martes, 8 de abril de 2025

PASCUA: CREACIÓN NUEVA Y SIEMPRE RENOVADA

Este año la Pascua llega tarde: pasada la primera quincena del mes de abril. En muchos de nuestros pueblos y ciudades celebramos la Semana Santa recorriendo nuestras calles en distintas procesiones, participamos de las celebraciones, de los “oficios”, en los que recordamos y revivimos los últimos momentos de la vida de Jesús, el desconcierto de sus discípulos, el encuentro con su madre, el camino a la cruz, etc.

La Semana Santa, la semana más importante para un cristiano, termina con la celebración de la Vigilia Pascual. Una celebración especial en la que se celebramos el “paso de la muerte a la vida”, de la tristeza a la alegría, del fracaso al triunfo… Este año jubilar en el que todos estamos llamados a ser “testigos de la esperanza”, la Pascua es un canto de esperanza porque los cristianos no nos resignamos a que las cosas sigan mal, sino que seguimos implicados en transformarlas.

En el centro de la esperanza cristiana está la vida, muerte y resurrección de Jesús. Los cristianos hemos recibido su modo de estar en nuestro mundo y su deseo de hacer realidad entre nosotros lo que Él llamaba el Reino de Dios. Este “sueño” de Jesús lo emparentamos con distintos lemas o afirmaciones que nos ayudan a entender lo que Jesús pretendió realizar. Juan Pablo II hablaba de la “civilización del amor”. Hay teólogos y grupos sociales que hablan de “cultura de la sobriedad compartida”, “que la vida sea posible”, “que el mundo llegue a ser un hogar para el hombre” u “otro mundo es posible”…

“La esperanza del Resucitado nos permite tener ilusiones en las posibilidades de un mundo nuevo, fraterno y reconciliado, y de hombres y mujeres nuevos con corazones de carne como el de Jesu´s de Nazaret”. (J. Vitoria). Nuestra esperanza no depende de los datos de la realidad, sino que es la realidad la que depende de nuestra esperanza. En tiempos complicados o de incertidumbre, necesitamos seguir poniendo nuestra mirada en Jesús de Nazaret. Y, aunque creamos que no todo en el mundo tiene arreglo, sí que tiene sentido luchar para que lo tenga. No podemos olvidar que tener esperanza no es algo fácil. Es más, “esperar” suele ir unido a la dificultad, a agarrarse a lo duro de la vida, a superar la tentación de “tirar la toalla” y seguir adelante.

Pascua es la fiesta de la vida. Lo que no puede faltar en este tiempo es que nos revisemos a la luz de la vida de Jesús. Estamos llamados a “dar razón de nuestra esperanza”, que su resurrección se haga presente a través de nuestras vidas y muchas personas puedan creer en Él.

Solo trabajando por un mundo más justo y en paz la resurrección de Jesús seguirá dando frutos. Y mucho depende de qué entendamos nosotros y, cómo eso que entendemos, lo pongamos en práctica.

Benjamín Echeverría, capuchino

domingo, 6 de abril de 2025

¿DÓNDE ESTÁN TUS ACUSADORES?

Todo el mundo ha comprendido bien el pasaje de este domingo: Jesús no condena a nadie, tampoco a la adúltera. Para él, la persona es más que sus actos morales y, por ello, siempre hay posibilidad de reorientar la vida. Además, se verifica en este texto aquella actitud de acogida y respeto que Jesús manifiesta en el evangelio por las mujeres. No era difícil comprender que, como dice el mismo evangelio, muchas de ellas le siguieran.

Pero hay una pregunta que queda en el aire y que suena como un trallazo: ¿DÓNDE ESTÁN TUS ACUSADORES? Es verdad que el texto dice que se marcharon “empezando por los más viejos”, quizá más cargados de años y de incoherencias. Pero en este relato parece que los hombres se van de rositas, como se suele decir. Porque todos sabemos que no hay adúlteras sin adúlteros. Más aún, sabemos que son ellos quienes usan, promueven y se lucran del negocio de la prostitución.

Tal vez es demasiado pedir a Jesús que condene a los adúlteros en medio de una sociedad que condena solo a ellas. Pero habría sido un puntazo que el evangelio dijera algo de aquellos que no podían tirar la primera piedra porque estaban implicados en la otra parte del adulterio. Nosotros que leemos hoy esta página, porque vivimos en otro contexto social, sí tendríamos que decir esa palabra que falta en el relato. ¿Qué decir?

Hemos de llevar la dignidad al centro: así lo repite muchas veces el Papa Francisco. Y en este terreno más que en otros. Lo que quiere decir que las prostitutas son dignas y que cualquier desprecio de palabra o de obra hacia ellas es una ofensa a la dignidad. Y quiere decir también que los usuarios de la prostitución son rechazables. España tiene una legislación muy confusa sobre el tema. Pero parece que el abolicionismo es la mejor respuesta al problema para que España deje de ser el prostíbulo de Europa.

Hemos de rechazar cualquier tipo de violencia sexual: no solamente aquellas que llevan a la muerte de las mujeres, una lacra inadmisible en una sociedad moderna y en un país que se dice católico. Hay que rechazar cualquier tipo de violencia sexual en el lenguaje, en las actitudes machistas, en la diferencia salarial entre hombres y mujeres, en la postergación de las mujeres en el seno de la misma Iglesia.

Los cristianos leemos el evangelio para intentar reorientar nuestros comportamientos ciudadanos y cristianos. Todos lo sabemos: si el evangelio no toca la vida, queda infecundo. Ojalá no ocurra así con este texto.

Fidel Aizpurúa, capuchino

miércoles, 2 de abril de 2025

LO CONCRETO

Cuando reflexionamos sobre la vida en todas sus dimensiones, desde lo más elemental hasta lo más universal, desde cómo freír un huevo hasta la entrega de la vida por el Reino, tendemos a utilizar palabras, conceptos, ideas que engloben la realidad a la que nos referimos: “para cocinar el huevo hay que aplicarle calor…”, “los pobres nos precederán en el Reino de los cielos, donde Dios los acogerá…”. Es decir, nuestro hablar suele tirar por lo alto, para llegar a abarcar toda la realidad.

Pero resulta que esas ideas, discursos, propuestas que hacemos, solo se dan en lo concreto, toman cuerpo determinado en la realidad cotidiana de nuestras vidas. No existe el huevo, sino este o aquel huevo; no hay valores sino un acto determinado de generosidad de una persona a otra, o de un grupo organizado de un lugar a alguien con nombre y apellido.

En la vida espiritual, pasa exactamente lo mismo. Mi amor no es en general, sino concreto, a personas determinadas por medio de medios concretos. La fe que tengo en Dios se vehicula en tiempos y espacios concretos; me hace vivir sentimientos determinados, me activa movimientos y palabras definidas, me acerca a personas con rostro único…

Lo concreto me hace vivir lo más sublime en tiempos y espacios determinados, con toda su carga de ambivalencia, mediocridad, mezcla… Pero me hace vivir lo más elevado en verdad, ya que toma tierra. Lo concreto me ayuda a vivir en verdad, aunque no tenga el brillo de lo puro.

Lo concreto solo se puede vivir en humildad. Sólo en las personas concretas de carne y hueso, con todo lo que llevan de imperfección, se da la salvación de Dios. Cuando dice nuestra fe que la Palabra se hizo carne, apunta a que se ha encarnado en un cuerpo, en un tiempo, en un espacio concreto; y lo vimos en Jesús el nazareno. Dios es el más humilde.

