, cocineras y acampados de ambas tandas. Sin duda, pusimos ese sabor a la vida tan necesario, que nos acompañará durante todo el año en nuestra rutina, y que mantendremos los sábados reunidos en JUFRA.
Alberto Heredia, Jufra de Totana
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