No nos queda otra. Es a lo que estamos llamados, allí donde se mueve la nube, el pueblo la sigue, porque sabe que esa es la experiencia vital de Dios. Los acontecimientos se suceden y la mayoría de las veces no podemos hacer nada por evitarlos pero sí se puede escoger la actitud: quedarme en la intemperie donde por el juicio, la resistencia, la no capacidad de amoldarse todo parece que hiere más y el frío de lo externo ataca el alma o seguir el viaje de la vida amparados bajo la nube y dejar que ella nos guíe y nos lleve donde no queremos pero amparados, moldeables, sin resistencias… Tenemos capacidad de elegir cómo movernos por el desierto de la vida, donde todo sucede en lo cotidiano, donde no se esperan grandes cosas sino que cada cosa se hace grande.
Es cuestión de actitud, es cuestión de verlo en el tiempo de Dios.
Clara López
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