Carta de Asís, abril 2025

lunes, 31 de marzo de 2025

CUANDO TODAVÍA ESTABA LEJOS, SU PADRE LO VIO

Hemos leído esta parábola un tanto desenfocadamente: la llamamos la “parábola del hijo pródigo” porque creemos que esa es la figura central del relato. Pero no lo es porque ese personaje es alguien inimitable tanto en su fuga de la casa paterna como en su vuelta, ya que no vuelve por arrepentimiento, sino porque tiene hambre.

El personaje principal es el padre que perdona siempre. Así deberíamos llamar esta parábola. Subrayemos un detalle: dice que CUANDO TODAVÍA EL PRÓDIGO ESTABA LEJOS, SU PADRE LO VIO. Lo que quiere decir que salía todos los días (no estaba avisado de su llegada) y que oteaba el lejano horizonte esperando verle aparecer. O sea: esperaba siempre y perdonaba todo.

Así es el Dios de Jesús: ama y perdona sin condiciones. Hemos puesto muchas condiciones al amor y al perdón de Dios, pero no hay tal. Es preciso que volvamos al origen del pensamiento de Jesús: Dios espera, ama y perdona siempre sin condiciones.

Mirando a Jesús, podríamos decir sin temor a equivocarnos que Dios no necesita nuestro arrepentimiento para perdonarnos, le basta con nuestra necesidad. El Dios de Jesús se alegra de que el pecador se convierta. Pero si no hay conversión, sigue amándonos y nuestra necesidad le conmueve. Este es el abismo de generosidad inmensa del Dios que, según el evangelio, perdona siempre.

Hay un autor (André Gide) que tiene un librito donde cuenta la vuelta del hijo pródigo. Y viene a decir que en la casa de este había, además del hermano mayor, otro más chiquito que perseguía al prodigo preguntándole por las ciudades que había visto, las mujeres que había conocido, etc. Quería saber cosas, porque él no había salido del pueblo. El padre veía esto y habló con el pródigo. Este le explicó que no le agradaba que le preguntara cosas, pero que el pequeño le asediaba. Y al final se dirigió a su padre: -Padre, ¿qué harías si este pequeño se va de casa como yo me marché? El padre respondió: -Esperarlo, como te esperé a ti.

Fidel Aizpurúa, capuchino

jueves, 27 de marzo de 2025

EL VERDADERO RETRATO DE SAN FRANCISCO

Existen muchas imágenes de San Francisco, pero…¿Cuál es la más cercana a la realidad? Este vídeo nos acerca al tema e hila sobre un fresco de los Benedictinos del Monte Subiaco con el rostro reconocido y más ampliamente aceptado y que se cree, fue hecho con San Francisco en vida.

martes, 25 de marzo de 2025

NADIE SE SALVA SOLO

En medio de la pandemia, el Papa Francisco nos dejó un mensaje que sigue resonando hoy con mucha fuerza: nadie se salva solo. Esta frase, que luego fue recogida en la Encíclica Fratelli Tutti, la dijo en 2020, en una Plaza de San Pedro vacía, mientras el mundo entero enfrentaba el miedo y la incertidumbre. Sus palabras fueron un llamado a reconocer que estamos hechos para vivir en comunidad, para sostenernos unos a otros y para entender que solo juntos podemos salir adelante.

Pero esta idea ha estado siempre. Dios nos ha pensado como parte de un pueblo en el que todos estamos llamados a caminar juntos. Lo vemos en la Iglesia, en nuestras familias, en la sociedad y también en el deporte. Ningún atleta alcanza el objetivo propuesto por sí solo. Todos necesitan del esfuerzo y la colaboración de su equipo, del entrenador, y de todos aquellos que están a su lado, animándole y desafiándolo en su crecimiento.

Nuestra fe sólo tiene sentido cuando la vivimos juntos. Es un camino compartido, con todos. Jesús no llamó a un solo discípulo, sino a doce. No nos dejó un mensaje para vivirlo en solitario, aislado de los demás, sino para construir comunidad. En los momentos de dificultad, en las derrotas y caídas, necesitamos del otro, necesitamos de su cercanía, comprensión y empatía. La verdadera victoria no es la personal, sino aquella que nos impulsa a levantar a los demás, a caminar juntos y a no dejar a nadie atrás.

Hoy, el mensaje del Papa Francisco sigue siendo una invitación. ¿Cómo estamos ayudando a los demás a levantarse? ¿A quiénes necesitamos para seguir adelante?

Javier Bailén, sj

domingo, 23 de marzo de 2025

DÉJALA TODAVÍA ESTE AÑO

El evangelio de este domingo nos habla de lo que se llama la impaciencia mesiánica, la actitud de quien quiere poner las cosas en orden, su orden, azuzado por el fuego religioso. La del que quiere que todos tengan la misma visión moral de las cosas que él. La actitud de quien no quiere comprender que los caminos en la vida son diversos y pretende que todos vayan a un solo ritmo, al que él marca. Es, en definitiva una actitud avasalladora e intolerante.

El texto dice con el ejemplo de la higuera improductiva: DÉJALA TODA ESTE AÑO. Dale otra oportunidad, espera un poco más, no seas impaciente porque puede que tenga otro ritmo y el fruto llegue más tarde.

Un camino de conversión cuaresmal sería convertirse a la paciencia, no ser tan impacientes que resultemos avasalladores o, peor todavía, fanáticos. ¿Cómo ser crecientemente pacientes?
  • Piensa en tus fallos: si ves la viga en tu ojo, serás más comedido a la hora de denunciar la mota en el ojo del otro.
  • Respeta el ritmo del que va más lento: no es más humano el más eficaz, sino aquel que es más cuidadoso y amable.
  • Colabora siempre, a pesar de todo: da una segunda oportunidad y una tercera. Colaborar es medicina saludable para la impaciencia.
Fidel Aizpurúa, capuchino

jueves, 20 de marzo de 2025

EL CÁNTICO DE LAS CRIATURAS DE PIERO CASENTINI

Piero Casentini nació en 1963 en Roma y se graduó en la histórica Academia de Bellas Artes de esta ciudad. En Asís, entre otras intervenciones, decoró la entrada a la Domus Pacis de santa María de los Ángeles. En el convento de Santo Angelo ilustró admirablemente el Evangelio de Jesús y las historias de san Francisco y san Antonio. En Poggio Bustone pintó un icono perfecto de san Francisco y la Cruz. En Greccio explicó muy bien la realidad franciscana de la "cocina de la sopa", y de Jesús en la Última Cena, tema que volvió a plasmar espléndidamente en la gran obra para el comedor del Convento de San Salvatore en Jerusalén.

El carisma franciscano fascina a Casentini, que se identifica tanto con la tradición franciscana como con su reinterpretación pictórica, al reconsiderar las obras de otros artistas como Cimabue, Giotto y Pietro Lorenzetti.

Con motivo de la 54ª edición de la Fiesta del Cántico, el domingo 16 de septiembre, inauguró su nuevo ciclo artístico dedicado al Cántico de las criaturas en el convento de san Damián en Asís. Es un ciclo que sorprende con su fuerza expresiva capaz y la profundidad del pensamiento teológico. La secuencia de obras se exhibe casi como si fuera una secuencia cinematográfica, como si la pintura nos llevara a ver a Francisco moverse y encontrarse con nosotros. Hombre y naturaleza, cosmos e historia, sol y luna, Piero Casentini se compromete con la excelencia del Cántico de las criaturas, como un salmo del testimonio y mensaje de san Francisco de Asís.

martes, 18 de marzo de 2025

ORACIÓN COMUNITARIA, MARZO 2025

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domingo, 16 de marzo de 2025

HABLABAN DE SU ÉXODO

Cuando se leen los evangelios, ocurre que un detalle leído con un poco de profundidad ilumina la escena. Se dice en este texto de la transfiguración que Jesús HABLABA DE SU ÉXODO con Moisés y Elías. ¿Qué quiere decir esto?

