La expresión “pescador de hombres” quiere decir salvar a personas de un peligro, hacer un trabajo por rescatar “con vida” a quien anda amenazado por la muerte. En el fondo, todo el trabajo de evangelización tendrá como anhelo generar vida, curar heridas, hacer que la corporalidad, la historia, se renueve. No se trata tanto, pues, de estar llamados a un modo espiritual de vivir sino a un modo eminentemente histórico. Es decir, la misión da su fruto cuando la persona se renueva, cuando los días muestran un horizonte nuevo, un amanecer. La ambición mayor del Evangelio es modificar las estructurar elementales de la vida para que vaya brotando la sociedad nueva. Entonces es cuando se inicia un camino de seguimiento. (Fidel Aizpurúa)
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