martes, 28 de febrero de 2012

ATARDECER

El sol había corrido su carrera como siempre: sonrosado y confiado al amanecer, tórrido e insoportable, al mediodía, y ahora, finalizando el día, pretendía despedirse con luces de fatiga y arrepentimiento; parecía pedir perdón por su mal comportamiento… No sé por qué se me ocurrió ver una metáfora de la vida: en el disco solar, ya sin fuerza, imaginé muchos rostros envejecidos, con los años pintados en las arrugas, que humildemente pedían perdón por haberse equivocado. Comenzaron la vida alegres, sonrientes, libres, dispuestos a darlo todo a cambio de nada, pero alcanzaron altura, se sintieron fuertes, impusieron a todos su bravura para terminar en la impotencia, cansados por la lucha y la fatiga, forzando el perdón y la comprensión, mendigando un adiós cálido en la soledad de su partida… (Hno. Francisco Luzón)


1 comentario:

  1. ¡¡Cuánta sabiduría escondida tiene la hermana naturaleza!!

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