Jesús, como nosotros, necesita luz porque una tormenta se cierne sobre su vida si sube a Jerusalén. Necesita luz y ánimo para afrontar algo que parece duro (y que fue más duro de lo esperado). Y por eso dialoga con Moisés y Elías, los representantes de la Escritura (la Ley y la Profecía), lee la Palabra, para discernir el camino que Dios le marca. Lleva su problema, su éxodo, su muerte probable (como así fue) ante Dios.

Jesús cree que la Palabra, el retiro y la compañía de sus discípulos pueden ayudarle a encarar las dificultades de la vida encontrando en esas herramientas luz, ánimo y coraje para enfrentar los problemas duros que la vida le plantea. Esto es interesante para nosotros: ¿Nos ayuda la fe en nuestros problemas humanos? Buscamos luz en la Palabra? ¿Pensamos que Dios va hacer milagros sin que nosotros pongamos nuestra parte? ¿Cómo interaccionan nuestra vida y nuestra fe?

Puede que nos parezcan estas cuestiones que no llevan a nada. Pero muchas veces los cristianos nos preguntamos: ¿para qué me sirve creer? ¿En qué me ayuda? ¿Responder a estas cuestiones que parece que nadie plantea puede sernos de utilidad en algún momento de nuestra vida, sobre todo cuando más desorientados estamos o cuando aprieta el dolor.

Puede que haya alguien que piense: pues si la fe no me saca las castañas del fuego, no me sirve. Sirve para sabernos sostenidos y amados por Dios, para animarnos a hacer las cosas bien, para darnos gozos que van más allá de lo que se ve. ¿No es todo esto algo beneficioso para nuestra vida?

Fidel Aizpurúa, capuchino

martes, 11 de marzo de 2025

ABIERTOS A LA NOVEDAD DE DIOS

La vida está llena de cambios. Es una experiencia que todos tenemos, seamos jóvenes o entrados en años. Cuántos cambios y qué profundos desde que estrenamos la vida hasta ahora. ¿Quién nos iba a decir las cosas que han pasado, las novedades que fueron y ya han caducado para siempre, lo que parecía ficción y es ya realidad? No solo en la tecnología, sino en las relaciones, en la política, en las modas, en las ideologías… También en la fe.

La relación con Dios nunca ha sido algo estable, alcanzado, poseído. Siempre ha sido en movimiento, en búsqueda, en camino. Que se lo digan al pueblo de Israel del Antiguo Testamento o a los discípulos de Jesús. No hablamos de verdades, dogmas y doctrinas, sino de relación con Dios, de fe.

Así, en este mundo en continuo cambio, la persona creyente está en un constante cambio también en su relación con Dios, ya que en cada recodo de la vida Dios le está esperando de modo nuevo, inédito, sorpresivo. Por ello, nunca se podrá hablar de la fe como algo conseguido, logrado. La fe será una constante apertura a la novedad de Dios en nuestra vida y la del mundo; siempre. ¿Qué me está proponiendo Dios en esta fase nueva de mi vida, en estas personas nuevas o en las de siempre, pero en esta nueva situación, a esta nueva edad, en esta etapa que estamos estrenando? ¿Dónde me está mostrando Dios su rostro en este momento de la historia personal, eclesial, mundial?

Dice el texto del A.T. que ante la pregunta de Moisés a Dios sobre su nombre, éste le contestó: “Yo soy el que seré”; como queriendo decir: “Os iré mostrando quien soy”. Dios siempre está a la vuelta de cada esquina, sea esta esquina la que sea; aunque no lo parezca. Y nos adentramos en lo nuevo porque sabemos de quién nos hemos fiado.

Carta de Asís, marzo 2025

domingo, 9 de marzo de 2025

NO TENTARÁS AL SEÑOR, TU DIOS

¿Podemos los humanos tentar a Dios? Nos parece que no, porque pensamos que Dios no está a nuestro alcance de simples mortales. Pero al hacerse Dios uno con nosotros en el incomprensible misterio de la encarnación, al optar por lo nuestro, sí podemos tentar a Dios.

Y ¿en qué consiste esa tentación? ¿En dudar de Dios? No. La duda es una realidad muy saludable para la fe. Lo dice muy bien un personaje de la película “Cónclave” que algunos de vosotros habéis visto: “Nuestra fe es algo vivo, precisamente porque camina de la mano de la duda. Si sólo existiera la certeza y ninguna duda no habría ningún misterio y por lo tanto no habría necesidad de la fe”.

De un modo simple, podríamos decir que tentar a Dios es creer que no acompaña nuestros caminos, que es impasible a nuestros sufrimientos, que nos maneja como un titiritero a sus marionetas.

Dice el teólogo José Arregi: “Nuestra fe no significa que lo tenemos todo claro. No significa que tenemos soluciones acabadas, respuestas últimas para nada. Tenemos la inestimable memoria de Jesús, la presencia activa de su espíritu, la compañía de una gran Iglesia de hermanas y hermanos, pero ello no nos exime de la duda, la búsqueda, el diálogo. Somos caminantes”. Caminemos, pues, confiados.

Fidel Aizpurúa, capuchino

viernes, 7 de marzo de 2025

LA ESPERA LUMINOSA

La alegría de vivir es una llama discreta, un fulgor que, aunque no siempre deslumbra, arde en el centro mismo de cada uno de los días que se nos concede habitar sobre la tierra. Emily Dickinson, en su poema 1755, nos regala un susurro de esta verdad: «To make a prairie it takes a clover and one bee / One clover, and a bee, / And revery. / The revery alone will do / If bees are few». Nos dice, en su economía franciscana de palabras, que la vida florece con lo mínimo: un trébol, una abeja y un ensueño.

El gozo de estar aquí, de respirar, de ser parte de este entramado de luces y de sombras no siempre se presenta en los destellos evidentes del júbilo. Son muchos los tonos intermedios en los que el himno se deja oír: umbrales ocultos, instantes menudos donde la vida se nos revela en su gratuidad desnuda. Existe una felicidad callada en el hecho de existir, una fiesta tranquila que nos acoge. Emily Dickinson, la dama blanca, desde su retiro voluntario en Amherst, nos lo recuerda con la intensidad de quien se ha atrevido a contemplar y ha descubierto que todo está tejido de asombros pequeños que conforman el milagro. Un gorrión que picotea migas en la ventana, la luminosidad del alba que se fragmenta en las gotas de lluvia, un recuerdo o una esperanza. Nada de esto parece extraordinario y, sin embargo, todo es signo de un misterio, una invitación al júbilo. La poesía de Dickinson, tan contenida y despojada, nos enseña a detenernos, a escuchar las notas más tenues del pentagrama.

Pero esta alegría no es ingenua. No ignora la negrura, el desgaste, la certeza de lo efímero. La poeta que apenas salió de su casa, que tanto meditó sobre la muerte, no habla desde una inocencia ciega, sino que la suya es una lucidez que asume la fragilidad de todo lo vivo. Y es precisamente esto lo que hace más honda aún esa alegría, más plena.

Simone Weil escribió que «lo contrario de la tristeza es la realidad». Llevo años pensando en esta afirmación brillante y paradójica, porque solemos creer que la tristeza se opone a la alegría, pero Weil nos invita a mirar más allá. La tristeza nace muchas veces del desencuentro con lo real, de la distancia entre lo que anhelamos y lo que nuestra pupila enfoca. La alegría, en cambio, no es una emoción pasajera, sino un asentimiento profundo a la vida tal como nos viene y se nos dona. No es evasión ni embriaguez, sino presencia plena y pura, como la del padre enfermo de Christian Bobin, que revela su hijo lo siguiente: «La enfermedad de Alzheimer quita lo que la educación ha puesto en las personas y hace surgir el corazón a la superficie». También Dickinson, con su mirada precisa y su atención despierta, comprendió que la felicidad no consiste en huir de lo real, sino en habitar la vida con asombro, como quien encuentra en un trébol la semilla de una pradera entera.

