El intento de linchamiento es la respuesta de quien no está por un mesianismo liberador y universalista. La violencia es la constatación de su correcta comprensión del planteamiento de Jesús y de su rechazo.
Jesús “se abre paso” entre ellos porque no habrá poder negativo e inhumano que frene el impulso del mesianismo liberador de Jesús. Por muchas que sean las dificultades, el Reino irá adelante, aunque los costes sean altos. Pero, además, “se aleja” del judaísmo, de cualquier sistema ideológico o religioso que no incluye en sus planteamientos la liberación de la persona. Dios está lejos de quien se apropia de la vida y priva de ella a los demás; desde esa lejanía lanza su mensaje de cambio y su exigencia de justicia.
Fidel Aizpurúa, capuchino
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