martes, 12 de marzo de 2024

¿QUÉ DIRÍA HOY SAN FRANCISCO? 6/6

6. Mirar con lágrimas las lágrimas de los pobres

Los pobres han vertido muchas lágrimas. No os acostumbréis a ellas. Mirar llorando a los pobres que lloran. Si no, os olvidaréis de su dolor.

La peor de las opresiones es la violencia y el menosprecio con los pobres, la génesis inhumana de situaciones establecidas de pobreza, la división del mundo entre los que cuentan y los que no cuentan. Es muy difícil entender que las pobrezas son el lado más inhumano de la historia cuando no se pertenece a ese mundo, cuando se está lejos de las garras que destrozan y de las hambres que devoran. Dos absolutos: Dios y el hambre, decía Casaldáliga. Ni siquiera el primero; sólo el segundo.

Las lágrimas de los pobres que nadie recoge, que no importan a nadie, que se pierden en el mayor de los olvidos. Dios las recoge. Hacer llorar a un pobre es una iniquidad. Esa opresión se “perpetra”, igual que un crimen. De alguna manera, es preciso generar consuelo, interés, preocupación.

La violencia que nadie detiene. Pero, en realidad, hay muchos que se oponen tenazmente a la violencia con riesgo de sus vidas. Sin esa oposición, la violencia habría destruido ya la tierra. La violencia contra los pobres supera la impunidad en la resistencia de los pacíficos. El silencio en el que discurren las lágrimas de los empobrecidos, se hace, algunas veces, clamor elocuente.

Todo esto os diría en la alegría de reunirme con vosotros. Pero con vosotros estoy en vuestro recuerdo vivo y gozoso. Sed menores, sed compañeros, sed hermanos.

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