miércoles, 21 de octubre de 2015

VIVIR EN ARMONÍA

Una manera de entender el franciscanismo es entender la espiritualidad de san Francisco como un camino para vivir en armonía. Aqui tenemos unas pistas para empezar:
  • Deja un poco más sitio a Dios en tu vida, nos dice Francisco. Que los criterios evangélicos cuenten realmente en tus días. Cree en el Evangelio, obra conforme a lo que dice. Sin más. La armonía asomará el rostro.
  • No hagas caso de los cantos de sirena de quienes nos dicen: tú preocúpate de que a ti te vaya bien y los demás, allá penas. No, siéntete hermano para que la alegría de vida y su íntima armonía cobren verdad y rostro.
  • Elige lo simple, lo normal, lo cotidiano. No te avergüences de ser como todos, de ser pueblo, de ser comunidad. En lo común vivido con gozo habita la armonía.
  • No te enfades por estar abajo, por no tener mando. Ahí se puede ser feliz, te puedes realizar, puedes estar contento. Estar abajo no es malo para quien aspira a la armonía.
  • Que te afecten las pobrezas, que sean para ti lugar de encuentro. No huyas de ellas, porque ahí se encierra, sin duda, el extraño fulgor de la armonía.
  • Ora con confianza, como quiere Jesús. Gusta del silencio. Ama la contemplación de lo creado. Disfruta con el don que es vivir y respirar.
  • Y pon en tu vida una dosis creciente de alegría. Alegría vivida en las pequeñas cosas, en los sencillos acontecimientos, en lo bello que está en nuestras manos. Si no nos apuntamos a la alegría, ¿cómo vamos a estar en armonía con nuestra sencilla vida?
 Fidel Aizpurúa, capuchino

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