martes, 28 de marzo de 2023

EL SEÑOR DE MI HISTORIA

Vivimos en una cultura donde cada vez se vuelve más problemático creer en Dios y sus cosas. No es solo porque se cuestione la religión y Dios desde la ciencia o la razón como sucede desde el siglo XIX, sino que Dios no está dentro del horizonte del hombre y mujer actuales. Se puede vivir la vida con sentido sin que Dios aparezca para nada en la historia de las personas y de la sociedad. Así, creer en Dios sería una opción ideológica más, entre otras.

Pero lo extraño es que el Dios que Jesús proclama rompe todos los esquemas culturales de todos los tiempos. Y esto es precisamente porque, aunque no es necesario creen en Dios para vivir humanamente, Dios aparece vivo y actuante en la vida de las personas. La Biblia, aunque utilice abundante lenguaje mítico, no es principalmente una serie de historias fantásticas y míticas de hace unos cuantos miles de años; sino que es, sobre todo, el testimonio de hombres y mujeres que han vivido en propia persona un camino de relación viva con Dios; una relación donde al final Dios se vuelve el Señor de sus historias. ¿Y si también a mí me ha llegado la hora de entrar en esta aventura de relación con Dios? Jesús de Nazaret es la proclamación absoluta de que Dios quiere entrar en mi vida personal por amor.

Ya no es una cuestión de maneras de pensar, de creencias religiosas, de pruebas de su existencia y cosas de esas. Es cuestión de relación personal de cada uno de nosotros con Él. Y si eso se da, la vida ya no es solo lo que opto por vivir, sino que me abro a que Él entre en mi vida y sea el Señor de mi historia. Eso cambia radicalmente toda mi vida y la vida del mundo.

Carta de Asís, marzo 2023

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