En la vorágine del mundo, donde la prisa devora casi todo y las palabras ahogan al lenguaje, la poesía nos recuerda que la alegría verdadera no es algo que se busque fuera de nosotros. Brota siempre en la presencia, en la capacidad de estar presentes.

Hay una puerta que se abre cada año en que la espera misma se convierte en camino, en aprendizaje del gozo verdadero. La Cuaresma, lejos de ser un árido desencanto, es un tiempo de purificación de la mirada, de afinación del oído para escuchar más atinadamente la melodía incontenible del vivir. No se trata de un abandono de la alegría, sino de una ascesis en la dicha que nos dispone para recibirla en su plenitud. La Pascua es la celebración de la vida que no se apaga, del amor que vence a todos los miedos. Es la pradera en la que el trébol florece, la abeja zumba y el ensueño se hace real. Dickinson, que entendía de milagros cotidianos, bien podría haberse asombrado ante esta luz. Tal vez la suya, como toda espera luminosa, fue una forma de resucitar.

Víctor Herrero, capuchino

miércoles, 5 de marzo de 2025

HERMANO FUEGO

San Francisco de Asís veía en el fuego un símbolo poderoso del amor de Dios, de su luz y su poder transformador. El fuego, con su capacidad de iluminar y purificar, nos recuerda la necesidad de renovación y superación, especialmente durante la Cuaresma que hoy comenzamos. En este tiempo de preparación para la Pascua se nos invita a encender en nuestros corazones el fuego del amor de Dios para que purifique nuestras vidas con su Espíritu.

Con mayor afecto que a las demás criaturas carentes de razón, Francisco amaba al sol y al fuego. Y se explicaba así: «Por la mañana, cuando nace el sol, todos deberían alabar a Dios, porque ha creado el sol para nuestra utilidad: por él nuestros ojos ven la luz del día. Y por la tarde, al anochecer, todo hombre debería alabar a Dios por el hermano fuego; por él ven nuestros ojos de noche. Todos, en efecto, somos como ciegos, y el Señor da luz a nuestros ojos por estos dos hermanos nuestros. Por eso, debemos alabar especialmente al Creador por el don de estas y de otras criaturas de las que nos servimos todos los días». (Espejo de perfección, XI, 119)

Necesitamos que el fuego de Dios arda en nuestros corazones. Nuestra vida interior necesita ese fuego, ese amor, esa presencia del Espíritu. Acercarse a él es calentar e iluminar nuestra vida. Alejarse, llenarnos de frío y oscuridad. Así es nuestro Dios, claridad, belleza, alegría y fuerza. Como el hermano fuego.

domingo, 2 de marzo de 2025

DE LO QUE REBOSA EL CORAZÓN HABLA LA BOCA

Lo que anida en el corazón cobra cuerpo y reflejo en nuestras palabras. Un corazón bueno siempre tiene y encuentra palabras amables. Un corazón retorcido y ruin se manifiesta en palabras que hieren y hacen daño. Palabras amargas. Por eso avisaba Jesús: “que vuestro sí sea sí y vuestro sea no; lo que pase de ahí, viene del mal”.

Para decir palabras buenas tenemos que superar hoy la llamada “cultura del desprecio”, esa actitud ante quien piensa distinto que no solamente lo ve como un adversario, sino también como alguien a quien despreciar y maltratar con palabras hirientes. Es la anomalía social de que al mero hecho de tener puntos de vista diferentes vaya asociado al improperio y al insulto. Eso no es compatible con una visión cristiana de la vida.

Decía san Francisco a sus hermanos que se puede “crucificar con la boca” y daba un consejo muy útil para moderarnos y contener nuestra lengua: «Dichoso quien no dice nada a espaldas del otro que no se atrevería a decir delante de él». Quizá entonces nos sea más fácil decir palabras buenas.

Fidel Aizpurúa, capuchino

sábado, 1 de marzo de 2025

1ª CARTA DE SAN MARCOS A LOS ANIMADORES CAPUCHINOS

Yo, san Marcos, me alegro que, tras tanto tiempo, tengamos un punto en común para encontrarnos. Al igual que mis amigos, habéis venido de diferentes lugares: Totana, Tudela, Madrid, Zaragoza, Logroño y Gijón. Gracias por elegirme, por haber sido vuestro guía durante el fin de semana, para dejar claro las acciones ciertas de nuestro amigo.

Uno de mis grandes propósitos fue mostrar que el Espíritu Santo sigue soplando y nos da la posibilidad de encontrarnos con el auténtico Jesús de Nazaret en celebraciones como esta. Creo que mi discípulo Alfredo Delgado os ha dado pautas y material suficiente para seguir profundizando, investigando, conociendo la Buena Noticia de Jesús, el Cristo. Os veo capaces a vosotros de trasladar el Reino a vuestros lugares de origen. Os animo a llevarlo con alegría y convencimiento. Volved a vuestros lugares de origen a predicar el evangelio.

Posdata: recordad que ahora os toca leer mi Evangelio entero, no a trocitos.

San Marcos

jueves, 27 de febrero de 2025

¡QUÉ GRANDE ERES!

La grandeza de una persona no se mide en likes, seguidores o premios conseguidos, sino en el amor que pone en todo lo que hace. Es en cada pequeño gesto de bondad, en cada sacrificio silencioso y en cada palabra de aliento donde se encuentra la verdadera esencia de su grandeza.

Cuando una persona se entrega por completo a los demás, sin esperar nada a cambio, es cuando se revela su verdadero valor. Es en esos momentos de generosidad desinteresada y en la capacidad de empatizar con el dolor ajeno donde se forja un corazón noble y una grandeza que trasciende el tiempo y las apariencias.

La grandeza también se refleja en la capacidad de perdonar, de mantener la calma en medio de la tormenta y de seguir adelante a pesar de las dificultades. Es en la perseverancia y en la fuerza para levantarse después de cada caída donde se demuestra la verdadera fortaleza de carácter.

domingo, 23 de febrero de 2025

SED MISERICORDIOSOS

Para muchos, la misericordia es un desvalor, algo propio de débiles. Están muy equivocados: hay que ser muy fuerte para ser misericordioso, hay que ser muy humano. La humanidad sin misericordia sería una jungla. Las relaciones sin misericordia habrían helado hace tiempo nuestro corazón.

Pero todos lo sabemos: la misericordia es costosa. A veces decimos ante los agravios: lo que busco es justicia, no caridad. Creemos que la justicia excluye a la misericordia. Pero el gran éxito de las relaciones humanas es ser justos y misericordiosos a la vez. Por eso podemos decir que la misericordia, entiéndase como se entienda, hace parte del cimiento de lo humano. Lo dicho: sin misericordia no hay humanidad.

Hemos de hacer un esfuerzo por mantenernos en línea de misericordia. Todos sabemos que Jesús de Nazaret nos exhorta a amar no solo a aquellos con los que nos entendemos bien; nos llama a ser misericordiosos con todos como nuestro Dios es misericordioso, a perdonar a los demás como Dios nos perdona a nosotros. Jesús se desvivió por acoger a quienes su sociedad consideraba parias. No podemos llamarnos cristianos si vamos en otra dirección.

