Como todos los últimos fines de semana de abril y desde hace 14 años, se celebró la Pascualada, una peregrinación desde el convento de capuchinos de Alicante a la Cueva de san Pascual en Orito. Este año el grupo fue más reducido, veinticuatro personas, y la lluvia nos acompañó todo el tiempo, excepto, y esta es la bendición que recibimos este año, en el camino del sábado por la mañana. El resto del tiempo lo pasamos compartiendo, conociendo a los nuevos y afianzando la amistad con los que ya llevamos tiempo caminando.
Tanto en la Vigilia en la Cueva de san Pascual del sábado noche, como en la Eucaristía del Domingo, nos acompañaron los testimonios de Alejandro Labaka e Inés Arango a través del material de la campaña vocacional de este curso. Unos testimonios que impactaron y han provocado un mayor acercamiento a estas dos grandes figuras de nuestra familia capuchina.
Luis Silvestre, capuchino
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