El texto dice con el ejemplo de la higuera improductiva: DÉJALA TODA ESTE AÑO. Dale otra oportunidad, espera un poco más, no seas impaciente porque puede que tenga otro ritmo y el fruto llegue más tarde.
Un camino de conversión cuaresmal sería convertirse a la paciencia, no ser tan impacientes que resultemos avasalladores o, peor todavía, fanáticos. ¿Cómo ser crecientemente pacientes?
- Piensa en tus fallos: si ves la viga en tu ojo, serás más comedido a la hora de denunciar la mota en el ojo del otro.
- Respeta el ritmo del que va más lento: no es más humano el más eficaz, sino aquel que es más cuidadoso y amable.
- Colabora siempre, a pesar de todo: da una segunda oportunidad y una tercera. Colaborar es medicina saludable para la impaciencia.
Fidel Aizpurúa, capuchino
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