Fidel Aizpurúa, capuchino

jueves, 20 de febrero de 2025

EL CÁNTICO Y SAN FRANCISCO EN LOS DIBUJOS DE CRISTIAN CAMARGO

Cristian Daniel Camargo (crisdibujante92) es un dibujante, muralista y editor Argentino. Estudió Artes Plásticas con orientación dibujo en la Facultad de Bellas Artes de La Plata. Desde el 2014 trabaja en la página web Catholic-link, dibujando y diseñando diferentes artículos, fotografías y diferentes gráficas de la página.

Ha realizado dibujos para encuentros de grupos misioneros, congresos misioneros, Infancia Adolescencia misionera entre algunas cosas. Actualmente vive como misionero itinerante realizando murales colectivos en diferentes comunidades de toda Latinoamérica.

Pintar murales y hacer dibujos es una oportunidad que Cristian tiene de hacer un mundo mejor. «Yo con mi arte trato de seguir esos pasos (de Jesús), de darle un poco más de color a la vida, y también dar un mensaje de esperanza. Por eso yo creo en lo colectivo, en lo comunitario. Creo que mediante el arte se puede transmitir la esperanza, que es lo que necesita este mundo y es lo que se necesita para que todos nos pongamos las pilas y lo cambiemos (el mundo), pero siempre en sintonía con el mensaje de Jesús».

Los murales colectivos de Cristian son pintados a partir de la colaboración. Todas las personas de la comunidad están invitadas a participar porque él cree que nada en esta vida debe hacerse desde el individualismo; ni siquiera el arte, y mucho menos la evangelización ni la vivencia de nuestra fe.

domingo, 16 de febrero de 2025

¡AY DE LOS QUE DESPRECIÁIS!

Lucas ofrece cuatro bienaventuranzas y, a renglón seguido, cuatro malaventuranzas contra los ricos desentendidos, los saciados que no reparan en la necesidad del otro, quienes se mofan de los pobres y quienes manipulan la verdad.

Estas cuatro malaventuranzas tienen un denominador común: el desprecio del otro, sobre todo si es frágil, humilde, si no cuenta. Por eso, podría haber añadido san Lucas: ¡AY DE LOS QUE DESPRECIÁIS!

Creo que muchos convendremos en pensar que la cultura del desprecio nos amenaza. Somos bombardeados a diario por una “industria” que tiene mucho interés en generar exclusión. El desprecio se palpa en el ambiente y en el propio corazón. La dignidad, la honestidad y la humildad son valores que corren el riesgo de verse superados por un menosprecio global.

Hoy también san Lucas nos diría: ¡Ay de los que desprecian! ¡Ay de ti si no consideras digna a toda persona! ¡Ay de ti si consumes sin freno! ¡Ay de ti si manipulas cosas y te sumas a los bulos que inventa el sistema!

¿Cómo contrarrestar esa cultura del desprecio a la que aludimos? ¿Cómo escapar lo más lejos posible de las malaventuranzas evangélicas?
  • Si compartes, despreciarás menos: porque no se puede compartir desde el desprecio, sino desde la certeza de que tengo obligaciones adquiridas con quien lo pasa mal.
  • Si no despilfarras, despreciarás menos: porque el despilfarro es una bofetada en el rostro de los pobres. Da igual la cantidad; lo que cuenta es la actitud de control y de sobriedad.
  • Si te interesan los frágiles, despreciarás menos: porque la cultura del desprecio va envuelta en una deliberada ignorancia de las situaciones de los pobres. No se quiere saber para no sentirse responsable. Pero lo eres.
  • Si te importa la verdad, despreciarás menos: porque el desprecio está amasado en la mentira y cuando esta se ha hecho dueña de la sociedad y del corazón de cada uno, la dignidad humana se esfuma.
Fidel Aizpurúa, capuchino

jueves, 13 de febrero de 2025

ORACIÓN COMUNITARIA, FEBRERO 2025

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martes, 11 de febrero de 2025

JORNADA MUNDIAL DEL ENFERMO

Desde el año 1992, el 11 de febrero se conmemora la Jornada Mundial del Enfermo.
 
El Papa Juan Pablo II quiso que coincidiera este día con la festividad de la Virgen de Lourdes. En una sociedad occidental en la que vivimos, que ha avanzado en muchos aspectos, la jornada nos recuerda que la enfermedad forma parte de nuestras vidas y que todos debemos afrontarla en diversos momentos, a nivel personal o en personas de nuestro entorno.

La salud es uno de los bienes fundamentales del ser humano y constituye una de sus aspiraciones permanentes. En nuestra sociedad del bienestar observamos actitudes contradictorias ante la salud: se exalta e idealiza el vigor y la salud física y se olvida la salud afectiva, mental y espiritual. Reflexionar sobre la naturaleza del dolor y la fragilidad de la condición humana nos enriquece como personas. La acción evangelizadora de la Iglesia con los enfermos se inspira en el primer evangelizador, en Cristo, que pasó curando y evangelizó curando: «Recorría ciudades y aldeas, enseñando en sus sinagogas, predicando el Evangelio del Reino y curando todas las enfermedades y dolencias» (Mt 9, 35)

La enfermedad afecta también a la familia, a veces profundamente. Cambia sus planes y trastorna su ritmo de vida. Es fuente de inquietud y de dolor, de conflictos y desequilibrios emocionales y pone a prueba los valores sobre los que se asienta. La enfermedad constituye también para la familia una experiencia dolorosa y dura. Por otra parte, el papel de la familia del enfermo es fundamental e insustituible. El enfermo necesita su cariño y sus cuidados para sentirse seguro, su comprensión y paciencia para no verse como una carga y un estorbo, y necesita su compañía y apoyo para poder afrontar con realismo y asumir con paz la enfermedad.

El año pasado, en el mensaje que el papa Francisco lanzó para este día, incidía en que “hemos sido creados para estar juntos, no solos. Y es precisamente porque este proyecto de comunión está inscrito en lo más profundo del corazón humano, que la experiencia del abandono y de la soledad nos asusta, es dolorosa e, incluso, inhumana. Y lo es aún más en tiempos de fragilidad, incertidumbre e inseguridad, provocadas, muchas veces, por la aparición de alguna enfermedad grave”. El Papa actual insiste mucho en la necesidad de cuidarnos, en la “cultura del cuidado”. Nos dice que el primer cuidado del que tenemos necesidad en la enfermedad es el de una cercanía llena de compasión y de ternura. Por eso, cuidar al enfermo significa, ante todo, cuidar sus relaciones, todas sus relaciones; con Dios, con los demás, -familiares, amigos, personal sanitario-, con la creación y consigo mismo. Para hacer esto posible nos hemos de fijar en la imagen del Buen Samaritano (cf. Lc 10, 25-37), en su capacidad para aminorar el paso y hacerse prójimo, en la actitud de ternura con que alivia las heridas del hermano que sufre.

Benjamín Echeverría, capuchino

domingo, 9 de febrero de 2025

LA CULTURA DEL ENCUENTRO

Al comienzo de la lectura evangélica de hoy se dice que Jesús enseñaba a la gente desde la barca. En Galilea hay un lago bastante grande, y en su lado occidental están todos los lugares evangélicos: Nazaret, Caná, Cafarnaún, el Tabor, el monte de las Bienaventuranzas, etc. ¿Y quiénes están en el lado oriental? Los paganos, la Decápolis (algunas de sus ciudades aparecen en los evangelios: Gadara, Gerasa, etc.).

Si Jesús se pone a enseñar desde la barca y la gente está en la orilla, eso quiere decir que la enseñanza de Jesús la recibe la gente mirando hacia los paganos. Ellos, los judíos, que creen que los paganos están, sin más, condenados al infierno tienen que escuchar el evangelio mirando hacia ellos. Es como si Jesús quisiera decir: mi evangelio es para todos, no tiene sentido levantar muros, quien crea en mí tiene que ser persona de mente abierta a todos.

