que estás mirando, mirando,
mientras sus penas te dicen
miles y miles pasando.
Tu corazón compasivo
a nadie rechaza airado:
todos al verte sentimos
que a todos estás amando.
Volvemos a casa en paz,
con un secreto milagro,
la plegaria que hemos hecho,
tú, Jesús, has escuchado.
Muchos guardaron consigo,
para besar, tu retrato;
tu amor, abrazo y ternura
en mi corazón yo guardo.
Te ofrezco, Jesús, mi vida,
que tú me la has regalado;
quiero seguir tu Evangelio
cual verdadero cristiano.
Gracias, Jesús Nazareno
por el gozo que me has dado:
seré tu testigo fiel
en medio de mis hermanos.
para besar, tu retrato;
tu amor, abrazo y ternura
en mi corazón yo guardo.
Te ofrezco, Jesús, mi vida,
que tú me la has regalado;
quiero seguir tu Evangelio
cual verdadero cristiano.
Gracias, Jesús Nazareno
por el gozo que me has dado:
seré tu testigo fiel
en medio de mis hermanos.
Rufino Mª Grández, capuchino
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