no digas:
no hay remedio,
todo seguirá igual,
cada cambiará por mucho que yo haga.
Escucha lo que de dice quien sabe:
“no cambiaremos la vida,
si nosotros no cambiamos de vida”
Da igual que puedas poco,
haz poco;
da igual que únicamente puedas rezar,
reza;
da igual que tu tiempo sea escaso,
da ese poco de tiempo;
da igual que tus recursos económicos
sean estrechos,
sé generoso;
da igual que no puedas decir más
que una palabra amable,
dila.
Dice la voz del viejo profeta:
“Entonces romperá tu luz como la aurora,
enseguida te brotará la carne sana”.
La solidaridad te hace persona nueva,
la compasión renueva tu corazón,
la generosidad te abre horizontes,
la entrega ilumina tus pasos.
Fidel Aizpurúa, capuchino
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