Apelar hoy a la apertura, al universalismo, a una mentalidad de familia humana, de casa común es más necesario que nunca porque hay mucha cerrazón en nosotros.

No son tiempos buenos para la apertura cuando el imperio del dinero habla de muros, de fronteras, de expulsiones, de nosotros primero. No son buenos tiempos pero son los mejores para mantener vivo la utopía de la apertura con certeza de que ella es la que nos hace humanos y fuertes, mientras que la cerrazón nos empobrece y nos degrada. El Papa habla de la cultura del encuentro. Para encontrarse hay que abrirse al otro. No nos apeemos de esa manera de pensar.

Fidel Aizpurúa, capuchino

jueves, 6 de febrero de 2025

FRAGILIDAD QUE NOS HACE FUERTES

Sin darnos cuenta, asociamos la fortaleza de una comunidad, una familia, un grupo de amistad a la fortaleza de las personas que la componen. Una familia fuerte se daría cuando los padres dan seguridad, o los hijos e hijas son sanos, inteligentes, trabajadores… Una comunidad será robusta cuando cada uno de sus miembros da la talla mínima. Y sin embargo lo que la realidad concreta señala no coincide del todo, ni mucho menos, con esa lógica. Hay comunidades que siendo sus miembros fuertes, sanos e inteligentes no viven la fraternidad, sino que precisamente, por ser fuertes, sanos e inteligentes, la fraternidad flaquea, cada persona va a lo suyo, hay competencia de intereses, e impera el individualismo. Y, en cambio, personas frágiles, débiles y nada brillantes son capaces de empastar una comunidad recia, acogedora y abierta.

Quizá sean justamente nuestras necesidades, nuestras dimensiones más pobres las que nos llevan a buscar la compañía de hermanos y hermanas que nos protejan, nos amparen en aquello que necesitamos. Aquello en que soy pobre y débil –dándome cuenta de ello-- hace que sea capaz de dejarme acompañar. Y precisamente esto hace posible que pueda ver al hermano, hermana también en su vulnerabilidad, en su necesidad, y poder también yo acompañarlo en su fragilidad. Y todo esto no para lamentarnos de nuestra situación y dejarnos llevar por el camino de la desesperanza, sino para poder acompañarnos más hermanados. La fraternidad se fortalece por nuestras pobrezas. El cimiento de ese cuerpo que es la comunidad es la pequeñez y la vulnerabilidad, la propia y la de cada uno de los hermanos y hermanas, la de todos nosotros.

Y Dios al fondo de este ensamblaje de pobres y necesitados. “Bienaventurados los pobres…”

Carta de Asís, febrero de 2025

domingo, 2 de febrero de 2025

UNA ESPADA TE TRASPASARÁ EL ALMA

En el evangelio de la Presentación del Señor, Simeón dice a María una frase enigmática que suena a amenaza: una espada te traspasará el alma. ¿Qué quiere decir esto? Según el evangelio, María representa al Israel que quiere dar el paso hacia Jesús. Y eso conlleva dejar atrás aspiraciones, anhelos, que no casan con el mesianismo pobre de Jesús, con su entrega generosa a los demás. Por eso, los anhelos de triunfo y gloria se verán truncados. Se podría traducir así la frase de Simeón: “Una espada truncará tus anhelos”.

O sea: Jesús y su modo pobre de entender el reino truncarán tus anhelos de grandeza, de dominio, de imposición y los transformará en cuidado, solidaridad, acompañamiento, amor, inclusión. Es el cambio de vida que demanda la fe.

Una fe de calidad no puede ser una fe indolora. El evangelio quiere reorientar nuestra vida y eso no se hace sin que nuestros anhelos más egoístas queden intactos. La fe, todos lo sabemos, tiene sus exigencias. Hay que estar dispuesto a pagar ese precio para ser seguidores reales de Jesús. Si ser cristiano no nos cuesta es que, tal vez, nuestra fe es de poca calidad.

Fidel Aizpurúa, capuchino

jueves, 30 de enero de 2025

DÍA ESCOLAR DE LA NO VIOLENCIA Y LA PAZ

La educación en y para la tolerancia, la solidaridad, la concordia, el respeto a los Derechos Humanos, la no-violencia y la paz son motivos para recordar el 30 de enero. En este Día Escolar de la No violencia Y la Paz (DENYP), los centros educativos capuchinos se comprometen como defensores de la paz y entendimiento entre personas de distinta procedencia y modos de pensar.

Además, este día se celebra el aniversario de la muerte del Mahatma Gandhi (India, 1869-1948), líder pacifista que defendió y promovió la no violencia y la resistencia pacífica frente a la injusticia y que fue asesinado por defender estas ideas.

Una educación inspirada en una cultura de no violencia y paz permite a los alumnos adquirir conocimientos, actitudes y competencias que refuercen su desarrollo como ciudadanos globales críticos y comprometidos con sus derechos y los de otras personas.

Unai Quirós ha confeccionado un material para esta jornada muy relacionado con el lema de nuestro curso: una orquesta de paz que cante la vida, está formada por instrumentos que tienen diferentes modos de sonar, pero el objetivo siempre será formar armonías de esperanza, solidaridad y amistad. Os dejamos el video de la canción.
 

martes, 28 de enero de 2025

LA CREACIÓN ES REFLEJO DEL AMOR DE DIOS

Francisco contempla la naturaleza con ternura y respeto, como signo y reflejo del amor de Dios Padre. La creación debe, pues, ser tratada como una hermana amada y protegida. Francisco afirma que todas las criaturas están unidas entre sí, fraternalmente. Los humanos y cada criatura que existe formamos una misma gran familia. La paternidad de Dios ilumina a Francisco y le permite ver valor y maravilla allí donde nuestros ojos no distinguen más que materia y cosas. A través de la Creación, admira y pregona las huellas del Creador y se une a Él en un acto de fe.

Los seres humanos, no vivimos apartados unos de los otros, no vivimos descarnados de la naturaleza propia y la que nos rodea. Cada persona está llamada a vivir en el mundo en comunión con la creación y con todo lo que la compone. Francisco entendió que la creación entera es parte de la salvación que trae Jesús, que ha sido ella el medio por donde Dios salva, actúa, reconcilia y se manifiesta.

Francisco fue un místico y un poeta que no se queda con la superficie y lo romántico sino que capta el sentido profundo de las cosas. Su espíritu está dirigido a Dios no como arrebato, evasión o éxtasis, sino que pasa por la comunión fraternal con sus hermanos y con todas las criaturas por más pequeñas que sean, pues sabía que todas ellas tenían con Él un mismo principio.

domingo, 26 de enero de 2025

TODA LA SINAGOGA TENÍA LOS OJOS CLAVADOS EN ÉL

Cuando los de su pueblo preguntan a Jesús qué es lo que pretende, cómo va a ser su mesianismo, él responde leyendo un pasaje de Isaías sobre la misión de un profeta: “El Espíritu del Señor está sobre mí…”. Pero ocurre una cosa curiosa: Jesús censura el texto de Isaías, porque al anuncio de los beneficios de un mesianismo positivo para Israel se añade una expresión que Jesús omite: “Y un día de venganza de nuestro Dios”. Como diciendo: mi mesianismo no incluye la venganza contra los paganos ni contra nadie. La venganza y la condena no entran en mi plan. Es que el viejo judaísmo entendía siempre su salvación a costa de la condena de los paganos.

