martes, 25 de marzo de 2014

YO NO ME ARREPIENTO DE NADA

   En algunas de las entrevistas a famosos, éstos afirman con total seguridad y convicción que no se arrepienten de nada de lo que han hecho en la vida. Así comienza el artículo de Juan María Laboa en Religión y Escuela de noviembre de 2013. Suponemos que estas personas habrán hecho alguna cosa muy mal en su vida, como todos nosotros, ¿y no se arrepienten de haberla hecho, aunque haya causado dolor a otros? Como dice el mismo autor parece que hay muchas cosas que no marchan bien, pero las achacamos a los demás. Son siempre los otros los que tienen la culpa. También dice el mismo autor que el descalabro social en el que vivimos parece sólo causa de los gobernantes y ellos a su vez delegan su propia responsabilidad.
   Donde está la clave, según Juan María Laboa es que la existencia de ese buenismo se debe a la falta de un viaje interior en cada uno de nosotros. Ese viaje interior que nos permite distinguir a cada persona entre lo correcto y lo fácil, y además, es el que nos permite acceder a nuestro genio interior, nuestra poesía única.
   Es algo muy parecido a lo que Hannah Arendt llama “la banalidad del mal” y que podemos ver en la película que lleva su nombre. Muchos de los asesinos nazis no eran conscientes de estar haciendo algo mal, simplemente obedecían órdenes. Esto era posible porque habían dejado de ser personas, habían prescindido, entre otras cosas, de su viaje interior. Podemos verlo en el vídeo que adjuntamos. No es difícil ver la actualidad de este tema para caer en la cuenta que quizá la carencia de responsabilidad a la hora de asumir nuestros actos, hoy también se debe a una despersonalización, una automatización y superficialidad en nuestras relaciones y personas.

Javi Morala, capuchino.

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