Cada vez me cansa más, y me interesa menos, los tópicos y costumbrismos en relación con la Navidad… Me parece una celebración hermosa, preciosa, humilde, profunda; pero tengo la impresión que muchas de nuestras tradiciones nos despistan.
“Estando en estas”, recuerdo, a todos nos suena, que Belén quiere decir “casa del pan, casa de todos”. Y hay una asociación, un sinónimo de esa realidad, que en estos días me ha venido inmediato para darle a mi Navidad un rostro con otra fuerza cotidiana: la Plataforma de Afectados por la Hipoteca (P.A.H.), con su movilización STOP DESAHUCIOS. Existe en todas las capitales de España; merecen nuestro reconocimiento y aplauso.
Uno de los dramas de esta “crisis” que vivimos está siendo la pérdida de la vivienda para muchas familias. Son de esas cosas que uno no termina de entender (o no quiere entender, por muchas razones y leyes que avalen esas actuaciones o “ejecuciones hipotecarias”). Cada día se producen 532 desahucios en España. Han sido noticia personas concretas que ante esa presión han llegado al suicidio; no sabemos cuántas otras consecuencias personales, familiares, estará teniendo una situación así…
Es la sociedad civil organizada (y no los partidos políticos que llegan ahora a este asunto, tarde y mal) la que, desde hace varios años, ha visibilizado este drama y se ha constituido en cauce de apoyo para los afectados: paralizando muchos desahucios, llevando adelante una Iniciativa Legislativa Popular (a la que igual nos hemos adherido) y poniendo encima de la mesa posibles soluciones. Hay algo evidente en todo este drama de la vivienda: no se puede permitir que miles de familias se queden en la calle a la vez que millones de pisos permanecen vacíos a la espera de ser un negocio rentable; ninguna de dichas familias se puede sacrificar en nombre de la lógica del mercado y del beneficio.
Y “estando en estas”, pensaba que no estaría mal que el espíritu evangélico-navideño empujase a algunos de nosotros a acercarse e implicarse directamente en esta causa “tan navideña”, tan de Derechos Humanos y dignidad humana… Pensaba que quedaría bien, ¡muy bien!, que en esta Navidad adornase nuestros belenes de casa o de la parroquia o los vivientes, alguna pegatina o pancarta o cartel (como el de la foto: ya tan conocidos como logo de este movimiento). Tiene que ver tanto con la Navidad real, con la encarnación real, con la Humanización real…
Es Navidad… Nuestro mundo está “habitado”, es casa y hogar para todos, para el mismo Misterio de Dios. Belén es “casa del pan, casa de todos”. Es Navidad: ¡Stop desahucios!
¡FELIZ NAVIDAD, FELIZ VIVIENDA, FELIZ HOGAR!
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