No es de extrañar que diga el texto: toda la sinagoga tenía los ojos clavados en él. ¿Cómo se le ocurría censurar a Isaías? ¿Dónde queda la venganza contra los paganos siempre esperada? ¿No era el hijo de José que, como todo judío, soñaba con la destrucción del paganismo? Esa mirada que los de su pueblo echan sobre Jesús está cargada de rechazo y de contrariedad.

Esta tensión es para nosotros interesante: si no hay día de venganza ni de desquite se puede vivir sin temer a Dios, sin temblar ante un Dios que no me fiscaliza, sin ocultarme ante un Dios que solo quiere mi bien. El mensaje de Jesús libera del mismo Dios.

Dicen que la palabra “religión” viene de “religar”: el creyente se religa a Dios. Pero, en realidad, es una religación que libera, que empodera, que otorga autonomía, que abre un horizonte de respiro. Si la religión nos oprime en algo, eso no viene del evangelio.

Fidel Aizpurúa, capuchino

jueves, 23 de enero de 2025

EL CÁNTICO DEL HERMANO SOL DE JOSÉ SEGRELLES

José Segrelles Albert (Albaida, 1885–1969) pintor e ilustrador valenciano, se formó inicialmente en la Escuela de Bellas Artes de San Carlos de Valencia y en los estudios de Isidoro Garnelo y Joaquín Sorolla. Después marchó a Barcelona e ingresó en la Escuela de La Lonja, donde fue alumno de Antonio Caba. Fue entonces cuando inició su actividad como ilustrador, que le dio gran fama, destacando las realizadas para Las florecillas de san Francisco de Asís, La divina comedia, El Quijote, La guerra de los mundos o La Atlántida.

Segrelles, de profundo espíritu místico, introvertido pero inquieto, adapta las formas a sus personalísimas imágenes, siempre con el propósito de crear en ellas mundos y ambientaciones totalmente imaginarias. Admiraba especialmente a tres personajes, Beethoven, San Francisco de Asís y Edgar Allan Poe quienes según el propio Segrelles, “también creaban a base de fantasía”.

En la imagen que presentamos, El Cántico del hermano Sol, el color sustituye a la música, recoge su emoción y eleva una alabanza hacia lo alto. José Segrelles cerraba con esta imagen sus Florecillas de san Francisco presentadas, junto con otros trabajos, el 17 de noviembre de 1923 en los salones de Bellas Artes El Siglo de Barcelona. Segrelles, católico practicante durante su vida, puso en estas preciosas ilustraciones toda la admiración que le inspiraba la figura de san Francisco, de quien cuentan que imitó la humildad y la sencillez.

martes, 21 de enero de 2025

ORACIÓN COMUNITARIA, ENERO 2025

Haz clic en la imagen para acceder a la oración comunitaria para este mes.


domingo, 19 de enero de 2025

TIEMPO DE FIESTA

En tiempos de Jesús existía la creencia de que el vino creado al principio del mundo en el paraíso se guardaría como un vino de reserva hasta los días del Mesías. Como se hacía antes en algunos pueblos: se guardaban unas botellas de un vino de una cosecha excelente para abrirlas en la boda del hijo o en el bautizo del nieto. Era un gran reserva por los años y por el cariño con que se guardaba. La venida del Mesías era una gran fiesta y para ella se sacaría el vino guardado, un reserva.

Eso es lo que parece querer decir el texto de este domingo: estamos en la época de Jesús. Ha de ser tiempo de gozo y de alegría, ocasión para sacar el vino de reserva. Quienes creemos en Jesús habríamos de tener una visión de la vida y una fe bien humorada, festiva, alegre. La certeza de que el Compasivo ha venido a su casa nos habría de alegrar por dentro y por fuera.

Decía san Francisco a sus hermanos: “No va bien al creyente presentarse triste ante los hombres, sino siempre amable, Tus pecados examínalos en tu cuarto y llóralos ante Dios. Pero cuando vuelvas a estar con tus hermanos, alégrate con ellos”. Ya decimos que se atrapan más moscas con una gota de miel que con un barril de vinagre. Pongamos amabilidad en nuestra vida y la mejor cara posible ante las situaciones, eso ayudará a una buena convivencia y será más fácil hablar de Jesús.

Fidel Aizpurúa, capuchino

viernes, 17 de enero de 2025

¿TODO SE PERDERÁ O NADA SE PERDERÁ?

Las ciencias nos hablan del cambio continuo desde los niveles más minúsculos de la materia y energía, hasta las grandes constelaciones de galaxias del universo que conocemos. Más a nuestro nivel, también vivimos en continuo cambio: cultura, política, relaciones personales, valores… Según esto, muchos dicen, y está muy extendida entre nosotros la idea de que nada permanece; y por ello todo se perderá. No es una idea nueva en el pensamiento humano, pero hay épocas en las cuales parece que este modo de pensar es la que impera.

El siguiente paso viene rápido: nada hay que tenga valor de eternidad. Según esto, todo pierde peso y consistencia. Eso de amor eterno, vida eterna, justicia para siempre… no serían más que sueños de estos seres humanos que se creen el centro del universo, pero que ellos mismos están de paso de la nada hacia la nada.

Sin embargo, nuestras vidas concretas, si nos fijamos con atención, están marcadas por otro tipo de funcionamiento. Lo que de verdad nos hace vivir de un modo u otro, lo que nos hace tomar un rumbo u otro, no son modelos de pensamiento, sino acontecimientos totalmente frágiles y perecederos que, sin embargo, nos marcan para siempre. Un encuentro con alguien entrañable, un disgusto imprevisible, el amor de mi vida, la indignación producida por una injusticia, el estremecimiento ante la inmensidad del universo o el volar de un insecto… pueden hacer, y de hecho hacen, tomar decisiones vitales que determinan toda la historia de una persona.

Dice un filósofo: “Todo se perderá, pero casi seguro que el grosor invisible de un acto de generosidad supera al del manto de la Tierra. (...) Todo se perderá pero, de algún modo, cuenta más que una persona ayuda a otra que mil galaxias desaparezcan del firmamento”.

Carta de Asís, enero 2025

miércoles, 15 de enero de 2025

RATIO FORMATIONIS: EL TESTAMENTO (ÚLTIMA)

Cuando se acerca el final de su vida, crece en Francisco la convicción de que Dios es bondad: Dios es el Bien, todo el Bien, el Sumo Bien. También las heridas y los límites existenciales forman parte de nuestra condición de criaturas, y no empañan la conciencia de que todo lo vivido ha sido recibido gratis. Solo desde esta confianza la muerte se convierte en hermana.

Poco antes de morir, Francisco pide que le lean el relato evangélico del lavatorio de los pies, y es entonces cuando entrega a los hermanos su última voluntad: amor gratuito, fidelidad a la pobreza y obediencia a la Iglesia. No se apropia de nada. Lleno de agradecimiento, restituye todo lo recibido. La hermana muerte no le arrebata cosa alguna, pues, cuando sale a su encuentro, halla solo su cuerpo desnudo sobre la tierra desnuda y, en sus labios, el Cántico. Así muere Francisco: desnudo y cantando.

En el Testamento, Francisco nos entrega su memoria y los elementos más importantes de nuestra identidad. Los primeros Capuchinos trataron de comprender al Poverello desde este texto, por eso fueron llamados los hermanos del Testamento. Para nosotros, la reforma constituye un destacado elemento carismático. Nuestra fidelidad consiste en no cansarnos de creer que el sueño del Evangelio es posible. Y de regresar a la Porciúncula, junto a la Madre, Santa María de los Ángeles, corazón de nuestra fraternidad, para no olvidar el sentido de nuestra vida. ¡Comencemos, hermanos!

lunes, 13 de enero de 2025

INAUGURACIÓN DEL VIII CENTENARIO DEL CÁNTICO

El sábado 11 de enero de 2025 en Asís, la Familia Franciscana inauguró el VIII Centenario del Cántico de las criaturas, que es la tercera etapa del Centenario Franciscano que recorre los últimos años de la vida de San Francisco.

