La primera acepción nos lleva a reflexionar sobre el amor recibido, del que somos más que merecederos, dignos. El amor originario es el de Dios, el primer amor recibido por nosotros.
La segunda acepción nos lleva a preguntarnos cómo es el amor que nosotros ofrecemos. Frente al amor pasional y narcisista (eros ) que domina en el imaginario de nuestra cultura queremos reivindicar un amor de entrega (ágape), el amor de Jesús de Nazaret.
Aunque pueda parecer que alguien cuando ama de forma entregada, "pierde", ocurre todo lo contrario, se te devuelve con creces, recibe el "ciento por uno".
En la pestaña de RECURSOS están disponibles todos los materiales que hemos preparado. Esperamos que os gusten y los utiliceis en vuestras reuniones.
Comisión Pastoral Juvenil Capuchinos de España
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