miércoles, 1 de noviembre de 2023

TIENEN SUERTE

Volver a las bienaventuranzas es entrar a una casa conocida, a un lugar apreciado. Aunque demos mil explicaciones, siempre nos cabe una más en el corazón porque, aunque las hayamos escuchado miles de veces, siempre tienen un sabor de novedad y un eco de vida en el corazón del creyente. Volver a las bienaventuranzas es tocar el corazón de Jesús y desear vivir su proyecto. Por eso, por mucho que se lean, se interpreten, se malinterpreten, siempre nos atraen. Tienen un fuerte imán, siguen cautivándonos.

Las opiniones son múltiples y por ello hay quien dice que los valores de las bienaventuranzas son valores negados por la sociedad, que ya no hay quien, con sensatez, pueda proponer un plan de vida con tales valores. Pero no es así: a nada que se escarbe en el hecho social y personal, los valores de las bienaventuranzas están ahí: el interés por las pobrezas, la mansedumbre, el corazón pacificado, la sed inapagable de justicia, la pregunta por las heridas, el milagro de la amabilidad, etc., puede que reciban una negación de inmediatez, pero como decimos, escarba un poco y los tendrás ahí.

Nosotros queremos entender las bienaventuranzas como una suerte. “Tienen suerte…”, así comienza la versión que hoy os ofrecemos. No es una obligación ni una imposición, sino una suerte. Por eso mismo, ser seguidor no es una opción religiosa, sino una suerte en la vida, una posibilidad que se te ofrece, un camino que se abre delante de ti. La suerte de empezar a vivir algo distinto, algo nuevo y hermoso, algo que seduce. Escuchemos hoy otra versión de las bienaventuranzas:
  1. “Tienen suerte quienes se van acercando a las pobrezas, porque esos llegarán a intuir cómo funciona el Dios de Jesús”
  2. “Tienen suerte quienes mitigan sufrimientos porque a ellos también los consolarán”
  3. “Tienen suerte los menores porque llegarán a una tierra de igualdad”
  4. “Tienen suerte los sedientos de justicia porque su sed va siendo apagada”
  5. “Tienen suerte los que ayudan porque su debilidad será su fortaleza”
  6. “Tiene suerte los que sacan el mal de su corazón porque su manera de ver la vida cambiará”
  7. “Tienen suerte los artesanos de la paz, porque Dios los mira como a hijas e hijos”
  8. “Tienen suerte quienes viven con fidelidad, porque gozarán del amparo del Dios fiel”
Que en los momentos de zozobra, en estos momentos nuestros de desquicie y de violencia, sean las bienaventuranzas, una ayuda para la paz. Para nuestra paz.

Fidel Aizpurúa, capuchino

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