El evento se realizó en dos momentos distintos, uno en la iglesia de San Damián y el otro en el Santuario del despojo, dentro del Palacio Episcopal.

En San Damián, después de leer el pasaje de las fuentes franciscanas que relata la redacción del Cántico y algunos pasajes bíblicos que alaban la Creación, algunos representantes de la Familia franciscana hicieron uso de la palabra dejando sus propias reflexiones.

El segundo momento tuvo lugar en el Santuario del despojo, dentro del Obispado de Asís. Tras alternar algunas lecturas de las fuentes con cantos, intervino Fr. Roberto Genuin, Ministro general de los Frailes Menores capuchinos, quien reflexionó sobre la fuerza de la fe.

Después del discurso de Mons. Domenico Sorrentino, Obispo de las Diócesis de Asís, los representantes de la Familia Franciscana se dirigieron a la Basílica de San Francisco para un acto de veneración y alabanza ante la tumba de san Francisco.

domingo, 12 de enero de 2025

UN DIOS PARCIAL

En la escena del bautismo del Señor, momento decisivo en la vida de Jesús, se confirma su decisión de entregarse a los humildes con una frase que se toma de los viejos cantos del siervo de Isaías: TÚ ERES MI HIJO AMADO, EN TI ME COMPLAZCO. ¿Qué quiere decir esto?

Los cristianos no creemos en Dios en general, sino de un modo particular y concreto: creemos en el Dios de Jesús, el que Jesús nos ha desvelado, el que aparece en los evangelios: el Dios del perdón generoso, de la paz sosegante, de la acogida sin exigencias, de la generosidad probada, de la ternura que va más allá de las leyes, etc. En ese Dios creemos.

Ese Dios es Dios de todos, pero no del mismo modo: se pone del lado del pobre para sostenerlo y, desde ahí, conmina al poderoso para que se apee de su superioridad a que causa tanto dolor a los humildes. Aunque nos parezca inapropiado decirlo, el de Jesús es un DIOS PARCIAL, la parcialidad de uno que, en las duras palabras de María que no podemos edulcorar, “derriba del trono a los poderosos y enaltece a los humildes”.

No seamos excluyentes: todo el mundo puede acceder a la propuesta de Jesús. Pero eso sí, hay que situarse, como el Dios de Jesús, en el lado de las pobrezas. Quitarle este potencial “revolucionario” al Evangelio, por trasnochado que parezca, es matarlo.

miércoles, 8 de enero de 2025

AÑO INTERNACIONAL DEL COOPERATIVISMO

La Asamblea General de la ONU, en su reunión del pasado 19 de junio, declaró el 2025 como Año Internacional de las Cooperativas, con el lema “Las cooperativas construyen un mundo mejor”. Así, se reconoce una vez más el gran impacto que las empresas cooperativas tienen en el desarrollo económico y social, especialmente en la creación de empleo, la integración social y la reducción de la pobreza.

La presidenta del Consejo Económico y Social de las Naciones Unidas afirmó que "los valores y principios de las cooperativas las hacen directamente relevantes para el desarrollo sostenible. La toma de decisiones participativa, el control democrático por parte de los socios, la solidaridad, la cooperación y la preocupación por la comunidad son principios fundamentales que les permiten contribuir a la construcción de un mundo mejor".

Las cooperativas están presentes en sectores como el agroalimentario, la educación, el consumo, los servicios, la vivienda, el transporte y el crédito, entre otros. El sector cooperativo en España representa un 5,5 % del PIB y agrupa a más de 23.000 empresas, con casi medio millón de socios trabajadores y más de 8,5 millones de socios en total. A través de su actividad, contribuyen a mejorar la vida de millones de personas en todo el país, generando infraestructuras, bienes y servicios que ayudan al desarrollo social y económico.

La Iglesia ha reconocido, alentado y apreciado la experiencia del cooperativismo. Ya León XIII en 1891 con la encíclica social Rerum Novarum lanzó el grito de “Todos propietarios, no todos proletarios”. Desde entonces la Iglesia ha apoyado la creación de cooperativas, muchas de ellas en el mundo rural. Fue clave la implicación de algún sacerdote o párroco y generalmente les pusieron el nombre del patrón o patrona del lugar.

El papa Francisco, en el discurso que hizo en el 2015 a los representantes de la confederación italiana de cooperativas les decía que el cooperativismo sigue siendo profético, y que por eso mismo tienen que seguir inventando nuevas formas de cooperación. El Papa les animaba a seguir alentando este modelo porque es el motor que levanta y desarrolla la parte más débil de nuestras comunidades locales y de la sociedad civil; es un modelo de producción en el que están relacionados la justicia social, la dignidad y el valor de las personas; puede ejercer un papel importante para sostener, facilitar y también alimentar la vida de las familias, ayudando a la armonización entre trabajo y familia; y debe promover una economía de la honradez, una verdadera economía promovida por personas que tienen en el corazón y en la mente sólo el bien común.

La celebración del Año Internacional de las Cooperativas debe impulsar y difundir el papel de este modelo empresarial centrado en las personas y su contribución a la triple sostenibilidad, social, económica y medioambiental.

Benjamín Echeverría, capuchino

lunes, 6 de enero de 2025

HEMOS VISTO SU ESTRELLA

La estrella que guía a los Magos significa que ese a quien acompaña, Jesús, está conectado a Dios y que quien ve el signo en el cielo, nosotros, estamos también llamados a conectarnos con Dios.

Siempre se ha preguntado la persona creyente: ¿está Dios con nosotros o no está? ¿Nos lleva Dios en su mano o no nos lleva y estamos solos y abandonados? El signo de la estrella dice en su lenguaje simbólico: tu vida y Dios pueden estar conectados. ¿Cómo conectarnos con Dios hoy?

  • Cuanto más humano, más conectado: la inhumanidad nos desconecta; el comportamiento humano nos conecta. Si te descubres inhumano, estás desconectado; si, por el contrario, has sido humano durante el día, estás conectado.
  • Cuanto más bondadoso, más conectado: si eres bueno y crees en la bondad, más conectado; si piensas que el mal es más fuerte que el bien y no te plantas ante él, más desconectado.
  • Cuanto más compasivo, más conectado: si encuentran en ti eco las heridas humanas, si te acercas y das algo de apoyo y consuelo, si te echas al hombro al caído, más conectado; si das un rodeo y pasas de largo, más desconectado.

Tenemos un año por delante para conectarnos con Dios. Tendremos muchas ocasiones para ello. No las desaprovechemos y recordemos que Dios acontece cuando un mortal ayuda a otro. Esa es la mejor estrella para conectarse con Dios.

Fidel Aizpurúa, capuchino

miércoles, 1 de enero de 2025

TRES PROPÓSITOS PARA EL NUEVO AÑO

  • Sé benigno con tus limitaciones: no te cebes en ellas, no maldigas tu vida porque te sientes frágil, no aumentes tus propios sufrimientos, mírate con piedad.
  • Trata de hacer dichosos a los demás: porque puedes contribuir al gozo de los demás, siembra alegría, no seas tóxico, no amargues a nadie con tus amarguras, sé lo más jovial que puedas.
  • Aprende el arte de disfrutar con poco: un poco de amistad, un poco de luz cuando amanece, un poco de oración, un poco de reflexión y de lectura, un poco de amor callado.

Que comencemos el año cantando la vida. ¡Feliz año nuevo!